VI -Face to Face

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— Mmm... Verás. Actualmente, me empezó a molestar que esté siendo perseguida y observada más de lo que estoy acostumbrada.

¿Por qué le molestaría si sabe que es una fugitiva muy buscada?

— No se supone que eso debería ser así, Lisa?

La mujer se quedó en silencio por un rato, una pequeña pero descarada sonrisa surgió de la comisura de sus labios.

— Ya nos estamos entendiendo, Rosé.

— Puedo preguntar, ¿Cómo es que sabes mi nombre? — Su mirada no se despegaba de la figura femenina que aunque le dolía admitir... era hermosa.

— Creo, no, de hecho las dos hemos sido testigos de una extraña página web debería decir? Porque claro - bufó - ni uno de tus mejores investigadores pudo encontrar una pieza de mi rostro hasta el sol de hoy.

— Sí, fue un sitio web. Desconozco del autor y de su origen. Era inevitable conseguir información con el período tan corto al que se expuso en pantalla. — Miró a un lado, aún estaban las calles desoladas.— No deberías juzgar a mi equipo de trabajo, ellos han hecho más de lo que te imaginas. — Su mirada se posó en Lisa otra vez.

— ¿Ah, sí? - Levantó una ceja

Rosé dejó que su ira se acumule y se disipase en su interior con un ligero suspiro.

— Quiero que te vayas de Corea y a cambio de devuelvo a tu querido pero patético trabajador.

— ¿Qué? — Preguntó estupefacta.

— Tal y como escuchaste, quiero que te vayas. — Repitió.

Rosé soltó un risilla que claramente puso de mal humor a Lisa. ¿En qué estaba pensando? ¿Quiere que me vaya? Eso no va a pasar.

¿Qué es tan gracioso? ¿Huh? — Cruzó sus brazos

— ¿Me tienes miedo, Lisa? Miedo de que una verdadera agente te esté persiguiendo y que al fin haya dado con el paradero de tu misteriosa identidad oculta desde hace años?

Lisa apretó su mandíbula. Esa mujer me está sacando de quicio... Sus manos se cerraron en puños debajo de la mesa con fuerza.

— ¿Miedo? No me hagas reír. Podría matarte en este mismo instante si es eso lo que quiero. - Saltó a la defensiva.

— No entiendo ¿Por qué sigo viva entonces...?

— Me aburro muy seguido, pero sé que tú me darás un poco de diversión. — La punta de su tacón rozó lentamente el muslo de la oficial.

—No me acuesto con mafiosas. — Su frase salió débilmente.

— ¡Oh!, pero nunca mencioné algo sobre sexo, querida. — Se burló y se levantó de su asiento. Con su mano agarró firmemente el mentón de su contraria y lo levantó para que la mirara.

Sus pupilas se dilataron, su estúpida manera de provocar a la oficial le parecía jodidamente divertido.

— Te daré esta tarde para que lo pienses, cuando finalmente tengas tu respuesta encuéntrame en esta ubicación a la media noche. — El fortachón más grande le dio un papel con direcciones, varias rutas de llegada estaban trazadas con marcador rojo y un gran circulo encerraba una construcción, dando a conocer cuál era el destino final.

Rosé soltó un jadeo de frustración.

— Ven sola, no quiero visitas no invitadas. — Advirtió firmemente.

Bajo las Sombras del Crimen (G!P Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora