La Mejor Venganza de Todas

Capítulo 3.

N/A:  Disculpen la tardanza. Pasaron varias cosas y no encontraba la canción que  quedara al capítulo.

Canción utilizada en este capítulo: "Reckless" de Madison Beer. (Aunque es más para el final del capítulo.)

El anime Inuyasha como sus personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi . Yo solo los tomé prestados para escribir esta historia .

Agradecimiento a mi amiga, Iviidark por ayudarme a escoger las imágenes.         

                        Capítulo 3

                      

                Seis Meses Después

       Si le hubieran dicho a Kagome hace un año que su prometido le era infiel, se burlaría de ellos en su cara y desmentiría los rumores. Si le hubieran dicho hace seis meses que Inuyasha le era infiel con una de sus amigas y que esta estaba embarazada de él, les rompería la cara por hablar mal de su amiga y de su prometido. Es más, si se lo hubieran dicho ayer no les creería, pero ahora ella estaba viendo con sus propios ojos lo que estaba pasando. Inuyasha su prometido, le fue infiel por bastante tiempo y con una de sus mejores amigas. ¿Y lo peor? La muy puta estaba embarazada de él.

       Kagome regresaba con la jarra de agua que su amiga necesitaba a la habitación donde estaba siendo monitoreada ella y el bebé. Kikyo se había sentido muy mal mientras estaban de compras y Kagome insistió en que debía ser vista por un doctor para descartar cualquier problema con el bebé. Habían salido de compras porque Kagome sentía que aún faltaban varias cosas para la habitación del bebé y aunque serían un regalo, ella quería que Kikyo escogiera las cosas a su gusto ya que ella era la mamá. Pero desafortunadamente, a la mitad de las compras Kikyo se empezó a sentir mal y fue cuando Kagome decidió que debían ir al hospital para asegurar que todo estuviera bien.

                     2 Horas Antes

       “Kagome, ¿No crees que ya es mucho lo que hemos comprado para el bebé? Ve todo lo que llevamos. Le dijo Kikyo, señalando las bolsas de compras que ella y Kagome cargaban. Aunque Kikyo solo cargaba dos pequeñas bolsas pues Kagome insistió en no dejarla cargar nada pesado. Es más, si por Kagome hubiera sido, su querida amiga Kikyo tampoco cargaría esas bolsas que ya llevaba.

       “Nada es suficiente para mí sobrinito, amiga”. Kagome le decía con una sonrisa mientras buscaba una banca libre para que Kikyo pudiera sentarse y descansar un poco ya que había notado que su amiga se sobaba el vientre con una mano. Cuando vio la banca, se apresuró a caminar hacia ella y le hacía señas a su amiga con una mano para que viniera a sentarse.

       Cuando Kikyo se sentó suspiró aliviada y Kagome notó eso de inmediato. Así que decidió que ya era tiempo de terminar sus compras y llevar a su amiga de vuelta a su departamento para que descansara. Tomó las bolsas que su amiga cargaba y le dijo que las llevaría al auto mientras ella descansaba un poco más y vendría a la entrada por ella, así ella no tendría que caminar hasta el auto. Kikyo asintió y Kagome se apresuró a llevar las cosas.

       Cuando Kagome regresó a recogerla, vio que la cara de su amiga estaba un poco pálida. “Kikyo, ¿Te sientes bien? ¿Necesitas qué vayamos a un doctor? Con gusto te llevo, amiga”. Le decía mientras le ayudaba a caminar hasta el auto y le ayudaba a subir en él.

Kikyo le dijo que no era para tanto, que con descansar se le pasaría, pero su cara decía lo contrario. Kagome no quería abrumar mucho a su amiga, así que no insistió y manejó hacia el apartamento que las dos compartían. A mitad de camino en la parada de un semáforo, Kagome volteó a ver a su amiga y notó que estaba sudando un poco y se tocaba el vientre. En su rostro se notaba dolor.