Me desperté con los molestos rayos del Sol,posados en mi cara.
Hoy al fin,cumplía mis 15 años.Estaba deseando poder ver a Henry.En este periodo de tiempo,he sentido que estábamos más alejados que nunca.Y por ello,quise comprarnos por nuestro cumpleaños una pulsera en cuya inscripción,pone el nombre de cada uno.No es que nos olvidemos él uno del otro en cuestión de segundos pero,era el único regalo que podríamos compartir.
Nada más desperezarme,mis padres llamaron a la puerta en busca de mi aprobación.
-Adelante-dije con una sonrisa en el rostro,por saber lo que iba a ocurrir dentro de unos instantes.
-¡Cumpleaños feliz!¡Cumpleaños feliz!-cantaban mis padres al unísono con una voz de alegría.Pero,les notaba algo de ¿preocupación en su rostro?
¿Por qué han de estar preocupados?,la verdad es que,no hice mucho caso.¡Era mi cumpleaños!¿lo demás que importaba?
-Cariño-susurro mi madre acariciando mi mejilla-te estaremos esperando a bajo.Vistete,después iremos al Grany's.
Me vestí lo más rápido que pude,estaba impaciente.Tenía que ver a Henry.
Al llegar...le ví, sentado,lo que parecía que él tampoco se esperaba la sorpresa que nos tenían planeada.No pude resistirme y le abrace.
-Feliz cumpleaños -dijimos los dos alegremente.
Trajeron la tarta,parecía tan sabrosa,que la podía haber devorado solo con mirarla.Tenía forma de corazón,con glaseado por encima pero,debajo de los toppings de colorines.Con unas banderitas en las que ponían:Feliz cumpleaños.
Henry y yo,sabíamos perfectamente lo que pediriamos.Que los cuentos de su libro,se hicieran realidad.Tras haber soplado las velas,el aire se llenó de gritos alegres por parte de los presentes.Después de haber intentado devo-digo,comer como una "señorita" según mis padres.Llegó la hora de abrir los tan ansiados regalos.La mitad de ellos eran dinero o ropa,pero algo me impresionó,mis padres me dijeron algo hace años,era algo sobre mi regalo para mi décimo quinto cumpleaños.Era una pequeña caja con un lazito en el que ponía mi nombre.Alexandra.Al abrirlo,no me pude creer lo que se hayaba dentro de ella.Esperé este regalo mucho tiempo y veía que nunca llegaba.Con el tiempo pensé que no teníamos el dinero suficiente para comprarlo.Yo ofrecía mis ahorros,pero,mis padres no permitirían comprarme algo por mi cumpleaños,con mi dinero.Era una manía muy rara que tenían.Pero claro,aun así los amaba tal y como eran.Era un colgante en el que se encontraban dos estrellas idénticas a las que observaba por mi habitación,cada noche,al llegar la hora de acostarme.
Cuando términamos de abrirlos,Henry y yo,nos dirigimos a la puerta.Yo tenía la esperanza de que nadie de los presentes en la celebración saliera,al igual que nosotros.No quería que me vieran dándole el regalo.Pensarían algo equivocado.Yo,al igual que muchos,sabía que Henry tenía sentimientos hacia mi.Yo,no sabía exactamente lo que sentía por él,pero si de algo estaba segura,era de que,éramos mejores amigos.
Al salir,nos dirigimos a un parque que se hayaba allí cerca,allí acudíamos cuando eramos unos críos.Al sentarnos sobre la verde hierba, nos miramos por unos segundos sin saber que decir,hasta que decidí romper el hielo,que nos tenía congelados a ambos.
-Tengo algo que darte-le enseñe la cajita en la que contenía su pulsera.
-No tenías...-no le dejé terminar la frase.
-Venga anda abrelo,no es solo para ti si no,para los dos.
-Deacuerdo-la abrió lentamente,como si tuviera todo el tiempo del mundo en sus manos,como,si estuviera disfrutando cada detalle,que,la caja contenía.
-Es preciosa-comentó él,sin apartar la vista de aquel accesorio.
El silencio nos volvió a congelar,él me miraba como si fuera la única chica en el universo.Me volvió a hechar una mirada y la apartó enseguida.
-¿Que ocurre?-pregunté dudosa,ante aquel acto.
-Lo sabes de sobra contestó seco-No te gusto.
-Henry para mi también es complicado,pero...- no me dejó terminar,porque sus labios se encontraban sobre los míos.
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Técnicamente es una fantasía
RandomAlexandra Herman,es hija de Ashley Boyd(Cenicienta)y de Thomas Herman(Príncipe Thomas).Esta chica,es mejor amiga de Henry Mills,cuyo chico,está pérdidamente enamorado de ella.El día de su décimo quinto cumpleaños, piden el deseo de que los cuentos c...