Plan niñera

¿No es muy obvio?

Este capítulo contiene lo siguiente:
• Disforia de genero.
• Agresión Sicológica.
•Cicatrices de Autolesiones.
•Heridas y moretones.
• Relaciones Sexuales (si no gustas leer esta parte he puesto un aviso por si gustas pasarlo)

Capítulo 8

No era posible.

Él había quemado aquella casa, la había visto quemarse pedazo por pedazo. No era posible que volviera a estar dentro de ella. No quería pero su cuerpo era traicionero. La piel se quema ante el viento caliente. El mismo que sintió al ver como la Mansion Riddle se quemó pero podía sentir la brisa caliente pero el sitio estaba intacto. Quería sostenerse de cualquier cosa con tal de no adentrarse en la mansión, las cosas se espolvorean al tener su contacto.

Era un sueño.

Uno de esos.

Uno con los que Tom solía divertirse.

No podía despertar. Tenía que hacerlo pero no podía.

Era arrastrado hacia su oficina. Conocía a la perfección el camino. La puerta se abría al instante. Cerró los ojos, como solía hacerlo de más joven, listo para tomar su castigo y agradecer por ser redimido y castigado. Cuando Tom podía tenerlo.

Fue soltado al entrar a la oficina.

Pudo verlo sentado, tomando su cigarro y prendiéndolo con elegancia, sin preocupación, ¿pero? ¿Porque la tendría? El mundo está a sus pies.

— Amor.

"Cállate".

— ¿Quién diría que hace unos años estabas de la mano con el mago más poderoso dominando el mundo y ahora siendo la puta del jefe de Aurores? — les soltó el humo en la cara, quería llorar pero al sollozar se dio asco. Su voz era femenina, tan chillona que se mostraba débil. Solo una mujer. — ¿No crees que debería decirle quién decidió que mataran a su...

Un grito lo desvió de todo pensamiento de Tom.

El grito era conocido. Seguía pero ahora eran gemidos y sollozos. Sollozos que quería quitar y proteger al dueño del ruido.

— Ve a hacer tu trabajo, 'Regina'. — Le dijo mientras colocaba su gabardina en sus hombros. — Mientras yo mato al padre, ¿es genial no? Tu mataste a la madre y ahora yo al padre.

Harry gritó más.

Volvía a estar en la cama de Harry, en casa. Su cuerpo se quemaba. Advertía.

"Volvió".

"Volvió".

Busco a Harry. El pequeño está enrollado en una esquina mientras sus pequeñas manos se pegaban en su frente al tiempo rogaba que se detuviera el dolor. Quería ir pero el calor de su sangre y venas le era imposible moverse. El mismo dolor de la guerra. Le impedía ir por su niño. Tom no lo dejaba.

Harry golpeaba su cicatriz haciendo un fallido intento de que el dolor acabará, Regulus por su parte solo sollozaba de frustración. No podía moverse, el miedo lo estaba consumiendo. Quería ir por Harry, tenerlo en sus brazos y quitarle el dolor pero imposible.

— Reggie... — sollozó Harry buscando ayuda del mayor. — Haz que se detenga. Dile que deje de ser malo, no me he portado mal.

Rompió su corazón.

Harry era solo un niño. Un niño a quien le arrebataron a su madre solo por el hecho de ser sangre sucia. Está siendo criado sin una parte importante de su vida y el hecho que nunca podrá describir a su madre porque nunca la vio teniendo memoria, sólo bellas imágenes.