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Ya era un nuevo día en aquel instituto, y un sonriente Changbin iba emocionado por emprender su nuevo plan.
Consistía así:

1: Descubrir cuál era el postre favorito de Christopher, así disfrutará del postre.

2: Conseguir los ingredientes y prepararlo con suma perfección.

3: Hacerle lindas decoraciones y que se vea presentable

4: Cuidar que no le pase nada y entregárselo.

Un plan perfecto y organizado, nada podría salir mal con todo lo que tenía en mente.

- Christopher Bang, vas a sonreír y yo presenciaré ese momento - Se motivó mientras entraba a su salón, saludando a sus compañeros y amigos de forma amigable.

Las clases habían empezado, pero Changbin no estaba concentrado. Se dedicó toda la clase a observar a Christopher de la forma más discreta posible, así tratando de no perderse ninguno de sus movimientos.

Claro que discretamente no era como se definía a ver intensamente el puesto del mayor, mirando varias veces hacia el fondo del salón.

- ¿Por qué lo miras tanto?, ¿Estás flechado por el único hombre que se escapa de tí o qué? - Su compañero de banco, Kim Seungmin, lo empezó a molestar mientras le daba leves codazos, cosa que no hizo por mucho rato porque recibió un golpe en el estómago, sacándole un quejido.

- Cállate, sólo quiero saber que le gusta para hacerle el postre, ya verás que todo saldrá bien - Dijo de forma molesta mientras continuaba con su misión de espiar al castaño que se encontraba dibujando cualquier cosa en su cuaderno.

- En las películas dicen eso y siempre pasa algo malo - Luego de que Seungmin dijo eso, se calló y continuó haciendo el trabajo que la profesora dictaba de la pizarra.

Changbin no tenía interés en el pesimismo de su compañero, ahora estaba concentrado en observar a su víctima.

Mientras tanto la víctima estaba al tanto de la intensa mirada de su crush encima, y vaya que no sabe disimular ni un poco porque literalmente sentía que estaba atravesando su cuerpo con esa mirada tan intensa. Por culpa suya no pudo concentrarse en dibujar ojos humanos en su cuaderno al azar.

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La hora de clases ya había acabado, entonces Christopher al fin pudo levantarse e irse al comedor por algo dulce para comer, siendo claramente seguido por un chico bajito que lo acechaba tal cual fiera a su presa.
¿Ésto se consideraba acoso?, porque realmente pareciera estar acosándolo. Ni siquiera era cauteloso, que al menos finja pasar desapercibido.

Changbin quería saber que cosa podría gustarle a Christopher para que pueda hacer el postre de ese sabor, pero lastimosamente sus planes se vieron frustrados por culpa de un grupo de cuatro chicas.

- Changbin oppa - Habló una chica alta de cabello rubio y largo, Jeon Somi - Yerim quiere confesarle algo - Habló entre risas junto a otras dos chicas, mientras que la mencionada anteriormente se encontraba avergonzada y con una carta en sus manos.

Oh mierda, ¿Justo ahora se le venían a confesar?, siempre lo molestan en el peor momento.

- T-Tome - Le entregó un sobre con un sellado de corazones y se fue corriendo mientras chillaba por la vergüenza.

- ¡Esperanos! - Gritó una de las chicas y se fueron corriendo tras ella.

Ya después leería la carta, ahora debía encontrar a Christopher o perdería su oportunidad de saber que le gusta.

- Por la cresta, ¿Dónde se metió ahora? - Exclamó con molestia, debido a que fue al comedor, pero no lo encontró por ninguna parte.

Sus planes se vieron afectados por culpa de una chiquilla enamorada, que estrés.
Ahora debía esperar hasta el siguiente recreo.

- Hey, Binnie bobin bobito - Escucha la voz de su amigo, Han Jisung, quién se encontraba molestándolo - ¿Qué pasa enano? -.

- Jisung, me ganas por un centímetro, no entiendo porque me llamas enano - El mayor fue callado por el dedo índice del contrario.

- Shhh y ese centímetro es el suficiente para burlarme de tí - Le mostró una leve sonrisa mientras le guiñaba el ojo - En fin, ¿Qué te sucede?, Seungmin me dijo que estabas concentrado en el calladito del salón, ¿Acaso te gusta? -.

"Que chismoso", pensó, frunciendo el ceño por tal ridiculez, ¿En serio creían que le gustaba?, ¡Por favor, no niega que es lindo, pero sólo quiere hacerle un postre!, ¿Tan complicado era entender eso?. Al parecer la gente siempre se metía en asuntos que no les corresponde.

- No es eso, es que quiero averiguar qué le podría gustar porque le haré un postre -.

Los ojos de Jisung se iluminaron y trató de aguantarse la risa con sus propias manos en su boca, causando que Changbin haya fruncido nuevamente el ceño.

- De todas las personas, ¿Tenías que fijarte en el que ni siquiera te mira?, ¡No puede ser! - Empezó a reír a carcajadas, causando que la gente a su alrededor los mirase de forma extraña.

- ¡Cállate, no es que me guste! - Le dió un golpe en su brazo, obteniendo un quejido del contrario.

- ¿A Changbin le gusta alguien? - Una tercera voz se unió a la conversación, llamando su atención.

- ¡Es un milagro, Minho, a Changbin finalmente le gusta alguien, pero justo le gusta uno que ni se fija en él! - Otro golpe fuerte proporcionado en su brazo, causándole otro quejido - ¡Deja de golpearme! -.

- ¡Y tú deja de decir mentiras! -.

- Al menos golpeame en el otro brazo, en ese me vacunaron y me duele como el infierno - Acarició su brazo izquierdo en modo de calmar el dolor.

- ¿¡Y yo que iba saber!? -.

- Ya cálmense, par de enanos - Se cruzó de brazos y suspiró - Changbin, si te sirve de algo, a Christopher le gustan las oreos - Dicho esto, tomó del brazo al menor de los tres y se fueron de ahí.

"A Christopher le gustan las oreos", su mente repetía esa oración una y otra vez, dándole la idea de hacer un postre de oreos.

- ¡Lee Minho, eres un genio! - Ese grito llamó la atención de la gente alrededor, pero le valió muy poco y simplemente salió corriendo a su clase porque iba tarde al exámen de contabilidad.

Ahora Changbin sabía que hacer.

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°•✦¡𝑷𝒐𝒔𝒕𝒓𝒆𝒔!✦•° 《ℂ𝕙𝕒𝕟ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora