DETRÁS DE LAS PAREDES DE CERA (Vincent Sinclair x tu).

CAP 3. MAESTRO DEL ESCONDITE.

Aquel chico francés estaba harto de escuchar a sus amigas cantar una tras otra canción de su banda favorita, porque a pesar de haberse encerrado en la camioneta de ____, lograba escuchar los "cánticos" que más bien eran gritos insoportables de esas dos mujeres que bebían cerveza y bailaban alrededor de un bafle pequeño de mano, André no podía hacer más que intentar mantener la calma y esperar a aquellos que se habían ido. Dentro del auto descubrió que su compañera de viaje había dejado su celular dentro, un BlackBerry Touch completamente nuevo, "Esto esta tan nuevo que solo yo tengo el pin" pensaba André mientras recordaba que hacía menos de una semana lo habían comprado, "¿Será que se llevó el otro celular?" se preguntaba mientras lo buscaba, al final terminó por llamar, y una melodía singular comenzó a sonar, "tananana tananana tanananananaaaaa" el nokia 6600 de la chica estaba dentro de la guantera.

- Oyeeeee abre - Dijo Julieth tocando el vidrio de la ventana donde se encontraba André generando que el rápidamente suelte el nokia

- ¿Puedo ayudar en algo? - pregunta André sin muchas ganas

- Si este...¡O por Dios, ese en un BlackBerry touch! pensé que solo Maryanne tenía uno ¿Me das tu pin? - dijo la pelinegra emocionada

- ¿Un touch, imposible si es original no? - Dice Maryanne acercándose a la camioneta - Aunque si esta nuevo es porque lo compró hace poco, están más baratos, el mio si lo compre antes del lanzamiento - Habló bastante orgullosa

- No es mio, es de _____, cuando venga ella seguro te lo dará - dice André guardando el celular - ¿Para qué me necesitabas? -

- Oh si, es verdad, ¿podrías ir al pueblo a ver si consiguieron lo que necesitaban? es que llamamos y llamamos a Zarick y no contesta - Dije Julieth mostrándole el BlackBerry bold blanco de sus manos

- ¿Ya llamaron a Steven? - preguntó André mientras llamaba al mencionado - No contesta - 

- Entonces podrías ir, si no salimos en dos horas será tarde para llegar al concierto - Julieth pone sus manos a modo de rezo mientras le hace un puchero

André sin que Julieth le hiciera ese teatro estaba feliz de poder ir al pueblo, ya que Julieth y Mayanne lo tenían loco con tantos gritos desde las 9 am - Claro que iré, solo no se despisten chicas esto de todas formas es un bosque - a pesar de todo André se aseguraba de protegerlas

- Tranquilo mi rubia, que no sabe pronunciar la "egge" nosotras nos sabemos cuidar - interrumpe Maryanne mientras imitaba la forma en la que André hablaba

- Oui, oui au revoir (Si, si adios)- exclamo André para emprender la marcha hacía Ambrose

- ¿Tu entendiste que dijo? - Preguntó Julieth a Maryanne

- Pfff...Obvio dijo que vendría pronto -

- ¿Pero Oui no era "si"? -  señala Julieth con una ceja levantada confundida

- Sacrebluo, croassant, baquet, ¿Eres tu la que está estudiando francés? no verdad entonces no seas una petisuis y creeme cuando te digo que André dijo "nos vemos pronto" - 

A unos veinte minutos de donde estaban las chicas discutiendo sobre que había dicho su amigo francés, un par de gemelos se había encontrado en la entrada del pueblo listos para subir a una camioneta que el gemelo de Vincent había acondicionado para que fuera a su vez una grúa, Bo estaba eufórico, era apenas medio día y las cosas estaban de maravilla, Vincent posiblemente ya tenía a la chica que entró en la casa de cera como otra escultura, y él ya había matado a un chico y una chica estaba completamente inconsciente en su taller, realmente a esta última no había sido tan difícil reducirla a una masa de carne inconsciente, pues un golpe con una sartén en la cabeza le bastó para que esa grosera, entrometida no molestara más, claro que con la experiencia que le quedó de la última vez hace siete años con esa pelirroja que se safo de sus ataduras, ahora el método era diferente si quería usar a las chicas después de la matanza, las dejaba inconscientes, las amarraba con una cuerda que colgaba del techo, ponía pegamento y cinta americana en sus labios y por último ataba una venda alrededor de los ojos.