Encuentro Silencioso y La Mirada del Misterio

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Meses habían pasado desde que Josuke y su familia se mudaron de Osaka a Tokio debido al trabajo de sus padres. Josuke y sus hermanos, Masayoshi "Ryo" Miyamoto (el mayor, de 19 años) y Goro "Gordo" Miyamoto (el menor, de 14 años), no tuvieron más remedio que aceptar la mudanza a pesar de sus quejas. Josuke, por su parte, se sentía aliviado al no tener que soportar el bullying en su antigua escuela.

La familia Miyamoto se estableció en un pequeño suburbio al llegar a la ciudad. Todavía estaban en vacaciones de primavera, y a Josuke no le gustaba socializar tanto como a sus hermanos. Prefería pasar el tiempo en su habitación, tocando su guitarra y practicando para llegar a ser como su ídolo, Eddie Van Halen. Finalmente, Josuke fue inscrito en la escuela preparatoria Shuka.

Siendo un chico de segundo año, Josuke esperaba que el cambio de escuela no fuera tan complicado. En su primer día de clases, mantuvo un perfil bajo, evitando llamar la atención. Sin embargo, todo cambió cuando cruzó miradas con una chica de cabello rosado, que llevaba lazos de pelo con cubos azul y amarillo en el lado derecho de la cabeza. Fue como amor a primera vista para ella, aunque Josuke intentó no darle importancia, pensando que era una chica común y corriente.

A pesar de sus esfuerzos por ignorarla, Josuke notaba que últimamente sentía la mirada de Hitori ("Bocchi"), quien se sentaba al fondo del salón. Según había escuchado de sus compañeros, Hitori era una chica que no hablaba con nadie. Josuke la tildaba de rara y la ignoraba, aunque irónicamente él también sufría de bullying. Algunos compañeros lo llamaban "Hitori 2.0" por ser tan introvertido y desconfiado.

Mientras tanto, Hitori soñaba con poder tener una conversación normal, especialmente con Josuke...

En la cabeza de Hitori: "Ugh, solo espero tener la oportunidad de hablar con él hoy... ¡Vamos, Hitori, no te rindas ahora!"

Josuke, sentado como de costumbre, miraba por la ventana. Solo quería regresar a casa sin ser notado por los bullies. La semana pasada lo habían golpeado y él se había defendido con uñas y dientes. Su mente divagaba en llegar a casa, seguir tocando la guitarra y tal vez sacar a pasear a su perrita.

Hitori continuaba mirando a Josuke, tratando de reunir la valentía para hablar con él. Pensaba una y otra vez: "No, no podría hablar con él todavía. Tendría que pensar cómo iniciar una conversación con él en primer lugar", pero aún no se rendía.

La desconfianza de Josuke lo llevó a voltear a verla. Creyó que esa tímida chica de cabello rosado se estaba burlando de él, así que simplemente la ignoró y siguió pensando en sus planes para cuando llegara a casa.

El hecho de que Josuke la estuviera observando hizo que Hitori se sintiera aún más nerviosa. Sin darse cuenta de que él pensaba que se estaba burlando de él, continuó mirando de reojo a Josuke, sintiendo que debía hacer algo para hablar con él. Las horas de clase pasaban lentamente.

El tictac del reloj se escuchaba en el aula mientras Josuke se limitaba a apuntar lo que la profesora escribía en el pizarrón. Internamente, también estaba nervioso, temiendo ser detectado por sus bullies durante el recreo. Sabía que faltaba poco para el primer recreo y que, al sonar el timbre, sus bullies saldrían de sus otras clases a buscarlo.

Pero Hitori había estado notando la tensión que emanaba de Josuke. Sentía que había algo más que lo ponía nervioso además de su timidez natural. Cuando llegó el recreo, decidió seguir a Josuke, aún demasiado asustada para hablar con él, pero lo suficientemente preocupada para asegurarse de que estuviera bien. No sabía que Josuke era víctima de bullying.

Cuando sonó el timbre, Josuke supo que esa era la señal. Sin decir nada, se levantó rápidamente y salió del aula, caminando con prisa en busca de un lugar donde esconderse.

Cuando Los Introvertidos Cruzan Caminos (oc x hitori gotoh)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora