𝒊𝒊𝒊. 𝗺𝗮𝗻𝗶𝗽𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶ó𝗻

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Los días pasaron y para la fortuna de Tiago, Mauro no volvió a comportarse de esa manera

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Los días pasaron y para la fortuna de Tiago, Mauro no volvió a comportarse de esa manera. Agradecía que no le sacara más problemas, porque realmente lo tenía cansado eso.

La misma tarde en su departamento los habían invitado a un asado en casa de Lombardo, como siempre solían juntarse.

Estaban en el living de su apartamento buscando lo último que tenían que llevar, revisando una y otra vez para no olvidarse de nada.

—¿Llevás todo, Mau? —preguntó tomando las llaves para cerrar, se encontraban ya fuera de su apartamento.

—Si, creo que sí —respondió algo seguro el ojiverde. Él morocho lo tomó como un sí y cerró el apartamento.

Cuando llegaron al ascensor presionaron el último piso y las puertas se cerraron, unos segundos pasaron y se detuvo, indicándoles que había alguien más que bajaba.

Las puertas se abrieron en el quinto piso, entró una chica algo bajita, ojos color almendra, muy linda a primera vista.

Mauro resopló molesto al ver como le daba cierta sonrísa a su pareja, quien inmediatamente se dió cuenta de esto.

Tiago solo miró hacía el frente buscando no mirar más a la chica, ni siquiera tenía otras intenciones pero la mirada de Mauro lo ponía nervioso, era como si supiera lo que estaba pensando.

La chica buscó conversar ya que estaba tardando un poco el ascensor en bajar, gran error, Tiago respondía por mero compromiso dándole respuestas cortas pero amables.

Mauro observando toda la escena resoplando una última vez, apretó su mandíbula, el morocho rezaba porque Mauro no hiciera otras de sus escenas.

—¿De qué piso son?, disculpa si suena medio metida pero nunca los había visto —habló con amabilidad.

Tiago iba a responder como las últimas veces pero Mauro lo interumpió algo molesto.

—¿A vos qué te importa?, metida de mierda —lo último lo susurró, esperaba que lo haya escuchado, porque lo tenía harto con sus preguntas insistentes.

—Mauro... —calmó con suavidad a su pareja, tomó su mano pero Monzón la quitó rápidamente.

El ascensor sonó, al fin había llegado al último piso. La chica se quedó algo sorprendida por la actitud del peliblanco, quien era un total desconocido para ella.

—Disculpa, de verdad —murmuró a la chica antes de salir detrás de su novio, quien parecía furioso —. ¡Mauro, pará!.

Monzón no lo escuchó y se apresuró al llegar al coche, el único error que cometió fue no haber traído su auto, pues el único que tenía las llaves del que estaba estacionado frente a él, era Tiago.

Mauro resopló nuevamente molesto y se alejó de las explicaciones de Tiago, una vez más.

—Mauro, pará ¿qué te pasa?.

—¿Qué me pasa?, pasa que sos una mierda Tiago. Te importa una mierda que yo esté a lado de vos y esa metida está preguntándote miles de cosas —soltó furioso, estaba casi rojo del enojo —. Me hacés sentir mal, como si no fuera suficiente para vos —dijo ahora cambiando su tono de voz a más suave, ese que siempre utilizaba para hacerlo sentir mal.

Otra maldita mentira.

Tiago mordió labio mirándolo fijamente, su mente trataba de buscar las palabras correctas o solo ir a abrazarlo, recordarle que siempre iba a estár él.

Dejó salir un sollozo que fue audible para cualquiera que estuviera en el estacionamiento, el morocho se acercó rápidamente a consolarlo de nuevo.

—Por favor no llorés, perdón hacerte sentir así, no sabía. Mau, te juro que no pienso en nadie más que seas vos, te amo solo a vos —aseguró con cierta ternura.

Había algo en el morocho que no lo hacía sentir del todo seguro de sus propias palabras, queriendo creerlas él mismo.

Él peliblanco limpió sus lágrimas y se escondió en él, buscando su calidez en el abrazo.

—¿Me lo prometés, Tiago?, ¿me amas solo a mí? —replicó inseguro.

Tragó saliva, suspiró suavemente y le dedicó una sonrisa sincera.

—Sí, Mauro, te amo, como no tenés idea —dijo sincero.

Mauro sonrió ante las palabras y lo besó, pero el morocho solo sintió como un nuevo peso se instalaba en él.

666 palabras número del diavloola, ls quiero💞 espero q les gustecada 8 meses me presentosigo enfermo, x eso notoy tan al pendiente acáuna disculpaa

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666 palabras número del diavlo
ola, ls quiero💞 espero q les guste
cada 8 meses me presento
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una disculpaa

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