Los días pasaban y habia dejado de hacer muchas cosas.
Dejó de cocinarse a sí mismo, pidiendo solo comida por internet, no tenia ánimos de cocinarse, odiaba sentir que era tan dependiente a él.
También había dejado de contestar el teléfono, aunque éste ya se encontraba apagado, no importandole mucho, para él era mejor.
No había salido de su habitación, eso sí, tati, su gata estuvo ahí siempre. Comenzaba a creer que ella juzgaba sus acciones, estaba vuelto loco.
-¿Crees que hago mal? -preguntó a la gatita acostada en su pecho, quien solo se acurrucaba un poco más en su pecho.
No recibió una respuesta, como ya lo esperaba.
-¿Vos si me querés como soy, tati? -cuestionó al verla ya casi dormida en el mismo lugar. Ella ronroneó en respuesta, sacandole una leve sonrisa.
Siguió la tarde y la noche viendo películas, pidió de nuevo comida por la misma aplicación de hace días. Estaba deprimido en él mismo.
-Na, no me mirés así -le habló a la gata que estaba sentada a lado de él en el sofá.
Porque sí, porfin se había levantado de la cama. Pero detrás de esto solo era que, había recibido un mensaje de Mauro. Sí, otra vez ese pelotudo lo contactó.
Y él no se pudo negar, nunca podía.
Llevó a tati con él como apoyo emocional, y ahora parecía que la gata no estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo.
-¿Qué tal si esta vez si cambia, tati? -preguntó ilusionado -. Lo extraño mucho -murmuró bajito.
Tati se acostó en sus piernas acomodandose en éstas, queriendo dormir un poco más. Era tan dormilona como Mauro.
Sacudió la cabeza no queriendo recordarlo.
Se concentró en el mensaje, intentado pensar que hacer. Pero como siempre volvió a contestar, cayendo de nuevo a sus pies.
-Ojalá que esta vez si cambies, Mauro -murmuró para él mismo.
Tati se removió entre sus piernas como si de nuevo, no estuviera de acuerdo, generandole una sensación rara en el estomago.
-No sé sí hago mal -dijo acariciando su cabecita, mandó aquel mensaje y apagó su celular concentrandose en las caricias a su gata.
Pasaron algunas horas y por primera vez en la semana hizo la cena, de nuevo en compañía de su gatita, amando mucho más a la pequeña animal.
-¿Querés probar?, quedó buenísimo -preguntó a Tati que estaba sentada en una silla del comedor.
Le dejó un trozo de la comida que estaba cocinando, ella lo aceptó gustosa dejando un rato en paz a su dueño.
Tiago volvió a la cocina, terminó de condimentarla y apagó la lumbre. Sirvió en su plato un poco y disfrutó unos minutos aún en compañía de la gatuna.
Pero la puerta del departamento fue tocada, y la tensión comenzó a crecer en él, sabiendo ya quien podría ser.
Suspiró intentando desaparecer los nervios, Tati salió corriendo no dejando que Tiago pudiera sostenerla para que le diera apoyo emocional.
Caminó a la puerta encontrándose a la gata ahí, rió levemente. Sintiendo un poco de presión recordó sus palabras aquella noche, lastimandolo un poco.
Ignoró esto y girando la llave abrió por completo la puerta, dejando ver la misma silueta de su novio, o ex novio, ya no lo sabía.
Entró en pánico y por impulso entre cerró la puerta que fue detenida rápidamente por Mauro.
-Pará, Tiago. Quiero hablar, ¿sí? -
oli subo algo pq
ns q hacr
los quiero 💞💞🤓
(un sharau pa mi perrito x él
me base en este capítulo, él único q me soporta jajsja)
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𝗶❜𝗮𝗺.
Fanfic【 ❛❛tus te amo no son falsos pero vienen con fecha de vencimiento❜❜. 】 𝗜❜ 𝗔𝗠. ❪ 𝗂𝗇 𝗉𝗋𝗈𝗀𝗋𝖾𝗌𝗌 ❫ ━━tiago comienza a tener inseguridades en su relación con lit.