Kim Dokja se enamora perdidamente de Yoo Joonghyuk, pero no logra ser correspondido. Kim Dokja apesta en el romance. No importa, SP también apesta.
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: Yᴏᴏ Jᴏᴏɴɢʜʏᴜᴋ ɴᴏ ᴄᴏʀʀᴇsᴘᴏɴᴅᴇ ᴀ ᴋɪᴍ Dᴏᴋᴊᴀ, ᴀʟsᴏ Sᴇᴄʀᴇᴛɪᴠᴇ Pʟᴏᴛᴇʀ sᴀʟᴠᴀᴊᴇ ᴀᴘᴀʀᴇᴄᴇ.
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Estaba seguro de que ninguno de los dos habría podido dormir esa noche.
Solo se levantó del sofá cuando escuchó su alarma sonar desde donde había dejado su teléfono horas antes.
Se las arregló para cambiarse y salir de casa, pero regresó poco después de haber estado a punto de caerse varias veces. Decidiendo que su mente estaba demasiado desorganizada como para ir al gimnasio,
Regresó a casa y comenzó a preparar el desayuno, prefería tener algunos cortes en los dedos en lugar de tropezar en la cinta de correr, caerse y partirse el cráneo con una barra.
Sus enemigos, que habían gastado toneladas de dinero intentando matarlo, llorarían lágrimas de sangre si descubrieran que todo lo que necesitaba era un error de borracho y una cinta de correr para acabar con él.
A las seis, Dokja se dirigió a la cocina, casi saltando de su piel cuando vio al mayor junto al fregadero.
El silencio era asfixiante.
—Buenos días— se obligó a decir, se dio cuenta de que era Dokja el que lo saludaba con palabras o con una sonrisa.
—Buenos días—
El lector no hizo ningún movimiento para entrar o salir de la cocina, simplemente se quedó allí, clavado en el lugar.
Casi había comenzado a pensar que se habría dado la vuelta y se habría alejado cuando Dokja finalmente avanzó y se dirigió a la cocina.
—Terminaste tu entrenamiento temprano hoy— dijo
Esa declaración habría sido suficiente para arreglar todo y devolverlo a la normalidad si se hubiera dicho en un tono alegre. La voz tranquila que había usado sólo clavó más su pesar.
—Te despertaste temprano hoy— no intentó ocultar la amargura en su voz.
Jugueteó con el teléfono en su mano—No dormí— confesó.
—Yo tampoco—
—Lo supuse—dijo mientras guardaba su teléfono en el bolsillo de su pantalón.
Sus ojos siguieron al hombre, mientras sacaba su taza de café. Dokja se movía por la cocina, preparando su café y permaneciendo a unos treinta centímetros de distancia en todo momento.
