Capítulo 13

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Narra Nathan:

Me encontraba con Snow en la cocina, de vez en cuando miraba por la ventana hacia donde enterramos a aquellas personas que nos acogieron, me entristecía pensar que buenas personas como ellos han acabado así. Salí de mis pensamientos al escuchar una voz a mi lado, me giré viendo los grandes ojos azules de Snow posados en mi con cara de preocupación.

-Snow: Nathan... Estas bien?

-Nathan: Eh?... Si, si, solo estaba...

-Snow: Les echas de menos verdad?

-Nathan: No voy a mentirte.... Eran muy buenas personas...

Snow volvió a la mesa donde estaba cortando unas patatas mientras que yo estaba lavando algunar verduras. Nos quedamos un rato en silencio hasta que ha mis espaldas escuché sollozos intentando ser disimulados, me di la vuelta acercándome a Snow abrazandola desde la espalda, sabia que estaba asi por mi estado y no quería que afectase a nadie.

-Nathan: Perdóname, no quería que te sintieras mal...

Ella se giró y mientras yo me agachaba poniéndome a su altura cogí un pañuelo y sequé sus lágrimas, ella miraba hacia abajo sonrojada, creo que no le gustaba que le trataran como una niña pequeña pero esta vez lo necesitaba. Agarré con el pulgar su barbilla levantando su rostro para contemplarlo mejor, me parecia tan mona y tan indefensa, daban ganas de abrazarla. Aparté de su cara un par de mechones rizados de su pelo y ella escondió su cabeza en mi cuello abrazando mi costado, yo le respondí igual acariciando su suave pelo para calmarla. Nos separamos y ambos nos sonreimos en señal de que todo iba bien, continuamos preparando la comida y llamamos a los demás para que fuesen viniendo, nos sentamos en la mesa, parecíamos una familia, me agrada que todos estemos asi y que nos llevemos bien.
Al terminar todos ayudaron a limpiar para luego irse cada uno ha hacer lo que quiera, Snow se fue a fuera y yo la seguí, no sin antes ponerme una camisa de manga corta blanca, unos pantalones arreglados beige y unos zapatos de paseo marrones, acto seguido salí hacia donde se encontraba Snow, estaba sentada apoyada en un árbol mientras miraba las hojas de los árboles, yo me acerqué a ella en silencio hasta que me vio y me sonrió.

-Nathan: Veo que encontraste un lugar tranquilo y agradable

-Snow: Si, con el día que hace se está muy agusto

Me ofreció sentarme a su lado, algo que hice con mucho gusto. Apoyé mi cabeza hacia atras en el tronco del árbol, cerrando los ojos, escuchando cada sonido que proporcionaba la naturaleza, noté algo rozando mi mano y me paré a observar, era la delicada mano de Snow, ella me vio mirando aquel momento y rápidamente apartó su mano mirando hacia otro lado intentando disimular su cara sonrojada. Sonreí con ternura al verla, no iba a dejarla de esa manera asi que posé mi mano sobre la suya, se giró y me miró confundida a los ojos.

-Nathan: No estabas buscando esto?

-Snow: Eh... Y-yo... Es que....

Estaba mas sonrojada que nunca, ademas de nerviosa. Yo sonreí sin problema, sabía lo que buscaba en mi, lo mismo que yo en ella.

-Nathan: Si quieres puedes acercarte mas

Agarré su cintura apegándola a mi pecho, la miraba de reojo, al principio se veía confundida, luego se acomodó y de ella salió una pequeña sonrisa, me encantaba, es tan dulce. Comencé a acariciar su mejilla y a jugar con su pelo, en unos minutos quedó dormida sobre mi, estuvimos un rato fuera hasta que empezó ha hacer algo de viento frio, cargué con Snow y fuimos a casa.
Al entrar la llevé a su habitación dejándola con cuidado sobre su cama, me levanté un momento a observar, su cuarto tenía un color celeste con algunos tonos color crema y dibujos anime. Rei al ver la habitación, luego de eso arropé a Snow, besé su frente y salí de su cuarto cerrando la puerta en silencio.
Entré en mi cuarto donde me senté en mi escritorio a leer un libro, en frente de este tengo una ventana donde de pronto algo hizo sombra impidiendo pasar los rayos de luz hacia mi habitación, alcé mi vista y vi a mi padre asomándose llamando a mi ventana, como no la abrí, no iba a dejar a mi padre fuera.

-Slender: Hola Nathan

-Nathan: Hola papa. Qué te trae por aqui?

-Slender: Quería venir a ver como te iba, se que es duro al principio manejar tu transformación pero...

-Nathan: Oh, no, no te preocupes, me va bien

-Slender: Bien... Como estas tus compañeros?

-Nathan: Muy bien, de hecho, nos llevamos demasiado bien

-Slender: Me alegro... Oye tengo que irme, vendré en otro momento a verte...

-Nathan: De acuerdo, hasta luego entonces!

-Slender: Adios hijo...

Aun se me hace raro que alguien como Slenderman me llame hijo, tendre que ir acostumbrándome. Salí de mi cuarto al baño, dentro de el, me quité mi ropa dejándola bien puesta sobre el inodoro y me metí en la ducha, sentía como las gotas de agua chocaban en mi piel, a la vez me recordaba a aquella pequeña a la que he arropado antes, había algo en ella que me gustaba, unas veces su forma madura de ver las cosas, otras veces su timidez y su lado infantil de niña buena. Despues de un rato pensativo salí de la ducha y me coloqué una toalla, salí del baño aun mojado a vestirme a mi cuarto, en eso la puerta del cuarto de Snow se abrrió dejando ver una chica con el pelo algo revuelto frotando sus ojos. Posó su mirada en mi, en cuestión de segundos ya estaba colorada.

-Nathan: Estas bien?

-Snow: S-si, s-solo voy a-al baño....

Andó rápido hasta la puerta del baño y se encerró en el, yo de igual entré en mi cuarto buscando en mi armario algo cómodo para ponerme. Terminé con un polo a rayas azul marino y blanco, unos vaqueros y zapatillas blancas. Antes de salir llamaron a mi puerta, me extrañe ya que nadie viene a mi cuarto.

-Nathan: Adelante!

-Snow: Nathan....

Miré y tras la puerta se asomaba Snow.

-Snow: Quería darte las gracias por llevarme a mi habitación mientras dormía...

-Nathan: No ha sido nada, no quería despertarte, estabas tan mona...

Se sonrojó al escuchar aquello, de hecho, aquello me salió solo, ni siquiera tenía pensado decírselo, me di la vuelta sonrojado mientras doblaba mi ropa, Snow se puso a mi lado observando lo que hacía mientras jugaba con las puntas de su pelo, incluso desde aquí se olía su perfume.

-Snow: Lo haces muy bien...

-Nathan: Jaja, gracias (supongo)

-Snow: Bueno yo me voy...

Antes de que se fuera agarré con cuidado su brazo para luego pegarla a mi, su mirada se alzó hacia la mia, una de mis manos acariciaba su mejilla mientras que la otra se posaba en su cintura, fui acercando mi rostro al suyo despacio, antes de hacer nada susurre a su oido todo lo que me gustaba de ella, notaba como su cara ardía por cada frase que le decía al oido. Volví a juntar nuestras miradas, Snow alzó una de sus manos agarrando la mia, entrelazándola con sus dedos, acerqué mis labios a los suyos, rozándolos, notando su respiración sobre los mío, aquello de unío dando lugar a un beso lento y a la vez hermoso, notaba como estaba saboreando mis labios, como los estaba buscando. Nos separamos un momento para poder cogerla en mis brazos y continuar con el beso, sus brazos rodearon mi cuello mientras que los mios, uno de ellos agarraba su espalda, el otro sujetaba sus piernas, ella pasaba sus manos por mi pelo. Separamos nuestros labios manteniendo nuestras frentes una pegada a la otra, ambos respirábamos despacio pero tomando grandes bocanadas de aire.

-Snow: Nathan... Te quiero...

-Nathan: Yo tambien mi reina...

Ambos sonreimos y nos mirabamos a los ojos, ninguno de los dos quería irse, había sido un beso perfecto, demasiado como para ser el primero, ahora solo quiero estar con ella en mas momentos así, ahora mismo es lo que mas aprecio en este mundo.

Los hijos de los creepysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora