UNA BONITA NOCHE: ASLAN SE MUERE Y PETER Y ANA DISCUTEN

35 4 0
                                    

(Punto de vista de Annabelle)

Aslan no parece feliz. La Bruja Blanca renunció a su derecho sobre Edmund, pero no creo que lo haya hecho por pura amabilidad y no es lo que se dice super generosa.

Ahora mismo estamos ya en la tienda, a punto de ir a dormir.

-Estoy preocupada, -digo yo.

-¿Por? -me dice Susan.

-Por Ed, a quien Jadis no quiere ver más que muerto, -respondo, y sé que lo que voy a decir a continuación le va a encantar- y también por Peter, él me preocupa muchísimo, la batalla está cada vez más cerca, la Bruja Blanca quiere matarnos y él va a estar en el frente...

Me callo angustiada, menos mal que Lu ya se ha quedado dormida.

-Uhhhh... -dice Su con un tono bastante repelente- parece que mi hermano te importa mucho, yo diría que...

-¡No lo digas! -le interrumpo- No me gusta Peter y se acabó. Además, con la batalla inminente no es buen momento para distraernos.

-Como quieras -me dice ella.

Damos por terminada la conversación y nos acostamos.

Yo ya llevo sobre una hora mirando al techo y contando ovejitas. Si alguien tiene curiosidad llevo quinientas, aunque tuve que volver a empezar un par de veces porque me perdí.

Dejando de lado las ovejitas, decido salir a dar un paseo, necesito aclarar mis pensamientos, estoy preocupada por los Pevensie y, aunque no se lo conté a Susan, también por Aslan.

Abandono la tienda echando una capa sobre mi ligero camisón de seda blanca.

Subo hasta una colina y me siento en el verde césped a contemplar las estrellas.

Estaba observando el bello cielo narniano cuando oigo pisadas a mi espalda. Me giro y cargo mi arco con rapidez apuntando hacia el ruido. Veo surgir una figura. Bajo el arco cuando la reconozco.

-Peter me has asustado -digo sonriendo.

-¿El qué te ha asustado exactamente?, -dice con guasa- ¿Mis músculos? ¿O tal vez mi gran inteligencia?

-Ninguna de esas -digo- pero ahora me estoy preocupando seriamente.

-¿Por? -dice él confuso.

-Por tu falta de cerebro -digo yo, y ambos soltamos una gran carcajada.

-Bueno, ¿Qué hacías aquí? -me cuestiona mientras nos sentamos otra vez en el pasto.

-Relajarme, no podía dormir. -digo.

-Yo tampoco. -me dice él- ¿Y por qué no podías?

-Estoy muy preocupada Peter, -le respondo, creo que a él sí le contaré lo de Aslan, merece saberlo- por vosotros sobre todo, pero también por Aslan.

(Punto de vista de Peter)

Sentí mariposas en el estómago cuando Ana dijo que se preocupaba por mí. Vale, no lo dijo exactamente así, pero me incluía, es lo que cuenta ¿No?

Me extrañó que estuviera preocupada por Aslan y así se lo hice saber:

-¿Por Aslan?

-Sí, -me respondió con una voz insegura, cosa extraña en ella- después de que la bruja se fuera y renunciara a la sangre de Ed, Aslan no parecía feliz, creo que algo de lo que hablaron allí no está bien.

-Espera, -digo algo enfadado- ¿No te alegras de que renunciara a Edmund?

-Claro que me alegro Peter, pero tienes que entender...

-¿¡Qué tengo que entender Anna, que te preocupas más por un león que apenas conoces que de mi hermano!? -cuando me doy cuenta ya le estaba gritando.

-No Peter, Ed me importa mucho y eso no voy a permitir siquiera que lo dudes -dice ella con una voz fría e indiferente- pero Aslan es muy importante para esta gente, y a pesar del poco tiempo que llevamos aquí también se ha convertido en alguien importante para mí de ahí que esté preocupada por él. De todas formas, no debería habértelo dicho, debí haber sabido que no lo entenderías.

Ya estábamos ambos en pie, así que ella recogió su carcaj del suelo (el arco lo llevaba a la espalda) y se fue sin hacer ningún ruido.

(Punto de vista de Annabelle)

De verdad, después de tantos años, no puedo creer que piense así de mí. Que crea que no me importan, que no me importa.

Esos son mis pensamientos desde que me alejé de él.

Ahora mismo estoy de vuelta a la tienda, con más dudas que cuando salí y con menos respuestas.

De pronto, oigo a alguien pasar cerca de la tienda. Me parece que Lucy también lo escuchó, bueno, es eso o que se volvió sonámbula. Personalmente, me decanto por la primera opción.

Mi mejor amiga también se despierta y las tres nos ponemos los vestidos, cogemos los regalos que nos dio Papá Noel y salimos apresuradas para seguir a quien resulta ser Aslan.

-Niñas que hacéis aquí -nos dice con una voz calmada.

-No podíamos dormir señor -le respondo con sinceridad.

-¿Podemos acompañarte? -pregunta Lu.

-Claro, me alegraré de tener compañía -le responde el león.

Caminamos en silencio durante un buen rato, hasta que nos dice:

-A partir de aquí he de seguir solo.

Asentimos, y le vemos dirigirse al campamento de la Bruja Blanca, Lu intenta seguirle, pero su hermana le corta el paso y yo solo le veo ir.

Aslan avanza en medio de abucheos, la Bruja ordena que le aten y después que le afeiten la melena, puesto que así su humillación será mucho mayor.

Veo a Aslan a los pies de Jadis y se me empañan los ojos, las tres nos abrazamos cuando la vemos alzar el cuchillo. Lo siguiente que escucho, mientras las lágrimas ruedan por mis mejillas es el último rugido de Aslan, el Gran León.

Annabelle I || Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora