pasitos de pingüino ★ spruan

cuatro

hoy spreen si había ido a casa.

luego de algunos días.

juan se encontraba viendo caricaturas después de una larga clase de matemáticas (las cuales odiaba) y el pelinegro estaba sentado a su lado, aunque un poco lejos de él para que no saliera corriendo o algo así.

el pequeño castaño estaba bastante cansado, así que no tardo en cerrar los ojos y quedarse dormido.

spreen se dió cuenta de ello, así que se puso de pie y apagó la televisión.

pensó en ir a avisarle a la mamá de juan que estaba dormido, pero sus piecitos lo dirigieron al sillón otra vez.

a spreen le caía muy bien juan, así que pensó que no habrá problemas si él se quedaba dormido a su lado, porque el sueño le estaba ganando la carrera.

cuando juan abrió los ojos, luego de algunas horas, se encontró envuelto en los brazos de spreen.

quiso gritar, o incluso escapar lo más lejos que pudiera.

-¡mamá!

spreen despertó algo confundido.

juan se alejó corriendo a la puerta de su habitación, gritó y lloró desde adentro.

-¡no quiero verte nunca más en la vida!

luego de que el mayor le explicara a los padres de juan lo que había sucedido, este les pidió que por favor le dejaran quedarse en su casa por aquella noche.

hizo una cama improvisada en el piso a las afueras de la habitación de juan, y se quedó allí, mirando fijamente la puerta. tenía la esperanza de que esta se abriera y pudiera pedirle disculpas al menor.

su corazoncito aún no sabía que había hecho mal. y dolía.