7- Delta

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Cuando Jeno salió de la ducha, Renjun todavía seguía en la misma posición, lo que hizo que rodara los ojos con fastidio, no había sido para tanto.

Se cambió sin vergüenza, ya que parecía que el omega no tenía ganas de asomarse de su cuevita de sábanas.

Pero sin que se diera cuenta, Renjun apenas había asomado sus ojos tras la sábanas, viendo a Jeno de espaldas a él, de nuevo, aunque esta vez un poco mejor, pudo ver la marca en el cuello de Jeno, confirmando lo que había creído ver el día anterior.

Rápidamente volvió a esconderse tras las sábanas, sorprendido, sintió un poco de pena por el joven, pero más que nada, se sintió confundido.

Jeno parecía otro alfa del montón para él, bueno, no otro alfa, sino su alfa: Podía sentir su olor, e incluso, por más que el otro no se diera cuenta, tenía actitudes de alfa con él, como la de ser un bruto malhumorado o como lo había protegido el día en que lo encontró en la basura.

Recordó la conversación que habían tenido la noche anterior, cuando él había regresado a su forma humana para confusión de Jeno.
Es ese momento Renjun pensó que el chico sólo se estaba comportando como un idiota
(cosa que no quitaba que él lo fuera realmente), pero ahora que confirmaba que a su alfa lo habían mordido entendía un poco más su actitud.

¿Debería preguntarle qué había pasado?
¿Cómo fué que la habían hecho? ¿Quién?
Aunque tenía más que claro que Jeno lo mandaría a la mierda, debía esperar un poco más.

— Eh— un ligero golpe en su espalda hizo que se moviera para asomar sus ojos sobre la sábana, para ver a Jeno sobre él—, la comida está lista. Cociné para los dos, no me hagas desperdiciarla.

Sin decir nada se fué hacia la cocina, y sin contestar, Renjun lo siguió segundos después.

Se sentó enfrentado a Jeno en la mesa, con su plato de ramen ya servido, tomó los palillos y antes de empezar a comer murmuró un "Gracias" mirando al rubio.

Pero en cuanto los ojos felinos se encontraron con los suyos en vez de responder, sólo bajó la vista y comenzó a comer.

Pasaron unos minutos donde no dijeron nada, hasta que Jeno casi había terminado su plato, pero estaba lo bastante satisfecho como para comer más lento e intentar hablar con el omega.

— ¿Vas a contarme qué te estaba pasando cuando llegué?

Renjun lo miró unos segundos, Jeno no apartó sus ojos de él.

— ¿Estabas sensible? — aventuró Jeno.

— Sí, supongo— dijo Renjun, bajo.

"Este no sabe cómo tratar a un omega"* pensó.

Jeno sólo asintió, terminó lo que quedaba en su plato en dos bocados, juntó los palillos sobre el plato vacío y se levantó para dejarlo en el lavado.

— ¿Quieres más? Guardé algo extra en la olla por si tenías hambre— Renjun ignoró su ofrecimiento, el rubio lo miró por sobre su hombro esperando alguna respuesta pero el menor no dijo nada, asi que cambió de tema— Debes tomar los supresores— dijo, voltendose para apoyarse sobre la barra de la cocina.

Vió al omega fruncir el ceño y mirarlo con enojo, aunque cambió su expresión rápidamente y continuó comiendo sus fideos, simulando que nada había pasado.

—No te gusta que te den órdenes— dijo
Jeno

— No es de mis cosas favoritas— respondió, hablando por primera vez en un rato.

Jeno asintió, Renjun no dijo nada, terminó su plato y volvió a agradecer a Jeno por la comida.

Se sobresaltó un poco cuando sintió la mano del chico en su hombro, alzando la vista hacia el rostro de Jeno.

Delta [noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora