III

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Kang Haerin

Realmente estuve todo lo que restó de la noche pensando en qué mierda había hecho al besar la comisura de Danielle. Ella no me gusta y no quiero que se ilusione conmigo, en serio, no lo quiero. Mi trabajo no me permite tener relaciones serias. Eran las seis y mi alarma sonó y, aunque yo no había dormido en lo absoluto (y no parecía que no lo había hecho) a Jennie sí se le notaba.

— ¿Te encuentras bien, Jennie? —preguntó Hanni y las tres la miramos preocupada, ella me miró y tragó saliva, yo alcé las cejas y la tomé del brazo—. Está mareada, iremos al baño.

Ella tomó su cepillo dental, o más bien, su necesser, la agarré de la mano y salimos del cuarto—. Oye, Hae-

— Cállate, no me digas nada aquí, nos oiran todos —me importaba un comino llegar tarde a clase si Jennie tenía lo que yo pensaba.

Vi a Danielle sonreírme, pero la ignoré, fuimos al baño y cerré la puerta con llave—. Jennie, ¿estas embarazada?

Su boca se abrió enormemente al igual que sus ojos, sin embargo, eso no permitía que yo no notase sus ojos llorosos—. Jennie, ¿estas embarazada si o no?

Ella me miró y se derrumbó, comenzó a llorar a lo locó y yo me agaché para abrazarla—. Oye, cálmate, Jen, tiene solución...

— No, Hae, no la tiene, yo juro que me cuido cuando lo hago con los clientes, pero, pero...-

Se oían golpes desesperados en la puerta, los ignoramos—. No te preocupes, no es tu culpa, Jennie...

— No me di cuenta hasta que dejó de venirme la menstruación, siempre tomo pastillas para cortarla, pero luego continúo menstruando normal... Pero... Pero...

— Jen, te pido que te calmes, hay una solución... ¿Quieres al bebé? —mis lágrimas amenazaban con salir, no suelo llorar ya que aprendí a ser "de hierro", pero en serio, nunca me imaginé ver a JENNIE KIM embarazada.

— ¿Sabes quién es el padre, al menos? —ella negó y dios, sería madre soltera con dieciséis años, eso si es duro, más encima, su madre está en un psiquiatrico y ella paga sus estudios, está realmente perdida.

— No quiero a ese maldito niño —gritó Jennie, su voz desgarradora era en serio muy dolorosa—, ¡no lo quiero, Haerin!

Ella comenzó a temblar y comencé a oír el ruido de sus dientes haciendo lo mismo—. Jennie, Jennie, cálmate ya, ¡Jen! ¡Cálmate! —la abracé con todas mis fuerzas y ella se hizo bolita contra la puerta de un cubículo, los golpes comenzaron nuevamente y continué ignorándolos, hasta que oí que gritaban.

— ¿Haerin, Jennie, está todo bien ahi dentro? ¿Necesitan ayuda? Necesitamos que abran.

— ¡D-Dejen de m-molestarme! —gritó Jennie, la abracé aún más fuerte y limpié sus lágrimas, no sé que estará teniendo, si un ataque de ansiedad o de pánico, o qué será, pero yo no sabía que hacer.

— Jen, cálmate, por favor —una lagrima salió de mis ojos, pero las sequé con mi pijama—. Ayúdame, Hae, no puedo respirar, ayúdame, Haerin...

Ella me abrazó con una respiración agitada y yo comencé a acariciar su cabello con intención de calmarla—. Jennie, tenemos que irnos de aquí, hay gente fuera.

— No quiero, Hae, no quiero, ¡en serio no quiero nada de esto!

— Lo sé y sé que te tomó por sorpresa, pero creo que estamos a tiempo de hacerte un aborto, yo... yo si quieres te puedo ayudar con el dinero, Jen, pero por favor, estate bien...

Ella inhaló sus mocos y apoyó su cabeza en mi hombro, luego la levanté y yo hice lo mismo, creo que es la primera vez que lloro después de cuatro años—. Lávate la cara, falta a clases hoy, yo justificaré tu falta.

Nomi? } daerin [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora