Naruto - Es por una buena causa, ¡te lo juro!

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Gracias de nuevo por hacer esto", volvió a decir Kakashi. "En serio, acabas de ahorrarme muchas acusaciones de asesinato".

"No hay de qué", le aseguró Sarutobi. "Y en realidad, no creo que quiera saberlo".

"Si ya habéis acabado con eso, es hora de seguir adelante", anunció Orochimaru. Sacó dos kunai que tenían sellos adheridos y clavó uno en la nuca de cada uno de los antiguos Hokage. "Siéntete libre de reanudar ahora tu verdadera apariencia".

"Parecen... más limpios", observó Minato. "Pero aparte de eso, más o menos igual. ¿Qué has hecho?

"El sello que les puse los pone directamente bajo mi control", se jactó Orochimaru. "Y lo bueno de esta técnica de resurrección es que es una forma de inmortalidad. Hasta que deje de darles energía, seguirán existiendo aquí hagas lo que hagas. Si les quitas un miembro, volverá a crecer. Cada vez que los derribes, simplemente volverán a levantarse. No podéis ganar".

"¿Así que estás diciendo que primero tenemos que matarte?", dijo Minato con rotundidad, mirando fijamente a su antiguo compatriota.

Orochimaru se rió. "Como si pudierais. El querido Sarutobi-sensei y Nidaime-sama no te dejarían acercarte a mí y, aunque pudieras conseguirlo, ya te he visto en acción antes. ¿De verdad crees que vendría aquí si fuera a arriesgarme a morir?".

"¿Estás...?" Kakashi se interrumpió, incrédulo, antes de volver a empezar. "¿Nos estás diciendo sinceramente que si alguno de los dos antiguos Hokages se hubiera molestado en moverse en lugar de estar justo delante de ti y a tiro de kunai, quizá no se habrían apoderado de ellos y podríamos haber evitado todo esto?".

"Supongo que sí", convino Orochimaru. "Lástima que para ti no lo hicieran".

"Itachi, Kakashi", dijo Minato en voz baja. "Quiero que vosotros dos vayáis tras Orochimaru. Puedo enfrentarme a mis predecesores y, si algo sale mal, matar a Orochimaru destruirá las encarnaciones de Sandaime-sama y Nidaime-sama. No sabemos qué pasos ha dado Orochimaru para intentar alcanzar la inmortalidad, así que si es necesario, Itachi, utiliza el Sakenagi no Tachi".

Itachi asintió. "Entendido, Hokage-sama".

"No mueras, Minato-sensei", dijo Kakashi, que sabía muy bien que aquella batalla le había costado la vida a Sarutobi, aunque no tenía claros los detalles. ¿Algo sobre sellar los brazos de Orochimaru?

"Ni lo sueñes", prometió Minato. "No caeré ante alguien como Orochimaru".

"¿Así que los dos os vais a enfrentar a mí ahora?". preguntó Orochimaru, arqueando una ceja hacia ellos. "TANTO deseaba ver morir a Minato... pero supongo que esto al menos me dará algo que hacer mientras él se da cuenta de que la resistencia es inútil y abandona toda esperanza de sobrevivir. Si me doy prisa, puede que incluso acabe a tiempo para ver la muerte de Yondaime-sama".

"Eres confiado", dijo Itachi en voz baja.

"Los inmortales suelen estarlo", replicó Orochimaru. "Y me refiero a la inmortalidad real, no a esos trucos de salón de Hidan. No entiendo por qué nos planteamos dejar que se una a nosotros... Sería mucho más fácil si Kakuzu aprendiera a controlarse..."

"Si eres inmortal y no te preocupa lo más mínimo que Minato-sensei te patee el culo, ¿por qué has sentido la necesidad de invocar a dos muertos para que se interpongan entre vosotros dos?". preguntó Kakashi inocentemente.

"No necesito dar explicaciones a gente como tú, Kakashi", resopló Orochimaru. "Y tú... sé quién eres".

"¿Ah, sí?" preguntó Itachi retóricamente.

"¡Tú fuiste quien me endilgó tu masacre!" exclamó Orochimaru.

"¿Mi masacre?" repitió Itachi. "Me temo que no sé a qué te refieres".