Pedro Pablo es un músico de una banda de alt-rock que necesita estar constantemente fuera de casa y Bosco, su esposo, tiene que lidiar con la vida del otro.
Pedro Pablo se siente culpable por tener que elegir cómo dividir su tiempo entre su pasión por la música y su esposo, ¿será tan difícil encontrar un equilibrio sin arruinarlo todo?
Inspirado en Christmas in June de AJR.
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Luces, humo, cámaras, euforia, gente animando y disfrutando del show, para Pedro Pablo esto es todo lo que necesitaba en la vida, vivía bien haciendo lo que amaba, y vivía aún mejor sabiendo que además tenía al amor de su vida esperándolo en casa.
Había conocido a Bosco en uno de sus primeros conciertos con la banda, se iban a presentar en un evento pequeño con más artistas independientes que comenzaban sus carreras, tal vez no había tanto público, pero la emoción era inmensa. Cuando su turno de subirse al escenario llegó dio una mirada rápida por todo el lugar y ahí lo vio por primera vez.
Era fotógrafo en el evento, parecía muy concentrado en su trabajo hasta que alzó la vista y se encontró con él observándolo curioso, luego le dio una sonrisa y un pequeño guiño, el chico de lentes se sonrojó demasiado para después tratar de ignorarlo y seguir tomando fotos.
Durante toda su presentación, Pedro Pablo intentó dar lo mejor de sí para impresionar a la gente y en especial a ese castaño que sonreía discretamente al verlo. Le dedicó muchas sonrisas igual e indirectamente su solo especial de guitarra fue en su honor.
Al final del evento lo primero que hizo fue correr en busca de ese fotógrafo, porque definitivamente estaba interesado en conocerlo, tuvo miedo de no encontrarlo y que su flechazo quedara solo en algo platónico, pero el destino fue amigable con él y lo pudo encontrar cerca de la puerta despidiéndose del dueño del lugar, esperó a que terminara su charla y automáticamente fue tras él para tocarle el hombro y llamar su atención.
—Hola, soy Pedro Pablo Roble, el guitarrista de Ópalo, te vi tomar las fotografías del evento y sinceramente me llamaste mucho la atención, te veías maravilloso, así que vine a buscarte para hablar —dijo sin pena.
Bosco quedó sorprendido ante esa confesión tan directa, no pudo evitar sonrojarse y con una risa divertida lo saludó de vuelta.
—Supongo que los músicos suelen ser muy directos, o tal vez solo eres tú, pero hola, yo soy Bosco Villa de Cortés, un gusto conocerte.
Después extendió la mano como saludo y en lugar de que el otro estrechara la mano, le dio un beso ligero en esta y una bonita sonrisa.
—Además de ser guapo tienes un nombre increíble, diez segundos de platica y ya estoy más que impresionado contigo, ya me imaginé incluso nuestro futuro juntos.
—Dios, siempre eres así de coqueto, debes decirle esas mismas palabras a todo el que se te cruza —respondió Bosco indignado.
—Me ofendes guapo, solo soy directo y no está mal decirte la verdad, eres el chico más hermoso que he conocido.
