Es el fin del mundo y Bosco y Pedro Pablo se encuentran por primera vez ese mismo día.
Inspirado en Till Forever Falls Apart de Ashe y FINNEAS.
«Si mañana se acaba el mundo, pintaría un árbol en un muro, para representar la vida -mi vida- y desearía poder mirarlo con aquella persona que amo, aunque sea una vez».
El árbol ya estaba pintado, solo faltaban las últimas hojas, era muy temprano, el viento y el sol no lo sabían tal vez, pero toda la gente lo hacía, tal vez a media noche el mundo habría dejado de existir, podía sentirse la pesadez, los recuerdos y arrepentimientos también eran palpables, nadie quería morir sobre aviso, era doloroso dejar todo atrás de la noche a la mañana, pero nadie podía cambiar las cosas.
Pedro Pablo no quería llorar, era su último día en la tierra y no esperaba pasarse todo el día con lamentaciones, viviría pleno estas horas, tal vez no pudo cumplir muchos de sus sueños, pero había algunos que aún podría lograr ya que solo habían sido pospuestos por falta de tiempo, y como el tiempo había casi acabado no necesitaba seguir aplazando nada. Tomó una gran mochila vacía y guardó ahí todo el dinero que tenía ahorrado, se arregló con la mejor ropa, sus rizos estaban perfectos, como extra puso una bandana sobre ellos, nunca quiso ponerse una por miedo de verse mal, está vez todo miedo dejaba de importar, realmente era su última oportunidad y la aprovecharía al máximo.
Su primer parada era una librería, iría a comprar cuentos infantiles aunque solo alcanzara a leer un par, él quería al menos diez de ellos, de todo tipo, compraría aquellos con los títulos más llamativos y las portadas más bonitas, cuando era niño su madre nunca le leyó un cuento antes de dormir, siempre pensó que era una cosa sin relevancia pero en realidad aún soñaba con vivir la experiencia, así que aunque su mamá estuviera algo lejos imaginaria su voz recitando esas palabras, miró cada uno de los estantes de la sección, se deleitó con el olor a libros nuevos, con los colores esparcidos en las ilustraciones de la mayoría y cuando por fin terminó de elegir se sentó en una de las mesas y comenzó a leer el que más le llamó la atención, se sumergió en las páginas como si viviera la misma historia, tal vez no podría viajar en este momento pero al menos ya había visitado un bosque encantado, aunque no estaba en su lista de deseos era lo más parecido a rondar por calles europeas.
Al terminar de leer salió del lugar para ir a una cafetería a desayunar, no escatimaría en gastos, había guardado mucho dinero porque algún día saldría del país para ser un gran pintor, pero como no alcanzaría a concretarlo ese dinero se invertiría en saciar los antojos de toda su vida.
El negocio estaba lleno, por lo visto la gente tenía pensamientos similares, la mayoría de los restaurantes por los que pasaba se encontraban igual, comer sin limitaciones era el sueño colectivo. Escaneó todas las mesas y no había ni un asiento disponible, quiso salir a buscar a otro lugar pero su mirada chocó en una esquina, ahí estaba un chico con lentes, el pelo algo rubio y unos ojos miel concentrados en su bebida, estaba solo, con una silla vacía frente a él, Pedro Pablo nunca fue la persona más extrovertida ni tampoco le gustaba iniciar conversaciones pero realmente no quería caminar y buscar otro lugar así que se encaminó dónde ese chico estaba para preguntarle si podía sentarse con él a desayunar. Por lo visto no había notado su presencia así que tocó ligeramente en la madera de la mesa para llamar su atención.
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Lovely-One shots
FanfictionSerie de One Shots ♡ Bospa ♡ Inspiración diversa ♡ Historias tristes y felices