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Esa noche, mientras Alexia duerme apaciblemente al lado de Sofia, su mente no puede dejar de pensar en Leonor. Con una determinación inquebrantable, se levanta y comienza a escribir una carta que deja cuidadosamente en la puerta del dormitorio de Leonor.



"Ay, princess, no sé cómo empezar esta carta. Han pasado tantas cosas entre nosotras, tantos altibajos, tantas heridas que parecían imposibles de sanar.

Cuando leas esto, yo ya estaré muerta, Borbón. Sí, has leído bien. Mi tiempo se agota y siento que debo dejarte saber todo lo que llevo guardado en mi corazón.

Gracias, Leonor. Gracias por ser el amor de mi vida, por desafiarme, por hacerme crecer, por hacerme reír y llorar como nadie más podría. Gracias por abrirme tu mundo y dejarme entrar en él, incluso cuando yo misma me cerraba a la posibilidad de amar de nuevo.

Sé que no fui perfecta, que cometí errores imperdonables y que en más de una ocasión te hice daño. Pero aun así, te amé con cada fibra de mi ser, con cada latido de mi corazón. Eras mi todo, mi razón de ser.

Hoy me despido, pero no sin antes pedirte que seas feliz. Sé que no será fácil, que aún hay heridas que sanar y reproches que enfrentar. Pero confío en que lograrás encontrar la paz que tanto mereces.

Siempre fuiste mi princesa, mi reina, mi todo. Y lo serás hasta el final de mis días.

Con amor eterno,
Zanahoria."

Alexia dobla la carta con cuidado y la deja en el umbral de la puerta de Leonor, rezando en silencio para que llegue a sus manos.

Alexia regresa a la cama con Sofia, su mente inundada de oraciones y súplicas silenciosas. Con un suspiro, cierra los ojos y se deja envolver por el sueño, su cuerpo físicamente exhausto, pero su espíritu determinado.

A la mañana siguiente, Sofia se despierta y observa a Alexia, quien parece más quieta de lo normal. Confundida, intenta animarla, pero Alexia no responde.

Sofia *Alarmada, sacudiendo suavemente a Alexia* ¿Cariño? ¿Estás bien? *Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos.*

Sus gritos alertan a todos en la casa. Los padres de Alexia corren a la habitación, llorando desconsoladamente al ver el cuerpo inerte de su hija. Letizia y Felipe, devastados, se acercan también.

Mientras tanto, Gabriel, marido de Leonor, llega a la puerta de su dormitorio y la abre, encontrándola terminando de leer la carta de Alexia. Leonor, sin dudarlo, corre hacia el cuarto donde yace Alexia, su corazón latiendo con fuerza.

Leonor *Aferrándose al cuerpo de Alexia, llorando amargamente* ¡No, Alexia! *Su voz se rompe en un sollozo desgarrador.*

Amalia y Ariane, las hermanas de Alexia, lloran desconsoladas, abrazándose a sus padres en medio de la devastadora escena.

Un silencio sepulcral se apodera de la habitación, roto únicamente por los desgarradores sollozos de la familia. Nadie se atreve a pronunciar palabra, todos sumidos en un profundo dolor.

De repente, Luis, uno de los guardias reales, entra en la habitación y observa la escena, su rostro reflejando una profunda tristeza.

Luis *Con voz quebrada* Lo siento, pero debo proceder. *Hace una seña a sus compañeros.*

Los guardias, visiblemente devastados, ingresan al cuarto y con sumo cuidado retiran el cuerpo de Alexia, cubriendo su rostro con la mayor delicadeza.

Uno a uno, van sacando a los familiares de la habitación, sus miradas perdidas y las lágrimas rodando por sus mejillas.

"TREASURE" |Princess LeonorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora