¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Patrick
Podía sentir el calor irradiando de su cuerpo, tenerla cerca me hacia sentir extraño, esa sensación no me gustaba.
Solo quería sentirla cerca, sentirla en mi cuerpo.
No podía dejar de verla, no importaba el lugar donde estuviera no iba a dejar de verla.
Desde que la conocí aquel día en el puente de los besos algo en ella comenzó a interesarme, todo en ella captaba mi atención.
Todo el tiempo quería verla, quería estar cerca de ella, quería sentirla de todas las formas posibles.
Iba a estar con ella sin importar si lo quisiera o no.
Ella iba a ser mía, solo mía.
Dejó de caminar y me volteó a ver — ¿Te gusto o por qué nunca dejas de verme? — se puso enfrente mío — Te estoy hablando, no es para que me ignores.
— Te miras bonita cuando te enojas.
— Que bueno — se quedó callada unos segundos — Mira, no quiero ser grosera pero no quiero ni necesito que me acompañes. No sé si tu amigo te vaya a regañar o algo pe–
— Henry, no me importa — la interrumpí —, hago esto por gusto.
— ¿Por gusto o porque te gusto?
— Por gusto, una chica como tú no es mi tipo.
Es obvio que no es mi tipo pero eso solo hace que me interese en ella, eso solo hace que no quiera que esté con nadie más que no sea yo.
— Mmh ya.
— ¿Qué? ¿Te molesta que no me gustes? — sonreí de lado.
Sonrió ante mi respuesta — En realidad me pone contenta no gustarte.
Comencé a acercarme poco a poco a ella haciendo que retroceda — ¿Tan contenta te pone que no me gustes?
— Si.
— ¿Estás segura de eso, conejita?
— ¿Me acabas de llamar conejita? ¿Qué clase de apodo bizarro es ese?
¿Bizarro? ¿Me acaba de llamar bizarro?
Puse mi mano izquierda en su cuello pegándole a la pared — ¿No te gusta como suena?, porque a mi me encanta como te queda.
Con una de sus manos intento quitar mi mano de su cuello mientras que con la otra empujaba mi pecho para librarse de mi — No, no me gusta. Ahora aléjate de mi.
La forma en la que la tenía era tan excitante, podía sentir casi que todo de ella.
Ejercí más fuerza en su cuello — Yo me voy a alejar de ti cuando yo quiera, conejita.