Primer día en la U.A

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T/N
Iba caminando por los pasillos de la U.A sin saber muy bien a dónde iba. Tenía que llegar a mi salón, pero me encontraba perdida.

"Mierda, mi primer día y llegaré tarde", pensé con frustración. Seguí caminando un poco más y finalmente vi a alguien. Apresuré el paso para alcanzar al chico rubio frente a mí. Cuando por fin lo alcancé, toqué su hombro, y él se giró con una mirada asesina, como si lo hubiera insultado.

—Perdona que te moleste, soy nueva y necesito ayuda. ¿Me podrías decir dónde queda la clase...? —intenté sonar amable, pero no funcionó porque el chico frente a mí respondió con desdén:

—Qué idiota, ni siquiera sabes dónde queda tu salón —rió y se dio la vuelta para seguir caminando.

—Qué desagradable eres —dije, enfadada.

El chico se detuvo y volvió a verme. Parecía aún más enojado que antes, pero estaba muy equivocado si pensaba que iba a pasar por encima de mí.

—Corta tu lengua, mocosa —fue lo único que dijo.

—¿Qué? ¿Te molesta que diga la verdad? No sé quién te crees, pero a mí no me asustas —respondí seria, después de su insulto.

Esta vez, caminó hasta ponerse frente a mí. No sé si creía que iba a retroceder o si me iba a golpear, pero estaba lista si este tipo buscaba problemas.

—¿Quién te crees tú? Si sigues hablando así, me encargaré de callarte —lo dijo tan cerca de mi rostro que pude ver mejor sus ojos; eran rojos, como si tuviera rabia... asqueroso.

Reí ante su amenaza.

—¿Acaso te crees mafioso? "Me encargaré de callarte" —lo imité, haciéndolo enfurecer aún más—. No seguiré perdiendo mi tiempo contigo —me di la vuelta, haciendo que mi cabello golpeara su rostro.

Lo hice a propósito, pero no esperaba que este sujeto lo tomara como una excusa para detenerme sujetando un mechón de mi cabello.

—¿Quién te crees para ignorarme? —gritó mientras yo ponía mis manos sobre las suyas, tratando de liberarme de su agarre.

—¡Suéltame, maldito loco! —grité, provocando que apretara más fuerte.

—Mocosa, no me llames loco —gritó aún más fuerte que yo.

Estábamos algo alejados de las escaleras, pero igual me sorprendía que nadie escuchara los gritos de este imbécil. No esperé más por ayuda; usé mi don y me teletransporté para liberar mi cabello. Me posicioné detrás de él y me agaché para golpearlo justo en las costillas.

—¡Arrg! —se quejó, llevándose las manos al lugar que golpeé—. ¿Cómo te atreves? —se dio la vuelta aún más enojado, podía ver las venas en su frente y cuello.

—Déjame en paz —dije firme.

Él me tomó de los hombros y me acorraló contra la pared. El golpe no me dolió mucho, pero por la sorpresa y la fuerza mi bolso cayó justo detrás de él. Ahora no quería ayuda; necesitaba poner a este idiota en su lugar.

—No permitiré que me golpees y solo te vayas, mocosa —gritó, acercando su cara a la mía, como si quisiera desafiarme.

—¡Suéltame ahora o juro que te mato! —le devolví el grito, acercando también mi rostro al suyo para demostrarle que no me asustaba.

—¿Quién te crees tú para decirme eso? —sonrió con arrogancia y acercó su rostro aún más.

A este punto no sabía si él buscaba golpearme o besarme, pero no iba a permitir ninguna de las dos cosas. Sin pensarlo mucho, levanté mi pierna y le di un fuerte golpe en la entrepierna.

Intercambio Estudiantil [BAKUGO x T/N] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora