DULCE BELLEZA (JENLISA ADAPTACION)

capitulo 144

—¡No, no! —Park Hee-eun se paró al lado de So-hee y lloró como una persona miserable. Como toda madre que despide a su hija, estaba triste y renuente—. No puedo soportar separarme de ti...

"¿Qué sentido tiene estar triste? No es como si fuera a morir. Si me extrañaste, puedes visitarme en la casa de la familia Hou. Después de todo, puedo volver y visitarte". So-hee tomó el pañuelo de la mesa y se lo dio a Park Hee-eun. "No llores más. No es bueno que los demás lo vean".

So-hee ya no tenía muchas amigas y no fue tan generosa como Jennie a la hora de elegir a las damas de honor. Invitó a cinco damas de honor a la vez y también invitó a Song Ah.

Originalmente, Song Ah no quería venir, su relación con So-hee en realidad no era muy buena.

Sin embargo, So-hee puso heroicamente el famoso bolso de marca de lujo frente a ella. "Este es un bolso de edición limitada que no puede comprar cualquiera. Bueno, ¿realmente soy buena contigo?"

Song Ah miró el bolso y le gustó tanto que inmediatamente lo cogió y saltó de alegría. "¡Muy bien! ¡Te lo prometo, seré tu dama de honor!"

En ese momento, Song Ah tomó su vestido de dama de honor y corrió hacia la habitación de So-hee. "So-hee, ¿estás segura de que no cometiste un error? ¿Esto es lo que me voy a poner hoy?"

So-hee miró el vestido que Song Ah tenía en la mano a través del espejo y sonrió con desdén: "¿Qué pasa? ¿Hay algún problema con el vestido?"

"¡Por supuesto que la hay!"

Song Ah estaba casi furioso. El vestido de novia de So-hee había costado diez mil yuanes y, aunque no era tan elegante ni tan único como el de Jennie, seguía siendo hermoso.

Sin embargo, su vestido...

El vestido era gris oscuro y la calidad era aún peor, como si lo hubiera comprado en un puesto callejero.

¿Cómo podría soportarlo Song Ah?

"Aunque hoy es el día de tu boda y las damas de honor no pueden robarle el protagonismo a la novia, no deberías dejarme usar este feo vestido, ¿verdad?"

Song Ah se rió burlonamente: "Cuando Jennie se casó, las damas de honor tenían el mismo vestido que ella y eran realmente hermosas. ¿No deberías sentirte avergonzada?"

"¡Tsk!", se burló So-hee, "¿Por qué debería sentirme avergonzada? No es que lo haya usado".

—¡Tú! —Song Ah estaba tan enojada que tiró su vestido al suelo—. No me lo voy a poner, ¿por qué no me compras otro vestido?

"Como quieras". So-hee también era una mujer que hacía honor a sus propias palabras. "Song Ah, déjame decirte, esto es lo que te pondrás hoy. Si no quieres, regresa y trae el bolso que te di. ¡No te obligué a convertirte en mi dama de honor!"

La expresión de Song Ah cambió de inmediato cuando So-hee mencionó el bolso. Miró con enojo a So-hee y luego miró su vestido que estaba tirado en el suelo.

Pase lo que pase, ella sería la dama de honor de So-hee durante todo el día a cambio de un bolso de lujo de edición limitada. Este intercambio valió la pena.

Song Ah se inclinó, tomó el vestido de mala gana y salió de la habitación enojado.

Cuando So-hee escuchó el sonido de la puerta al cerrarse, sonrió burlonamente: "Después de quitarme mis cosas, ¿todavía quiere presumir frente a mí? ¿De verdad cree que es la protagonista hoy?"

So-hee miró a Park Hee-eun a través del espejo y le preguntó: "Mamá, ¿crees que me veo hermosa hoy?"

Park Hee-eun seguía triste y So-hee no tenía mucho que decir para consolarla. Al escuchar la pregunta de So-hee, Park Hee-eun solo pudo tragarse su dolor y asentir. "Por supuesto, mi hija es la mujer más hermosa del mundo hoy".