cuatro

174 15 15
                                    




2024

Pamela estaba emocionada por asistir al partido entre Perú y Canadá. A pesar de que estaba apoyando a Brasil junto a su hermana, su corazón era peruano, y no podía dejar de lado al sentimiento que tenía por su país. Se había puesto una camiseta de su selección, la que guardaba desde el Mundial del 2018, estaba lista para animar a su equipo.

El estadio estaba lleno de energía. Los hinchas peruanos cantaban y ondeaban banderas, llenando de vida el lugar. Pam suspiró recordando los años donde su selección era mejor, extrañaba eso.

El partido comenzó con intensidad. Ambos equipos luchaban por el control del balón y las oportunidades eran iguales para ambos lados. Pamela gritaba y animaba cada vez que Perú se acercaba a la portería rival. Estaba totalmente inmersa en el juego.

A los 59 minutos, ocurrió un momento decisivo. Un jugador de la selección peruana cometió una falta contra un canadiense. El árbitro no dudó en mostrar la tarjeta roja, expulsando a Miguel Araujo. Pam no podía creer lo que veía.

— ¡No puede ser! — exclamó, llevándose las manos a la cabeza — ¿Cómo le pudo sacar roja?

Jessica quien estaba con ella solo reía ante las reacciones de su hermana.

— Aún hay tiempo para remontar, Pam. Lo van a superar.

Claramente no pasó eso.

El ambiente había cambiado en el estadio. Todos sabían que jugar con un hombre menos sería una tarea difícil. En el minuto 74, Canadá logró marcar el primer y único gol del partido. Pamela cerró los ojos por un momento, decepcionada.

Había esperado tanto este partido y ahora veía cómo se desmoronaba su sueño de ver a Perú avanzar en la Copa América. Jess, notando su tristeza, le puso una mano en el hombro.

— Pam, lo siento mucho. Sé cuánto querías que ganaran.

Valeria asintió, tratando de sonreír.

— Sí, ya sabes lo que dicen... jugamos como nunca y perdemos como siempre.

Mientras salían del estadio, Pamela recibió varios mensajes de amigos en Perú que también estaban decepcionados por la derrota. Por otro lado, se había enterado que había salido en las pantallas del estadio en algún momento. Lástima que no se dió cuenta a tiempo.

"¡Te vi en la tele! ¿Cómo es estar tan cerca de todos esos jugadores famosos? ¿Sonne es igual de lindo de frente?"

Valeria rió y respondió rápidamente.

"Fue increíble de verdad. Sonne es incluso mas guapo a como sale en cámara, quiero llorar. ¡Te cuento más luego! 🥹"

De regreso al hotel, Jess trató de levantar el ánimo de su hermanita.

— ¿Por qué no vamos a un bar y tomamos algo? Estoy segura de que un buen trago te hará sentir mejor.

— Que borracha eres, Jess.

A pesar de su comentario, no tardó en aceptar la propuesta, aunque aún tenía el ánimo bajo. Mientras esperaban sus bebidas, no podía evitar pensar en el partido. Para dramática, llámenla.

De repente, un grupo de hinchas canadienses entró en el local. Estaban celebrando su victoria, y sus voces resonaban por todo el lugar. Pamela trató de ignorarlos, pero sus comentarios comenzaron a irritarla.

¡Mira, si yo hubiera perdido no saldría de mi hotel de la verguenza! —gritó uno de los canadienses, riendo—. ¿Cómo se siente ser eliminadas?

our last summer ⭑ richard riosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora