prólogo

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Hoy se cumple un mes desde que me he mudado a Estados Unidos, luego de que mi padre fuese despedido de su antiguo empleo, en el que por cierto, trabajó durante más de 16 años.
El hecho de que mi padre ya no tuviese empleo me obligó a venir a un país totalmente desconocido en busca de la oportunidad de mejorar nuestras vidas y salir a flote.

Es muy difícil adaptarse aquí porque estoy viviendo con nuestros tíos, a los cuales solo había conocido una vez en la fiesta de cumpleaños de mi madre hace más de 9 años y siendo honesta, su familia es demasiado rara e inquieta, eso solo dificulta más mi proceso de adaptación.

Mañana es mi primer día de clases y eso me emociona, muero de ganas por estar lejos de casa al menos por un par de horas, a simple vista esta casa luce acogedora y la verdad debo admitir que es muy deslumbrante, está muy cerca de parecer una mansión, pero al ingresar a ella es imposible estar tranquila.

Eli, Taylor y Christian (mis primos) nunca pueden estar tranquilos, Eli siempre está escuchando a sus artistas coreanos a todo volumen, Taylor apenas tiene 2 años y llora día y noche para tratar de llamar la atención de su madre, quien siempre está preocupada por verse bien y poner aprueba todos los métodos de belleza existentes en el planeta y Christian juega videojuegos todo el día, pero igual que Eli, desconoce la existencia de los audífonos. ¿Cómo se supone que logre dormir? Y ¿Cómo lograré despertarme temprano? ¡¡Joder!! extraño México, ha sido un completo milagro que haya aguantado estar aquí un mes, y conociéndome, no dudaré mucho con esta familia de locos.

La Ciudad De Las Luciérnagas || En ProcesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora