A Favor De La Felicidad

Introducción.

El Señor Min Yoongi parecía ser el chiflado de la cuadra, ese que cuando ve a los niños jugando los asusta por diversión por sus excéntricos vestidos y accesorios. O bueno, eso solía ser en su juventud, ahora era ese amable estilista de la esquina, que te saludaba amablemente con una sonrisa.

Su salón era pequeño, y no tan reconocida por alguna razón que desconocía, tenía paredes en tonos pastel, un gran espejo en una de ellas y múltiples cosas para desempeñar su trabajo, el pobre hombre pálido solía estar horas platicando con aquellas mujeres ya adultas que le contaban los chismes de la cuadra mientras se hacían su décimo permanente

-¿Te enteraste que el hijo de Park es gay?- dijo mientas terminaban de enjuagarle el pelo

-Cariño, se le notaba desde chico...- respondió con simpleza y una sonrisa -Yo también lo soy, por si se te ha olvidado-

-¿Ha venido a que le pintes el pelo, cierto?-

El pálido asintió -Si, siempre pide un tono más claro que el anterior, me preguntó cuando me pedirá que se lo deje totalmente blanco- rió bajito

-¡Tengo otro chisme, bebé!- dijo otra mujer, a la cual le estaban haciendo un elaborado peinado

-Wow, ¿Vienen a contar chismes o a estilizarse, señoritas?-

-A ambos, Min- dijo la señora, divertida.

-La última vez que vine, les dije que el señor Kim tiene un amante- dijo, y los contrarios asintieron -Pues las malas lenguas dicen que la señora Kim se enteró, y resulta que el amante es un hombre, y se llama Suho- dijo, y aquellos se quedaron boca abiertos

-Dios mío, ¿Tanto descaro?- señaló la señora mayor

-Es lo de que cuentan, amor. A mí no me consta- sonrió antes de que le aplicarán spray en el cabello

Si, las clientas solían contarle de todo tipo de chismes a aquel hombre, y apesar de no tener ningún tipo de intención de morbosear la vida de los demás, inconsientemente su mente hacia deducciones que lo hacían ya sea reír un poco o dejarlo boquiabierto

-¿Y tú Yoon?-

-No tengo ni un chisme, pero tú Soo,vas a estar aquí un buen rato...- notó viendo cómo el cabello de aquella mujer tomaba apenas forma -¿Te gustaría un té o un café?-

-Oh, me encantaría quedarme con ustedes. Pero mi esposo va a llevarme con su familia otra vez, nunca te cases, Min... Es estresante-

-Creo que ya es muy tarde para casarme-

-No, no digas eso- negó -Yo tengo un tío que...-

Yoongi rió apenas -Sabes que nunca acepto ese tipo de tratos, no quiero un novio, estoy feliz solo conmigo y mi gato-

-¿Y nunca quisiste tener una familia?-

-No realmente, pero no eso evitará que tuviera novios, o me casara alguna vez. Aunque, eso de los niños y los esposos nunca fué lo mío-

-¡Qué dices! Yo te conozco desde que abriste la peluquería, y se que eres bueno con los niños-

-Si, los ajenos- bromeó -Pero basta de preguntas, me siento acosado por la prensa. Solo te hace falta tomar un cepillo y usarlo de micrófono-

-Lo haría, pero como te digo, no tengo tiempo cariño, mi esposo dice que llega en diez... Y yo necesito mínimo seis horas para entrevistarte como se debe, abriré un canal en YouTube y lo subiré en tres partes-

Yoongi rió ante la broma -Bien, bien súbeme a Yutub-

Al cabo de unas horas había cerrado la peluquería, quitándose el mandil y apagando las luces, se había llevado el dinero consigo mismo y tomaría el colectivo para llegar a casa pronto, tenía miedo de que su gato escapara o algo parecido. No podía permitirse perder a su compañero tan pronto