02 CAPITULO

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Ese mismo día Park Sunghoon despertaba por la alarma, maldiciendo por esta pero preparándose para un día pesado, esta vez no tendría tiempos libres y encima tendría que revisar exámenes, nada como ser profesor de un instituto, su cabeza lo estaba matando, se levantaba con dolores fuertes de cabeza que solo calmaba con una dosis de pastillas y así estaba "bien", nadie lo notaba y era perfecto, la directora si se daba cuenta era capaz de descansarlo un mes entero solo por ser el pilar de la preparatoria, ¿por qué? porque Sunghoon era quien atraía a los alumnos, en cada "promoción" u inscripción estaba Sunghoon con esa sonrisa angelical y donde sus colmillos sobresalían, cualquier persona rogaría porque los mordiera.
Sunghoon se preparaba con un traje negro, su corbata, loción un poco fuerte, sus cabellos bien acomodados, lentes, dinero, teléfono, llaves y estaba listo, aparte de su maletín que ya había acomodado la noche anterior, si sus alumnos se enteraran de que Sunghoon era un perezoso seguro que ni lo vieran tan lindo, pero como nadie lo sabía... Estaba muy cómodo la situación, tenía que aprovechar de alguna manera.

Nada pasaba por su mente, no tenía ninguna preocupación, ¿o si? quizá y si la tenia, un pequeño niño de 17 años que parecía un gato, lo estaba volviendo loco la idea de que lo mirara así, siempre se hacia el tonto pero quería encontrarlo más veces mirándolo de esa forma, al principio pensaba que solo estaba concentrado; sin embargo, cada que se movía de un lado a otro explicando sus ojos se movían con atención, con afecto, ¿por qué lo estaba volviendo loco? no estaba loco.... Pero nunca había sentido cosas reales por personas así, en dado momento se consideró asexual, nadie le gustaba ni le llamaba la atención, después tuvo una relación y bueno, empeoró pero al menos vio que era todo menos asexual, le encantaba ser un amoroso de mierda pero siempre se mostraba así de frío cuando amaba ser un cálido, solo que: no podía, después verían todos sus puntos débiles, defectos, Sunghoon había durado toda su vida para construir una vida buena para si donde los halagos nunca falten, ¿era narcisista? no, no negaba que era guapo pero tampoco así..  ¿o tenia razón? Hablaba consigo mismo en su cabeza y sonreía, desayunó, lavó sus dientes y empezó su día laboral como todas las semanas de los 365 días y si era un año bisiesto entonces los 366 días del año.

Después de un rato ya estaba en clase, preparando lo que diría, cómo, por qué, posibles respuestas, todo, quería hacerlos entender bien, no todo lo que venía pero echarles una manita, estaba tan concentrado hasta que escucho risas.. Su vista se oscureció un poco y volteó, ahí estaban Heeseung de 6b-a y Jungwon, su alumno estrella del 5a-a, no estaba molesto, no debía por qué, pero se sintió extraño, una pequeña repulsión en su ser se hacía presente, se alejó y siguió con lo suyo pero su mirada fue tan intensa que juró que ellos pudieron sentirlo.
No fue más que una mirada pero lo que sintió no tenía nombre, estaba horriblemente mal parado ahora mismo, ¿debería de hablar con Jungwon? todo era difícil como si nunca hubiera vivido nada de eso.

Empezó la clase, explicaba, hablaba al frente de una forma ejemplar, correspondía a las preguntas para después entregar exámenes a uno por uno y posarlos al revés  para mejor vigilancia, Sunghoon cuando llegó a la mesa de jungwon no supo cómo responder, desvió la mirada, se lo puso al revés de forma seca sin alguna sonrisa, solo... ¿Ignorando? sucedió lo que tenía que suceder, nadie era esclavo de las cosas que llegaba a cometer y ese era el momento en el que tomaba el sentido de la palabra de manera intensa, se sentó, miraba a todos y a cada uno de manera desafiante, ese mismo día anuló mínimo tres examenes, notaba el tembleque que jungwon tenía cada que pasaba a su lado y eso lo fascinaba; no que le tuviera miedo, pero que fuera tan delicado, tan precioso como una piedra.

"Oh no, Sunghoon, ¿qué mierda dices? es tú alumno, el mejor, no puedes mirarlo así" se repetía.

Después por número de lista para que todo fuera más limpio lo dejaban sobre el escritorio, quedaban 10 minutos y algo.

— Profesor... - esa voz suave y pequeña habló, quería corromperlo... -

Sonrió suavemente de lado, miró sus ojos y apoyó su codo sobre el escritorio, su rostro en su mano, poniéndole demasiada atención.

— ¿Qué sucede, Yang? ¿Tienes alguna incomodidad? - Sus palabras eran escupidas como veneno, había algo de recelo en ellas. -

— No... - vaciló. — ¿Puede checar mi examen justo ahora? no estoy seguro de si lo hice bien.

"Oh, pequeño.. No importa cuántas veces te equivoques, siempre te pondré un diez por esa carita tan bonita que tienes." NO, SUNGHOON, NOOO, CÁLLATE.
Una parte de él revoloteaba por jungwon y la otra lo ponía en su lugar, eran como el diablo en el hombro y un ángel al otro, ambos lo debatían y lo volvían loco, quería arrancarse pelo por pelo hasta dejar se pensar en Jungwon.

— Bien, veamos. - Frío o quizá ¿cálido?, ¿gélido? ¿cómo había respondido? -

Tan pronto como lo dijo esos pequeños ojitos de boba comenzaron a relucir, haciendo a sunghoon sonreír estupidamente mientras buscaba el examen de Jungwon, al encontrarlo lo tomó, lo superviso y suspiró, sacando el bolígrafo para comenzar a revisar, no sin antes mirarlo y mirar el cuestionante a la par.

— No veo muchos errores... ¿Qué quieres sacar tu? - qué pregunta tan estúpida, sunghoon. -

— ¡¿Ah?! - todo el curso lo miró. - Perdón... ¿Pero cómo? como cualquier persona desearía sacar más de un 90 si es posible... - dijo jugando en las esquinas del escritorio, cabizbajo y con las mejillas sonrosadas. -

— Bien, un 90 tienes.

Jungwon abrió los ojos como plato y llevó su mano a la ajena.

— Profesor... ¿un 100? - se aprovechó de la situación. -

Sabía perfectamente que estaba vuelto loco por él, esas palabras retumbaban sobre la cabeza de Park sunghoon, se sentía como si estuviera bañado en café, su energetizante favorito. Sunghoon trató de calmarse suspirando hondo, nuevamente sonrió ladino y revisó por fin, le puso un 100 cerrado, ese chico lo merecía por ser tan gentil, amable, precioso... ¿Por qué nadie de su edad era así? tenía que recurrir a todo eso que era horrible. "Si me meto en problemas va a ser tu culpa, Yang Jungwon."

—¡GRACIAS, PROFESOR! - una sonrisa se dibujo en su rostro, mostrando sus lindos hoyuelos y esos bonitos dientes que parecían a un gatito gruñón. -

— ¿Gracias? ahora tienes que obedecerme por el resto del año. - Se burló. -

Esa gran sonrisa se borró y lo volteó a mirar con ganas de matarlo, de tragarlo y escupirlo en marte ¿tan siquiera daba miedo? no, era estúpido porque creía que así lo iba a intimidar, provocando solo una risa genuina en Sunghoon, llevando su mano derecha hasta su mejilla, acariciando delicadamente.

— Quédate después de clases en la biblioteca, hablaremos sobre esto. - mintió.  -

Solo quería dar ese paso que estaba seguro de que ambos querían, ¿por qué era tan difícil gustar de alguien? no quería volver a trabajar nunca más, de alguna manera se sentía exhausto pero esperaría a después para volver a ver a su "felicidad" Yang jungwon.

ꗄ⎹ TEACHER'S PET : sungwon ؄₋₢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora