GP Bahréin
Sáb, 2 Marzo.
Empezaba la temporada de Formula 1 con un día de gran calor, donde el sol pegaba fuertemente en la pista haciendo que la temperatura de los neumáticos aumentara con mayor probabilidad de desgaste. Max Verstappen lideraba en las primeras vueltas por delante de Charles Leclerc, quien furioso intentaba en cada curva adelantarlo. Sergio Pérez "Checo" por su parte peleaba por el 2do lugar en la carrera. En las ultimas vueltas, Checo adelanta a Charles dejándolo en 3er lugar, por delante de Saiz, su compañero de equipo, quien estaba a unas milésimas de el y podría adelantarlo fácilmente.
Finalmente, la carrera terminó con Max Verstappen llevándose la victoria, seguido por Sergio "Checo" Pérez en segundo lugar y Carlos Sainz completando el podio en tercera posición. El ambiente en el circuito estaba cargado de emociones mientras los fanáticos celebraban la impresionante actuación de estos pilotos.
Max, una vez más, demostró su dominio en la pista, manejando con una combinación perfecta de agresividad y precisión. Checo, por su parte, mostró una gran habilidad y consistencia, asegurando valiosos puntos para su equipo. Sainz, con una conducción inteligente y estratégica, logró mantener su posición y subir al podio, haciendo gala de su talento y tenacidad.
Sin embargo, la jornada no fue igual de positiva para Charles Leclerc. El piloto monegasco de Ferrari había tenido un gran inicio de fin de semana, con buenas sesiones de práctica y una sólida clasificación. Pero, durante la carrera, diversos problemas y decisiones estratégicas desafortunadas lo dejaron fuera de la lucha por los primeros lugares. Al finalizar la carrera, Charles estaba visiblemente devastado. La frustración era evidente en su rostro mientras caminaba hacia el garaje de Ferrari, sabiendo que el resultado no reflejaba el esfuerzo y el potencial que había mostrado a lo largo del fin de semana.
El contraste entre la alegría en el podio y la desilusión de Charles resumía perfectamente las altas y bajas del mundo de la Fórmula 1, un deporte donde cada detalle puede marcar la diferencia entre la gloria y la decepción.
A pesar de que el cuarto lugar no era una mala posición, para Charles era como ser el primer perdedor, una posición que no reflejaba su verdadero potencial y ambición. En su mente, terminar en cuarto lugar era casi peor que no haber competido en absoluto, un constante recordatorio de que no había logrado darlo todo. Este sentimiento de insuficiencia siempre lo inundaba después de una carrera decepcionante, convirtiéndose en una sombra que lo seguía hasta fuera de la pista.
Luego de un largo rato en el garaje, Charles, aún algo aturdido por la carrera, finalmente cogió su mochila y se dirigió a la salida de la pista a través del Paddock. Mientras caminaba repasaba mentalmente cada momento de la carrera buscando soluciones a sus errores para el siguiente circuito, casi sin darse cuenta de su entorno, sus pensamientos fueron interrumpidos abruptamente cuando chocó con alguien.
El impacto fue inesperado y fuerte, y ambos soltaron un quejido de dolor. Charles levantó la vista rápidamente, su corazón latiendo un poco más rápido al encontrarse con la cara de una joven de mirada dulce y expresión sorprendida. Ella también llevaba una mochila y algunos papeles que ahora estaban esparcidos por el suelo.
-¡Lo siento mucho! no te vi,- exclamó Charles, agachándose rápidamente a recoger los papeles caídos.
-Está bien, solo fue un accidente,- respondió ella con voz suave, tenía una nota tranquilizadora que de alguna manera logró calmar el torbellino de emociones dentro de Charles.
Mientras ambos recogían los papeles y sus pertenencias, sus manos se rozaron suavemente, enviando una pequeña descarga al corazón de Charles. Algo en esa breve conexión le hizo sentir un calor reconfortante que cubría con la frialdad de su frustración anterior.
-Soy Daisy, por cierto,- dijo ella, ofreciéndole una sonrisa que mostraba sus pequeños hoyuelos.
-Charles,- respondió él, aunque sabía que ella ya sabía. Era un piloto conocido, después de todo.
-Fue una carrera difícil hoy,- dijo Daisy con empatía, sus ojos reflejando comprensión genuina. Charles estaba a punto de responder, agradecido por la calidez y la sinceridad en su todo, cuando a lo lejos escuchó su nombre siendo llamado con urgencia.
-¡Charles!- la voz resonó en el Paddock, interrumpiendo el breve momento que compartían. Era uno de los miembros del equipo de Ferrari, que parecía estar buscando la atención de Charles.
Charles miró hacia el origen del llamado, su expresión cambiando de sorpresa a resignación. Sabía que tenía que irse, que había asuntos que atender antes de que terminara el día.
-Lo siento Daisy, parece que tengo que irme.- dijo, levantándose con una mezcla de pesar y aprecio.
Daisy asintió, entendiendo la situación. A pesar de la brevedad de su encuentro, la conexión que habían hecho parecía significativa, un respiro de frescura en un día que había sigo abrumador para Charles.
-Espero que todo vaya bien,- le dijo Daisy con una sonrisa alentadora. -Nos veremos en la próxima carrera.-
Charles le devolvió la sonrisa, sintiendo una calidez inesperada en su pecho.
-Sí, me encantaría eso,- respondió, mientras se dirigía hacia el llamado que seguía resonando en la distancia.
FINAL DEL CAPITULO
ESTÁS LEYENDO
HeartBeat - Charles Leclerc
FanfictionUna pequeña novela en la que dos personas de género opuesto se enfrentan a sus diferencias tanto en el ámbito laboral como en su vida personal. A medida que navegan por los desafíos y conflictos del día a día, sus interacciones se vuelven cada vez m...