Monte-Carlo, Mónaco
Mar, 30 de Julio.
Luego de una larga mitad de temporada, al fin había empezado el mes de descanso. Charles estaba bastante satisfecho con sus ultimas carreras, ya casi llegando a los 300 puntos. Finalmente podía tomarse un pequeño descanso antes de la última parte de la temporada, pasarla con su familia y amigos.
Durante esos últimos meses de carrera, había conocido a Daisy, aquella chica castaña de ojos claros, quien al parecer se había robado su corazón. La mente de Charles vagaba en pensamientos sobre ella: en su sonrisa, ojos y cuerpo. Desarrolló una muy cercana amistad con esta chica, y tenía en mente invitarla a salir a una cena o a un café, aunque aún no estaba completamente decidido.
Aprovechando esos días de descanso, Charles decidió ir a su ciudad natal. Disfrutó de la calidez de su hogar, el aroma de los platillos que su madre cocinaba, y las risas de sus dos hermanos. Una tarde, mientras paseaba por el parque, se encontró con Daisy, quien estaba sentada en un banco frente a una linda fuente. Charles sin pensarlo se acercó a ella y se sentó a su lado sonriendo.
-¡Hola, Daisy!- dijo Charles con una sonrisa. -¿Qué haces por aquí?-
Daisy levantó la vista y le devolvió la sonrisa.
-¡Charles! Qué sorpresa verte. Solo vine a despejarme un poco y disfrutar del parque. ¿Y tú?-
-Decidí tomarme mis días de descanso para volver a casa. No hay nada como estar de vuelta, ¿no crees?- respondió Charles, observando la fuente con una mirada nostálgica.
-Definitivamente, hay algo especial en regresar al lugar donde crecimos- dijo Daisy, asintiendo. -¿Cómo has estado? ¿Qué has hecho últimamente?-
Charles suspiró con una mezcla de satisfacción y cansancio.
-He estado bastante ocupado con el trabajo, pero estos días libres me han venido bien. He estado disfrutando de la compañía de mi familia. ¿Y tú? ¿Cómo te va en tu trabajo de ingeniera?-
-He estado bien, gracias- respondió Daisy, su expresión iluminándose al mencionar su trabajo. -La verdad es que he tenido unos proyectos bastante interesantes últimamente. Estamos trabajando en un nuevo sistema de energía sostenible que podría tener un gran impacto-.
-Eso suena increíble- dijo Charles, impresionado. -Siempre supe que harías grandes cosas.-
Daisy se sonrojó un poco ante el cumplido y sonrió.
-Gracias, Charles. ¿Y tú? ¿En qué has estado trabajando?-
-Principalmente en la expansión de nuestro equipo- explicó Charles. -Estamos intentando abrir nuevos mercados y eso ha significado muchos viajes y reuniones.-
-¡Vaya! Suena agotador pero emocionante al mismo tiempo- dijo Daisy. -Me alegra saber que te está yendo bien.-
-Sí, ha sido un reto, pero vale la pena- respondió Charles, mirando alrededor del parque. -Este lugar no ha cambiado mucho, ¿verdad?
-No, sigue siendo tan hermoso como siempre- dijo Daisy, observando los árboles y las flores.
Hubo una pausa cómoda en la conversación mientras ambos disfrutaban del entorno familiar.
-¿Te gustaría dar un paseo por el parque?- propuso Charles finalmente. -Podríamos ponernos al día mientras caminamos.-
Daisy sonrió, encantada con la idea.
-Me encantaría. Vamos.-
Mientras caminaban juntos por el parque, Charles decidió hablar con Daisy sobre algo que había estado en su mente.
-Daisy, ¿puedo decirte algo?- preguntó Charles, mirando sus ojos claros que siempre parecían brillar.
-Claro, Charles. ¿Qué pasa?- respondió Daisy, con una sonrisa curiosa.
-Bueno, he estado pensando mucho en estos últimos meses. Tú has sido una gran amiga para mí, alguien con quien realmente puedo contar.- Charles hizo una pausa, respirando profundamente antes de continuar. -Y me he dado cuenta de que quiero pasar más tiempo contigo, fuera de las carreras y todo eso.-
Daisy lo miró con una mezcla de sorpresa y expectativa.
-Me encantaría pasar más tiempo contigo también, Charles.- respondió Daisy, con una sonrisa cálida. -¿Qué tienes en mente?-
-Bueno, he estado pensando en invitarte a tomar un café. Hay una pequeña cafetería cerca del parque que siempre me ha gustado. Me preguntaba si te gustaría ir conmigo mañana por la tarde.- Charles se sintió un poco nervioso, esperando su respuesta.
Daisy sonrió aún más, sus ojos brillando de emoción.
-¡Me encantaría! Mañana por la tarde suena perfecto.- dijo Daisy. -Estoy deseando pasar un buen rato contigo.-
Charles se sintió aliviado y emocionado al mismo tiempo. La idea de pasar una tarde tranquila con Daisy, disfrutando de un café y una buena conversación, era justo lo que necesitaba. Mientras seguían caminando, charlando sobre cualquier cosa, ambos sabían que su amistad estaba a punto de dar un paso importante.
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HeartBeat - Charles Leclerc
FanfictionUna pequeña novela en la que dos personas de género opuesto se enfrentan a sus diferencias tanto en el ámbito laboral como en su vida personal. A medida que navegan por los desafíos y conflictos del día a día, sus interacciones se vuelven cada vez m...