GP Arabia Saudita
Vie, 08 de Marzo.
Ya era viernes, día de prácticas y clasificación, y Charles no había dejado de pensar en ese encuentro con aquella chica, Daisy. Mientras se preparaba para el intenso día en el circuito, su mente vagaba constantemente hacia aquel breve pero impactante momento. Recordaba cada detalle de su encuentro: la forma en que sus ojos brillaban con una mezcla de curiosidad y determinación, su sonrisa sincera que parecía iluminar el entorno y, sobre todo, la sensación de familiaridad que le provocaba su rostro.
Charles ajustaba sus guantes y se preparaba para salir a la pista mientras su mentes volvía una y otra vez a ese encuentro. Sacudió la cabeza, tratando de concentrarse en la clasificación que tenía por delante. No podía permitirse distracciones. Pero justo en ese momento, mientras miraba de reojo al equipo contrario que trabajaba en su coche y piloto, algo llamó su atención. A lo lejos, en los boxes de Red Bull, la vio. Allí estaba Daisy, de pie al lado de Christian Horner, con una expresión que irradiaba una mezcla de concentración y entusiasmo.
Se detuvo por un instante, observándola desde la distancia. ¿Qué hacía allí? ¿Cuál era su papel en el equipo? La imagen de Daisy, ahora claramente vinculada a Red Bull, despertó en él una curiosidad aún mayor. Cada detalle de su postura, cada gesto que hacía, le resultaba hipnotizante.
Intentando no perder la concentración en su propia tarea, Charles apartó la vista y tomó una profunda respiración. Se subió a su monoplaza, ajustó los controles y se preparó para salir a la pista. Pero en el fondo de su mente, sabía que la imagen de Daisy, junto a Horner, estaría presente durante toda la clasificación. ¿Quién era realmente esa chica y por qué su presencia lo afectaba tanto?
Después de unas largas prácticas, Charles había logrado una buena posición, asegurando el cuarto lugar. Creía firmemente que en el día de la carrera podría llegar al podio. La confianza en su equipo y en su monoplaza le daba un aire de optimismo mientras caminaba por el paddock en busca de un café para relajarse un poco antes de la clasificación.
Mientras se dirigía hacia la zona de cafeterías, su mirada vagó por el bullicioso paddock. Los colores y los sonidos de la Fórmula 1 lo rodeaban, pero nada lo preparó para la inesperada imagen que se encontró al doblar una esquina. Ahí estaba Daisy, conversando animadamente con Max Verstappen.
La escena lo tomó por sorpresa y, sin poder evitarlo, se quedó observándolos por unos segundos. Daisy se reía de algo que Max había dicho, y su rostro se iluminaba con una naturalidad que a Charles le resultaba hipnótica. Sentía un ligero nudo en el estómago, una mezcla de sorpresa y... ¿celos? No podía negar que ver a Daisy tan cómoda y feliz con Max despertaba algo en él. Finalmente, armándose de valor, decidió acercarse.
-Hola, chicos,- saludó Charles, tratando de sonar casual mientras su corazón latía con fuerza.
-¡Hola, Charles!- respondió Daisy, aún sonriendo. -Estábamos hablando sobre las prácticas. ¿Puedes creer lo que pasó en la primera qualy?-
Charles asintió, aunque su mente estaba más centrada en la proximidad de Daisy y Max. La conversación fluyó, pero el sentimiento de celos seguía presente. Sin poder evitarlo, en un momento de la charla, preguntó:
-Oye, ¿ustedes dos son pareja?-
Daisy y Max intercambiaron una mirada rápida. Entonces, Daisy, con una chispa traviesa en sus ojos, decidió jugar un poco para ver la reacción de Charles.
-Sí, Max y yo estamos juntos.- dijo con una sonrisa, aunque en su mente esperaba ver algún signo de lo que Charles realmente sentía.
Charles sintió que el mundo se detenía por un momento. Trató de mantener la compostura, pero sus ojos lo delataron. Una mezcla de sorpresa y algo más se reflejó en ellos.
-Oh, no lo sabía- dijo finalmente, intentando sonar indiferente pero fallando ligeramente.
Daisy observó cada matiz de su expresión, buscando alguna pista de lo que Charles sentía en realidad. Max, captando la tensión, intervino.
-Sí, estamos juntos en algunas cosas... como esta conversación, ¿verdad, Daisy?- dijo con una sonrisa cómplice.
Daisy soltó una carcajada, relajando un poco el ambiente.
-Exactamente, Max. Solo bromeaba, Charles. No somos pareja- aclaró, mirando a Charles directamente a los ojos.
Charles sintió un alivio repentino, aunque intentó disimularlo.
-Me alegra escuchar eso- respondió, con una sonrisa que finalmente parecía genuina.
La conversación continuó con más ligereza, pero Charles no pudo evitar sentirse un poco más consciente de sus sentimientos hacia Daisy.
Después de una larga conversación, Daisy miró su reloj y se dio cuenta de que tenía que irse.
-Lo siento, chicos, pero tengo que irme. Tengo una reunión en unos minutos- dijo, sonriendo a ambos.
-Claro, no te preocupes, Daisy- respondió Max. -Nos vemos luego.-
Charles asintió y le devolvió la sonrisa.
-Sí, nos vemos más tarde, Daisy.-
Ella se despidió con una ligera inclinación de cabeza y se alejó rápidamente, dejando a Max y Charles juntos. Hubo un breve momento de silencio antes de que Max, con una mirada inquisitiva, se volviera hacia Charles.
-Oye, Charles, ¿te gusta Daisy?-
Charles se quedó helado por un segundo, tratando de procesar la pregunta. Su corazón empezó a latir más rápido, pero intentó mantener la compostura.
-¿Qué? No, la conozco hace solo unos dos días. ¿Qué dices, Max?-
Max lo observó detenidamente, como si intentara leer más allá de las palabras de Charles.
-Bueno, es solo que parecías bastante interesado en nuestra conversación. Además, la forma en que la mirabas...-
Charles sintió que se sonrojaba ligeramente y trató de desviar la conversación.
-Vamos, Max, solo estaba tratando de ser amable. Daisy es genial, pero realmente, apenas la conozco.-
Max sonrió, pero no presionó más.
-Está bien, Charles. Solo era curiosidad. De todas formas, creo que Daisy es alguien con quien todos querrían pasar más tiempo.
Charles asintió, agradecido de que el tema pareciera cerrado.
-Sí, definitivamente es una persona interesante.-
Max le dio una palmada en el hombro.
-Vamos, vamos a tomar un café antes de que empiece la rueda de prensa.-
FIN DEL CAPITULO
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HeartBeat - Charles Leclerc
FanficUna pequeña novela en la que dos personas de género opuesto se enfrentan a sus diferencias tanto en el ámbito laboral como en su vida personal. A medida que navegan por los desafíos y conflictos del día a día, sus interacciones se vuelven cada vez m...