¿Otra vez tú?

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Inglaterra, Londres. dom. 3 de marzo.

Mis amigas me convencieron para salir a comprar ropa, ya que el sábado tenemos la fiesta de cumpleaños de uno de nuestros amigos, Axel Disasi.

La verdad, no tengo ni la menor idea de que me voy a comprar, pero algo veré. Quizás un vestido, o un top y una pollera, no lo se.

Escucho mi celular sonar, era mi amiga Zaira.

-Amiga! estoy afuera.

-Salgo amiga.

Termino de ponerme mis aritos, agarro mi cartera y salgo.

Me subo al auto y mi amiga sorprende con un chocolate blanco, mi favorito.

-Ay amiga, no hacía falta, pero gracias, te amo.

- Yo te amo más. Hoy me dijiste que querías chocolate, y como se que el chocolate blanco te encanta, te lo traje.

me rio y la abrazo.

- Bueno, vamos a buscar a dai

mencioné, y fue lo siguiente que hicimos.

¬

Paramos en Zara, nos encanta la ropa de acá.

- Val, yo creo que este vestido te quedaría hermoso, más con la cinturita que tenés!

La miro a Daiana, y observo el vestido color champagne, con brillos, es hermoso.

- ¿Dicen que me lo pruebe?

- ¡Si amiga, Pruébatelo!

Dicen en unísono, y me convencieron.

Entre al probador, empecé a sacarme la remera para poder ponerme el vestido. Cuando logré atar las tiras que tiene detrás, pude observarme bien en el espejo. La verdad, favorecía bastante a mi cuerpo, marcaba muy bien mi cintura, combina con mi tono de piel... simplemente es perfecto.

Llamé a mis amigas, que al mirarme les brillaron los ojos.

- Amiga, te ves preciosa.

Me dice Zaira.

- ¡Simplemente, perfecta! Ninguno se va a resistir a vos.

Dice Daiana, a lo que yo suelto una risita.

- Está bien, me lo llevo.

Digo convencida.

- ¡obvio que te lo vas a llevar!

La escucho a Dai mientras cierro la cortina para cambiarme.

¬

Se hizo de noche, entre tantas vueltas que dimos por todos los locales de ropa habidos y por haber en Londres, entonces me convencieron para que salgamos a cenar, por suerte llevé un outfit lindo.

Cuando llegamos al restaurante, elegimos una mesa cerca de las ventanas. me senté del lado en el que podía mirar las mesas en nuestro al rededor. Zaira Y Daiana, se sentaron en frente mío.

Mientras esperábamos al mozo, sentí una mirada sobre mí. Mire a mi al rededor, hasta que lo ví.

Enzo, en una mesa cercana, con su mujer.

Me quedé paralizada, nos miramos fijo durante segundos incontables, hasta que saqué mi mirada al notar que Zaira me estaba hablando.

- ¿Val, estás bien? Parece que viste a un fantasma.

-Eh.. sí amiga, estoy bien, no te preocupes.

Me puse nerviosa, demasiado. Necesitaba ir al baño.

Me levanté lentamente.

- Amigas, voy al baño.

Zaira me mira, notó que algo me pasaba, nos conocemos desde los 3 años.

- Está bien, querés que te acompañe?

Preguntó Dai.

- No, voy sola.

Asiente con su cabeza, a lo que yo me voy rápidamente. Sentí el peso de su mirada, pero no quise mirarlo.

Entré al baño, empecé a respirar profundo. De algún modo tenía que tranquilizarme.

Cuando logré que se me vayan un poco los nervios, salí del baño.

Enzo estaba ahí.

Me miró, y se acercó a mí.

- Valen... tanto tiempo