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- Valen, tanto tiempo...

- Enzo.

Sonríe.

Qué sonrisa que tiene el hijo de su madre.

Me mira de arriba para abajo detenidamente.

-No esperaba verte acá.

Digo secamente.

- Yo menos, después de casi 6 años...

-Bastantes.

Sonrío.

- Estás muy linda... cambiaste un montón.

-Gracias, vos también cambiaste un poco. Tu mujer es muy bonita.

Estás en pareja Enzo.

-No tengo pareja yo.

-Ah... y entonces, ¿quién es la chica con la que estás sentado?

-Es la novia de mi amigo, él había ido al baño y nos quedamos nosotros hablando. Yo me separé hace rato ya, un par de meses.

-Ah bueno.

sonrío.

- ¿Y a vos te gobiernan?

No perdió esa forma de hablar, bien de negro villero.

- No, estoy bien así, no quiero volver a pasarla mal, por el momento.

Suelto una risita, y él sonríe.

- me alegro de verte bien.

me mira fijo al oírme hablar.

-Yo me alegro de verte, hermosa.

-Bueno, me tengo que ir

dije, ignorando lo que me dijo

- Ta bien, nos vemos.

Me sonríe a lo que yo le devuelvo la sonrisa y me voy.

Cuando llego a mi mesa, veo que el mozo acaba de dejar los platos.

-Amiga, tardaste un poco. Te pedí tu plato favorito.

Miro a Zaira.

-Perdón, es que... me encontré a Enzo.

La cara de las chicas cambió completamente, dándome a entender que no les gustó nada lo que acabo de decir.

-Qué!?

Dai es la primera en decir algo.

- ¿Qué te dijo?

Zaira me mira confusa.

- Que se alegra de verme, que cambié un montón y.. que estoy muy linda.

-Que descarado.

El enojo de Zaira se hizo visible en su tono.

-Es un imbécil.

Escucho decir a Daiana.

-Dejemos de hablar de este idiota y empecemos a comer.

Hablo, tratando de que se vaya la tensión.

Siento su mirada en mí, no la aparta en ningún momento... esto es incómodo.

- ¿Y si hacemos pijamada en tu casa?

La escucho hablar a Zaira, y levanto la cabeza. Me lo estaba diciendo a mí.

- Daale, siempre sos la que tiene menos desorden

Mi mirada se dirige a Daiana al escuchar su voz en tono insistente.

- Bueno, está bien, pero ya que están, duerman en mi pieza, no me gusta dormir sola.

Ambas me miran, conformes con mi decisión.

- Pero... ¿cómo haces cuando estás sola?

Me dice Zaira, con intriga.

-Es qué mi hermana viene muy seguido, entonces se queda conmigo.

Ambas se miran, divertidas.

- No tendrás a algún imbécil escondido por ahí, ¿no?

Insiste Daiana.

. ¡Claro que no! ¡Obviamente no!

La observo con la mirada "más tranquila" que tengo, a lo que ella sonríe.

-Está bien, te creemos

Dice Zaira riendo.

Se me escapa una mirada hacia la mesa de Enzo.

Nuestras miradas se cruzan, y me tira una sonrisita.

Tengo que admitir que sigue siendo lindo.

Necesito que mi cabeza se calle.

A todo esto, terminé de comer.

- Quieren que vaya pidiendo la cuenta?

Nos mira Daiana dudosa.

- Para mí sí. A menos de que Zaira quiera seguir comiendo.

Zaira se ríe al oírme.

-Pedí la cuenta, dale.

Daiana llama al mozo, con intención de hacerle caso a Zaira.

- The account please.

El mozo asiente y se dirige hacia la caja.

- Ese inglés fluído

Bromea Zaira, y yo defiendo a Daiana.

- Callate, que vos no sabes, en los 2 años que vivís acá.

- Es que es complicado.

¬

Ya nos estamos dirigiendo a mi casa. Cuando salimos del restaurante, Enzo me miró y me sonrió, Zaira lo vió, y estuvo a nada de gritarle, pero pudimos contenerla.

- Amiga, Enzo te miraba a cada rato, no te creas que no lo vi un par de veces.

Rompe el silencio Daiana.

- Bueno... el impacto de verme luego de años, no sé, pero logró incomodarme.

-Capaz se enamoró

Sonríe Zaira.

- Es que, ¿cómo no se va a enamorar? Ya no es más la valen de 16 años que él conoció

Daiana no colaboró mucho con su aporte.

-Tenes razón, ahora es un mujerón, con tremendo cuerpo, quien no quisiera tener la cinturita que tiene?

Sonrío al oír los halagos de Zaira.

- A parte esa cara, con nariz perfecta y natural, a penas un poco de rubor y delineado, pestañas hermosas y naturales, ojos verdes perfectos, pelo castaño claro hermoso, no no, demasiado.

- Ay chicas basta, me sonrojan.

Nos reímos las 3.

-Bueno dale, vayamos a mi casa.





¿Otra vez tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora