Capítulo 39: En este mundo, los superpoderosos asesinos en equipo están a cargo

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Bueno, finalmente logré terminar esto. Fue un poco complicado, pero este debería ser el último capítulo multiperspectivo hasta quizás el primero del epílogo. Espero haber logrado transmitir las cosas correctamente.

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[Koku Hanabata, también conocido como Trumpet, presidente del partido Corazones y Mentes, oficial del Ejército de Liberación Meta]


La liberación estaba cerca. Si le hubieras preguntado al Koku del año pasado qué significaba eso, te habría dado la misma respuesta que cualquiera de sus compañeros oficiales: el gobierno japonés ha trazado la línea en la arena y el Ejército de Liberación Meta tiene suficiente apoyo para lanzar un golpe de estado. ¿Ahora? Era un concepto más difuso. 

Cuando Koku era joven, hace unos veinte o veinticinco años, hubo algunos villanos bastante infames que saltaron a la fama: Psyche, Dictator, Shujin. Como siempre hace el público cuando un villano se vuelve prominente, aquellos con peculiaridades incluso vagamente similares reciben el tratamiento de parias.

El quirk de Koku, Incite, le permite aumentar los parámetros físicos a través de su voz de aquellos que ven a Koku como un líder. Esto no era del todo exacto. Lo hizo, sí, pero no solo subestimó el control que tenía sobre quién se veía afectado o no, sino que no fue todo. Podría producir uno de otros dos efectos útiles si el objetivo tenía otras perspectivas sobre Koku. ¿Si lo odiaban? Los llevaba a una rabia que hacía que perdieran sus inhibiciones ante la violencia. ¿Si veían a Koku como un subordinado? Los influyó para que vieran a Koku bajo una mejor luz. No fue sin razón que Koku ascendió a presidir un importante partido político a una edad tan temprana, después de todo.

Pero cuando era niño, cuando todo lo que podía afectar productivamente eran sus hermanos pequeños, esto se acercaba demasiado al quirk de Dictator para la mayoría de las personas, incluidos sus padres. Como tantos otros con peculiaridades de voz, Koku tuvo que soportar la indignidad de un bozal durante una parte considerable de su infancia debido al miedo irracional de los demás.

Fue en ese estado que conoció al hombre al que siguió hasta el día de hoy: Re-Destro. Fue durante una remodelación de rutina que el pasante de ingeniería Rikiya Yotsubashi vio lo que se normalizaba en las partes más anti-quirks del país y lo vio como lo que era: una abominación. El mayor logro legislativo de Koku fue prohibir las restricciones de quirk como abuso infantil, lo que consolidó su toma de control del partido cuando fracasó la Ley de Liberación.

Ese fue el comienzo de una hermosa carrera para ambos. El liderazgo de Detnerat estaba compuesto principalmente por aquellos que lograron sobrevivir a la última purga del MLA, cuando Destro los lideró, y promovieron a Rikiya a CEO tan rápido como pudieron ocultarse de las miradas sospechosas de los héroes.

Ahora, sin embargo...

"Tienes razón", respondió Tomoyasu, compadeciéndose mientras tomaba su propia bebida de uno de sus constructos. "Estamos en una situación complicada".

Koku se sirvió otro platito de sake. —Quiero decir, el plan era bueno, tenía más posibilidades de funcionar que intentar que nuestras ideas salieran a la luz en la legislatura... —Se quedó en silencio—.

O eso creíamos. —Tomoyasu terminó por él—. Yo soy el que revisó los números de Curious, sé cuáles eran las predicciones. Otros quince o treinta años era el resultado optimista. —Optimista, en este caso, era que no se produjera otro acontecimiento importante que pusiera al público en contra de la idea del uso público de los dones. Después de todo, ya había ocurrido antes.

El juicio a la esposa de Deguchiya fue inmensamente útil a la hora de evaluar las opiniones de la gente sobre los Estatutos de la Nueva Era. Aunque Chitose hizo todo lo posible por mantener la relevancia de las cosas y encaminarlas en la dirección correcta, mucho más útil fue lo que los otros canales decían al respecto. Valía la pena posponer la presentación de los estatutos de la Nueva Era hasta la primera sesión del año siguiente, solo por la oportunidad de tantear al público y a sus políticos opositores.

Koku bebió un sorbo de sake. —Hicimos la investigación. Sabíamos que nuestros ideales no eran populares. La estabilidad de All Might hizo que cualquier cambio real en... cualquier cosa fuera resistido. —El ciudadano japonés promedio estaba bien con cualquier cantidad de injusticia, siempre y cuando se mantuviera la paz. La única manera de que los peculiares, o los heteromorfos, o las minorías sexuales, o cualquiera pudiera lograr algo era hacer que fuera más pacífico para darles lo que exigían en lugar de reprimirlos. Necesitabas fuerza, y eso era algo que finalmente tenían, con el Ejército de Liberación Meta.

—La teníamos —convino Tomoyasu, bebiendo su lata de esa horrible cerveza con temática espacial—. Los números fueron mejores de lo que pensábamos que serían, pero aún así no fueron suficientes. Pero entonces... —Se quedó en silencio—. La Rata —terminó Koku—.

La Rata —repitió Tomoyasu, asintiendo con la cabeza en acuerdo—. Siempre ha sido un partidario de los derechos heteromórficos, y lo respeto por eso, pero no pensé que respaldaría un proyecto de ley solo porque incluimos un pequeño paso adelante en ellos. Eso último lo dijo con considerable amargura.

"En retrospectiva, tal vez las cosas hubieran sido mejores si hubiéramos dado un paso más grande en ese frente", admitió Koku libremente. "Veremos cómo resultan las cosas con esto, primero. Sabes tan bien como yo que la ley solo puede hacer mucho para combatir la discriminación, y todavía no hemos llegado a ese punto". "Sí, sí", dijo Tomoyasu, tomando un trago profundo de su cerveza y arrojándola a uno de sus constructos para que la triturara y la desechara. Otro le entregó una lata nueva.

Las Crónicas Heroicas de un JovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora