Tal vez en otra vida...

Cap 1 | El primer encuentro

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Es un día normal como cualquier otro en el hotel Hazbin, todos hacían sus deberes. Charlie se encontraba algo desesperada por buscar huespedes que quisieran quedarse en el hotel y redimirse, pero era demasiado difícil encontrarlos y convencerlos, pues es el infierno, todos cometieron su pecado, además de que los pecadores solamente ven eso como una perdida de tiempo y totalmente irrelevante. No les interesa. Ah Charlie se le ocurre la idea de llamar a su padre para poder pedirle algo de ayuda, y claro, esperaba que aceptara.

-Hola, ¿Papa?- Hablo Charlie por medio de su telefono, esperando a que su papa le respondiera.

-¡Hola perra!- Contesto Lucifer a su hija también en medio de la llamada con un tono de nerviosismo, pues bien, no sabe interactuar muy bien con las personas, y fue lo primero que se le vino a la mente responder.

-Hola papa... Disculpa que te moleste, pero quisiera pedirte un favor, ¿Puedes?- Charlie solto un suspiro después de haber dicho eso, a lo que Lucifer al escucharla, rápidamente contesto -¡Claro! Dime, ¿Que puedo hacer por ti..?-

Un silencio algo incomodo se presento en medio de la llamada, pero luego Charlie, totalmente decidida, habla -Papa, necesito que vengas al hotel, te contare detalladamente lo que necesito que hagas por mi... Hazlo, papa...- Se quedo con algo de nervios esperando alguna respuesta de su padre, es entonces cuando Lucifer responde -Espera, Tu... ¿¡Me estas invitando a tu hotel!? ¡Claro que ire, voy!-

Colgó al teléfono y comenzo a prepararse para poder ir al hotel con su hija -¡Mi hija quiere vermeeee~! ¡En tu cara depresión!-

Sonrió y salio del lugar. Por otro lado, en el hotel los chicos ya se estaban preparando para recibir a Lucifer. Limpiaban, decoraban e hicieron unas ricas galletas, las cuales no tenían una muy buena decoración, pero podían asegurar que estaban deliciosas.

Despues de unos cuantos minutos, ya Charlie estaba de pie detras de la puerta, junto con el demonio de la radio, Alastor, que se encontraba detras de ella. Charlie sin mas, abre la puerta y ve a su padre, y antes de decir algo Lucifer habla -¡Charlieeee!- Lucifer abraza fuertemente a su hija con una gran sonrisa en su rostro, mientras que Alastor, lo veía con una ceja levantada y su tipica sonrisa de lado a lado. Charlie se queda sin aire un momento, cuando Lucifer la suelta aun sonriendo, sin percatarse de la presencia de Alastor aún. -H-hola pa, uff- Tomo aire y sonrió algo nerviosa para después dar unos pasos atras, mostrándole a su papa el hotel.

-Papa, ¡bienvenido al hotel Hazbin!- Charlie sonrió con nerviosismo, mientras que Lucifer camina al frente comenzando a ver al rededor con algo de nervios también -B-bueno... es muy... Ehh.. Tiene mucho carácter... ¡Carajo! ¿¡Que horrible maldición del diablo es esa!?- Alzo la voz al ver la pequeña cantina que había ahí; es entonces cuando Alastor hace aparición desde su sombra, apuntando con su bastón a el lugar -Quisimos hacer algunas renovaciones. Faltaba un toque de color ¿No crees?-

Con una gran sonrisa de lado a lado aun, ve a Lucifer, quien con algo de seriedad, lo mira -Y tu eres...?- Hablo Lucifer esta vez, y seguidamente Alastor aparece detras de el desde su sombra nuevamente, tomado la mano del rey y sacudiendola un poco en su forma de saludar -Alastor, un gusto, un enorme placer, me intrigaba conocer al famoso soberano del infierno, aunque... Eres mucho mas chaparrito de lo que esperaba- Dijo Alastor con un tono burlon al final. Lucifer se molesto al haberlo escuchado decir eso, así que retomo la palabra una vez el se quedo callado -¿Quien es este, que hace aquí? ¿Es el botones?- Apunto a Alastor con su bastón mientras lo ve.

-¡Ha Ha! No... Yo soy quien administra este lugar mi señor... Tal vez escucho mi programa de radio, estuvo al aire hoy- Dijo Alastor con una gran sonrisa.

-Nop, veo que Charlie no tenia mas presupuesto para contratar gente, ¡Ha ha ha!- Lucifer río burlon hacia Alastor También.

Pasa un buen rato luego de una pequeña discusión entre Lucifer y Alastor quienes se estuvieron peleando por ver quien era mejor padre para Charlie, pero obviamente, ella misma los detuvo y se llevo a su papa a una habitación, donde lo dejaría hospedarse hasta que estuviera lista para contarle sobre su plan con la redencion.

-Papa, puede quedarte aquí y descansar un rato si quieres, tengo que hacer unas cosas así que nos vemos en un rato. Cualquier cosa puedes decirle a Alastor, y porfavor, no peleen- Una vez Charlie dijo eso, Lucifer asiente a regañadientes, pues apenas vio a Alastor no le callo bien, pero haría lo que fuera por su hija, así que evitaría tener problemas con el -¡Claro mi Char Char! No te preocupes, ve y has lo que tengas que hacer- Lucifer le sonrío a su hija antes de que ella saliera de la habitación.

Solto un suspiro bastante pesado y se quito el saco junto a su sombrero, los cuales dejo en la cama y se sento en la orilla de esta misma pensando un poco sobre el último exterminio que hubo, recordando a Alastor en ese momento, aunque no hubiera hablado con él, el creyó que si se llevarían bien, pero al parecer no fue así.

-Ese venado idiota... Cree que puede burlarse de mi así como así. Por mi solamente haría falta un simplemente movimiento con mis dedos y lo mandaría volando... Pero ahg... Al parecer Charlie se lleva bastante bien con el...- nuevamente suspiro, pero al hacerlo, de repente le dio un repentino olor a sangre. Se levanto confundido y salio de la habitación con algo de curiosidad y confusion, pues ¿de quien podría ser ese olor a sangre? Tal vez alguien estaba herido, o simplemente se corto, pero aunque fuese así, no podía dejarlo pasar. Camino al final del pasillo, dándose cuenta que el olor de la sangre provenía de la habitación de Alastor. Levanto una ceja y una leve sonrisa se formo en su rostro.

-Este estupido venado que estara haciendo?- Sin previo aviso, abrió la puerta lentamente, entrando en la habitación con sigilo, hasta que de repente ve un pequeño camino de sangre que llevaba a una pequeña habitación -¿Que mierda?- Se acerco a la habitación con cautela, y noto que el rastro de sangre esta vez era un poco mas grande, pues había más de dicha sangre. Abrió la puerta y vio a Alastor de pie, con una de sus manos justamente en su pecho, al parecer estaba sangrando.

-¿Alastor?-

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