Tal vez en otra vida...

Cap 2 | La herida

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Lucifer miro a Alastor con confusión, notando la sangre que salia de su pecho. Alastor al percatarse de la presencia de el rey, voltea a verlo con sus ojos oscuros, dejando ver la pupila en un color rojo, pero su sonrisa no desapareció. Con molestia, hace un rasguño en su transmisor, comenzando a reproducir algo de estatica -Sal de aquí...-

Lucifer levanto una ceja mirándolo sin ningún tipo de reacción o intimidación. Llega a notar una gran mancha de sangre en el saco de Alastor, a lo que sonríe algo burlon -¿Que te paso bambi?- rie un poco y se acerca a el lentamente. Alastor se enoja aun mas y usa sus tentaculos para atraparlo y detenerlo -¡Dije que salieras de aquí!- Exclamo molesto mientras lo veía. Por otro lado, Lucifer no pone resistencia y simplemente lo mira con algo de seriedad ahora.

Alastor suelta una leve queja, por lo que termina soltando a Lucifer de sus tentaculos  apretando un poco en su pecho con el seño fruncido -¿Ya me dejas ayudarte o que?- Hablo Lucifer estando ahora a lado de el con una sonrisa de lado -¿Q-que cara-?- Alastor se sorprendió al ver al rubio a lado de el ahora, así que retrocedió unos pasos -No te dejare tocarme maldita sea...-

Lucifer coloca una de sus manos en su cintura, observando como Alastor sigue desangrándose -Te vas a morir si no curas ese estúpido corte- Se acerco nuevamente a el, esta vez algo molesto.
Dejo salir sus alas y alzo el vuelo un poco para poder alcanzarlo. Antes de que Alastor pudiera hacer algo, Lucifer le dio un golpe en la cabeza, noqueando a Alastor al instante -Si no era por las buenas seria por las malas venado idiota-

Lucifer sin dificultad, cargo a Alastor en sus brazos y lo llevo a su cama, depositándolo con cuidado.

Después de un buen rato, Lucifer ya había terminado de curar la herida, suspirando algo pesado despues de terminar. Se sentó en una silla a lado de Alastor, esperando a que se despierte.
Para poder cerrar la herida con facilidad, utilizo su poder angelical, el cual solamente poseía el y los angeles mas poderosos, claro.

Después de unas pocas horas, Alastor comenzó a recuperar la consciencia, abriendo levemente sus ojos con confusión -Hasta que te despiertas ¿Como te sientes? ¿No duele?- Hablo Lucifer sentado aun en aquella silla antes mencionada con una sonrisa en el rostro.
Alastor al escucharlo, voltea a verlo, asimilando un poco, hasta que se sento de golpe con sus orejas bajas -¿Que mierda?-

Comenzó a revisar su pecho, notando que ya no tenía nada, mas que una simple cicatriz en el pecho, que era parte de la herida -¿Que fue lo que-?- Alastor antes de terminar su frase, Lucifer hablo -No preguntes, simplemente lo hice. Ahora, si ya estas bien, me largo- Se levanto Lucifer de la silla acomodando su saco, para después caminar a la puerta. Alastor sin palabras simplemente lo mira, no sabe que decir, pero un gracias, era claro que de parte de el no saldría.

En todo el día Alastor no salió de su habitación, lo cual preocupo a Charlie, pero Lucifer trataba de mantenerla concentrada en otras cosas para que no estuviese así. Las horas pasaron, y al final del día, Lucifer opto por irse a su habitación, no sin antes despedirse y darle las buenas noches a su hija -Buenas noches mi manzanita, descansa- Con una sonrisa, Lucifer se despidió de Charlie, antes de entrar a su habitación.

Una vez dentro, cerro la puerta detras de el y solto un suspiro bastante pesado, cambiando su expresión de una sonriente, a una decaída; Se dirigió a su escritorio, donde tomo asiento en un pequeño banco que tenia ahí. Miro sus patos, los cuales eran identicos a su hija Charlie, su ex esposa, Lilith, y el mismo.

Los ojos de Lucifer se cristalizaron momentáneamente, a lo que coloco sus brazos en el escritorio, apoyando seguidamente su cabeza en los mismos; comenzó a sollozar en silencio, pasando unas cuantas horas.
Seguía apoyado en su escritorio, viendo fijamente el patito de su ex esposa, es entonces cuando los pensamientos y recuerdos comienzan a invadirlo, comenzando a sobre pensar, pues el creía que el motivo de que su esposa lo haiga dejado, era por su misma inmadurez y el echo de solamente estar haciendo patos. "¿No fui un buen esposo, acaso?" "¿Se harto de mi?" "¿Que hice mal?" "¿No soy... Suficiente...?". Pensamientos como esos lo consumían por completo, comenzando a llorar nuevamente, mientras un ataque de ansiedad se presentaba.

Desde que Lilith dejo a Lucifer, el mismo comenzó a entrar en depresión y decadencia. Su hija Charlie también se había apartado al saber que su padre entro en depresión, y no podía ayudarlo, o bueno, mas bien ella creía que no era de ayuda, pero eso solamente empeoro todo para Lucifer, pues sentía que todo se le venia encima, cargar solo con un gran peso, que hasta ahora ah logrado soportar sólo, solamente por no querer preocupar a nadie, aunque, ¿Quien se Preocuparía por el a este punto? ¿Cierto? Es el rey del infierno, y creen que el ya tiene todo resuelto en su vida, como si simplemente fuera... Una cosa.

Lucifer comenzaba a agitarse, al igual que su respiración, llevando asi una de sus manos a su pecho; lagrimas aun salian de sus ojos, no podía controlarse, pues, entre mas pensaba, las voces en su cabeza eran más constantes y fuertes.

De repente, Alastor aparece desde su sombra en la habitación del rey, pues había estado escuchando sollozos desde su habitación. Una vez esta dentro, ve a Lucifer en el escritorio, a lo que un pensamiento de curiosidad lo invade. Con su gran sonrisa, se va acercando lentamente a él -Su majestad... ¿Que hace despierto a altas horas de la noche...?- Alastor ríe un poco, pero se percata de que algo no esta bien, pues Lucifer no volteo a verlo.

-¿Mmm...?- Antes de decir otra palabra, ve como Lucifer cae de rodillas al suelo, aun con su mano en su pecho, provocando que Alastor se alarmara un poco. Sus ojos se abrieron de par a par por la sorpresa, pero su sonrisa yace en su rostro -¿Que rayos? ¿Que es lo que te pas...? ¿Lucifer?-

Alastor se acerco, dando unos pocos pasos, quedando frente a Lucifer. Se arrodilla a frente a el, y cuando Lucifer levantó la mirada, miro a Alastor con lagrimas aun recorriendo sus mejillas; su respiración sigue bastante agitada, y realmente no sabe que hacer, pues no puede pensar en nada mas que en lo que lo esta atormentando.

Alastor al verlo de aquella manera, se quedó en blanco totalmente, pues no esperaba encontrar a Lucifer de aquel manera -¿Su majestad...?-

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