No entendía que era sufrir hasta que entendí que las lágrimas se almacenan junto la tristeza, que las risas son la puerta cerrada de la melancolía, que los pasos son avances de lo incierto, mientras que las ideas son vueltas a la locura.
Donde el corazón ríe sin gracia y la mente divaga sin rumbo.
El tacto es doloroso.