𝐋 | Una ruptura mediática, un viaje a Ámsterdam y una compañía un tanto inesperada; la vida de Sofia da un vuelco y en efecto, su corazón también.
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El vuelo a Ámsterdam fue tan tranquilo como lo desee, y la llegada al aeropuerto cumplió con lo esperado; ningún periodista a la vista, solo el chofer que Leandro insistió en contratarme y millones de personas que corrían a mi alrededor para no perder sus vuelos. En el camino al hotel, las vistas de la ciudad fueron maravillosas, y la comodidad del lugar al llegar me hizo saber que Leandro eligió excelentemente bien mi destino; aunque deteste darle la razón.
Acomode mi valija y me recosté en la cama, luego de recorrer mi habitación. Tomé mi celular entre mis manos y un mensaje decora mi bandeja de entrada.
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Sofi, cómo estás? viajaste bien? Disculpa que te moleste, seguro hayas llegado hace poco del vuelo y quieras descansar, solo te hablaba para verificar que todo esté bien y para decirte que tu entrada al palco mañana ya está más que charlada. Avísale al seguridad que venis de mi parte, y si surge algún problema me llamas y me pego una escapada yo a recibirte, si?
Lisandro, cómo estás? Yo bien por suerte, el viaje fue un poco agotador pero estuvo muy bien. Mil mil gracias por lo del partido, y por preocuparte por mi llegada!
Me alegra que esté todo bien Sofi, y no me agradezcas, le prometí a Lean que en tu estadía en Ámsterdam ibas a permanecer sana y salva jajajaj
Jajajajaj mil gracias de todas formas, nos vemos mañana entonces! Éxitos para el partido 🥰
Hasta mañana Sofi, que disfrutes de tu primer día! No dudes en llamarme ante cualquier cosa 😘
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Sonreí enternecida, Lisandro parece ser muy buena persona, al menos en los pocos mensajes que cruzamos hasta ahora. Me alegra que haya podido lograr que vaya al partido, el fútbol me fascina pero estos días en París no pude presenciar ningún partido del PSG debido a la presencia de los periodistas en el estadio.
Aunque las familias Messi y Di María ya me expresaron su intención de que, antes de la Copa América, cenemos todos juntos para festejar un reencuentro. Es maravilloso que, luego de tantos años de amistad, Leandro, Lionel y Ángel estén jugando en el mismo equipo. Mi relación con los últimos dos es muy cercana, pero la cuestión con Antonella y Jorgelina es incluso más maternal que con Camila, y aquello es una curita para mi corazón. Sin mencionar a sus hijos e hijas, que además de ser grandes amigos de mis sobrinos, también me dieron el apodo de "Tía".
