|• ¡LO SIENTO, PERO YO LO AMO! •| [FizzarollixAsmodeo] [StolasxBlitzø]

|•CAPITULO VII.•|

|"¿QUÉ HACES AQUÍ, MAMÁ?"|

—Gracias, por venir Connie, hace tiempo que no te veo.
—No hay de que, majestad.
—Si, créeme que, sí no hubieran implementado esa estúpida ley, que ordena que los pecadores, no pueden viajar al mundo humano, de ninguna forma, tú te habrías escapado conmigo al reino humano.
—Nah, no hay problema majestad, yo estoy viviendo muy bien aquí en el infierno. Aparte, ahora estoy trabajando como sirvienta de Asmodeo.
—Jum, eso me parece bien.

La reina Octavia, la madre de Stolas. Fue la primera ama, de Connie. Por lo cual le tiene gran aprecio.

—¿Y cuál es el motivo de su regreso al Infierno, su majestad?— Connie prendió su teléfono, y miró la pantalla.
—Mi hijo, Connie; Mi hijo menor, creo que el pobre esa en problemas; por lo que mandé a su padre con el, pero si no logra nada, me encargaré yo misma.

Connie, alzó la mirada de su teléfono, pero la volver a verlo, comenzó a ahogarse de la impresión.

—¡¿Estas bien, Connie?!
—S-si, su majestad. S-solo, dígame algo.
—¿Bien?
—¿Cómo dijo que se llama su hijo?
—Stolas ¿Porqué?
—De casualidad¿No es alto, como de dos metros, cuatro ojos color carmesí, manos largas que parecen palito, y plumas grises...?
—¿Si..? ¿PORQUÉ? ¿¡PASA ALGO!? ¡Si sabes algo, por favor dímelo Connie?
—Mejor véalo por si misma.— La chica le dió su teléfono.

Una foto de Stolas y Blitz juntos, impresionó a la reina, dejándola atónita; pero al mismo tiempo emocionada.

La emoción en su rostro no podía describirse.— Si, el está tan feliz en esa foto, besando a ese IMP, y publicandola sin ningún compromiso, es porque ñno está casado con Stella —.Pensó la Reina.— El entonces, es feliz... —Le devolvió su teléfono a Connie.

°°°

Las cosas no podían ir de mala en peor, en el hogar de Fizzarolli y Asmodeo. Cada día los golpes y las peleas eran más comunes.

Al punto que ambos se volvieron indiferentes el uno al otro. Pero la obsesión de Asmodeo, por el joven Bufón, era tan alta, que no lo dejaría ir, sin importarle cualquier costó, incluso si eso, era matarlo, sólo para mantenerlo a su lado.

Asmodeo, le presumía en su rostro, cada uno de sus nuevos amantes. Mientras que Fizzarolli, se limitaba a trabajar con Mammon, otra vez, y ahora, que su contrato fue renovado, gracias al éxito que tuvo el comercial con Ángel Dust, se planeaba hacer una serie.

Por lo que, el era el protagonista. No le molestaba.

°°°

Octavia, pareció llevarse mejor con Blitz, incluso que con su propia madre.

Ya que, Blitz era gracioso, y no la obligaba a parecer femenina, como lo hacía su madre; o no la sobre-protegía, como lo hacía su padre; E incluso, Blitz, llegó a llevarla a una que otra misión, sin que Stolas se diera cuenta.

Para Stolas, verlos convivir juntos, era simplemente un sueño.

Esa noche, al fin encontró a una pareja ajena, a la cual ofrecer de sacrificio. Era una joven pareja de recién casados, eran dos pequeños imp's.

Después de una larga investigación sobre ellos, descubrió que talvez podían tener el suficiente amor, como para poder, no sufrir daños. Incluso, se podria decir que tienen incluso más amor, que Fizzarolli y Asmodeo.

Eso lo demostró el joven chico, el cual, al Stolas irrumpir en su hogar, rápidamente se puso a la defensiva. Y al amenazar con matar a su amada, el chico sacó una lanza celestial, y amenazó con clavarsela al pecho, al Goetmia.

Stolas, al principio dudó. Pues eran ridículamente parecidos a los empleados de Blitz: Millie y Moxxie; pero, al asegurarse que eran ajenos a la vida de Blitz. Decidió que eran la mejor opción. Ya que, sabía que Blitz tenía un gran apreció a sus empleados, y no soportaría verlos separados.

°°°°

"La cacería ha comenzado", un gran ave roja, surcaba los cielos de la ciudad de la Ira. El ocaso del sol, elevaba sus plumas.

Al tocar el techo, demostró una hermosa máscara hecha de rubíes, y su capa, subiría el resto de su cuerpo, el cual estaba majestuosamente en llamas, producto de su forma demoníaca.

Stolas, en sus manos, sostenía una pistola, la cula hbaia hurtado de la colección de Blitz.

Al azomarse por la ventana, vio que la pareja, estaba tomando té, tranquilos.

Decidió irrumpir. Quebrando la ventana, y planeando secuestrar a los pobres inocentes. Pero ante sus ojos, alguien brincó detrás de ellos, sosteniendo su Grimorio. Luego, de alguna forma, abrió el portal, el cual, accidentalmente cruzó. Dejando así, libres a la pobre pareja, la cual estaba atónita.

—¡YO ME HARÉ CARGO DE ESE BASRTARDO...! Tengan cuidado, ¿Si?
—¿Quién... Quién eres tú?
—Tengan cuidado.

°°°

Fizzarolli, estaba preparado escapar. Dispersandose entre los empleados, se escabulló en una de las ventanas, de la biblioteca.

Comenzó a correr, hacia dirección de la calle, bajo la lluvia ácida.

Estaba a tan solo segundos del transporte, que lo llevaría lejos de allí.

—¡FIZZAROLLI!— Gritó Asmodeo, detas de el.

Fizzarolli se detuvo, y dirigió su mirada.

—Podemos arreglar esto, por favor, regresa, y tood esto será como antes.— Su tono era burlón.

—¿Cómo sabias que estaba huyendo...?— Magulló, casi susurrando, pero lo suficientemente fuerte, como para que lo oyese.

Asmodeo, sonrió acercándose. A cierta distancia, tomó un teléfono, y miró con sarcasmo al bufón.

—Deberias, saber borrar tus Chats de Whatsapp primero —Miró el teléfono, como si le entretuviese—, Yo no sabía que Mammon había comprado otra camioneta, con lo tacaño que es.

Fizzarolli buscó en su bolsillo, no tenía su teléfono.

Sin importarle nada, retomó su camino, y comenzó a correr lo más rápido que podía, casi tropezandose en algunas ocasiones. Pero recuperándose al instante.

—Oye, oye, no, no, no, ¡REGRESA ACÁ!— Grito, aún más fuerte Asmodeo.

Fizzarolli, se subió al carro, antes de más problemas. El chófer que Mammon, había mandado, estaba listo para escapar junto al Bufón.

°°°

Enojado, Asmodeo regresó al Palacio, y se dirigió a la biblioteca.

Buscando un libro en específico.
Si Fizzarolli no lo iba a amar por las buenas, lo haría por las malas.

Comenzó a buscar un libro, el cual contenía aún hechizo de amor eterno, y solo requería de sacrificio, el amor de otros. Hechizo, el cual esl mismo había destronado.

Pero la llegar a la sección, en donde debería estar el libro, se sorprendió al notar que las cadenas, que lo protegían estaban magulladas y destruidas.