Capítulo 7: El Hijo Pródigo, El Hijo Rebelde

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La mesa de la mansión estaba tan tensa como una soga cargando un piano, todas las chicas estaban guardando silencio, con la espera de poder escuchar alguna de las cosas que venían del balcón en donde aquellos dos estaban, hubo ciertos murmullos que rompían aquel silencio, junto con algunos tosidos. Entre todas las jóvenes estaba Origami, misma que estaba moviendo un aparato que estaba emitiendo una especie de estática; lo cual provocaba bastante enojo en ella.

—¿Creen que... se estén besando? —Yoshino fue la que por fin emitió una palabra, provocando que todas empezaran a hablar como locas al unísono.

—¡Chicas! —habló Miku con voz alta, en un tono autoritario y serio, además que tenía una expresión que nunca había demostrado antes con ellas, era como si de una madre estricta dando un manotazo a un niño rebelde se tratase —. No deben de ponerse así, si Nia es capaz de recuperar al antiguo Darling, deberíamos de estar felices.

—¿¡Y tu acaso no vas a tomarlo a la primera para vestirlo de Shiori!? —Origami embraveció como un toro, levantándose de la mesa y dejando tirado aquel aparato que traía antes, las Yamai al notar esto se levantaron para sujetarla para evitar que hiciera alguna estupidez.

—Perder a la persona que amas cambia a las personas, y personalmente creo que todas nosotras lo hemos hecho de algún modo, a mí ya no me importa si no puedo disfrutar de la compañía de Shiori, solo me importa volver a ver a Darling sano y feliz una vez más. —Su temple era firme, de tal forma que al toro le dolería darse una estampada contra ella, similar a un toro cuando golpeaba la dura valla de la granja.

El silencio se tiñó del más profundo negro por las palabras de Miku, todas las presentes no pudieron evitar agrandar los ojos debido a la ofensa indirecta hacia Origami, sin embargo, lo que nadie pudo prever era el detalle que Origami se levantaría de la mesa cabizbaja, comenzando a correr en una dirección inexacta mientras se oía como había estallado en llanto. En el fondo, Miku se sentía bastante mal al respecto, se dejó llevar por el momento, nunca esperó causar llanto en Origami, sin embargo, Yuzuru levantó su mano para tomarla del brazo suavemente, pronunciando unas palabras para tranquilizarla.

—Petición. Déjala a solas un rato, mi maestra Origami necesitaba eso —por esas palabras, Miku dejó caer sus hombros para tirarse en la silla soltando un fuerte suspiro en el acto.

—Lamento ponerme así, chicas.

—Creo que hiciste lo correcto —la mirada de Miku se dirigió en dirección de Kotori, la cual estaba cruzada de brazos.

—Sí... A veces Origami puede ser un poco...

—Rara...

Del otro extremo de la vivienda, un hombre y una mujer estaban teniendo una charla, el estaba recargado en el barandal del balcón, mientras que la chica estaba sentada en una banca que había en el lugar.

—Así que, ¿puedes decirme que planeas hacer para "acabar con DEM" —Nia hizo unas comillas con sus dedos mientras hablaba, se encontraba expectante, sobre todo por el hecho que aquel joven parecía ser una caja de sorpresas a este punto.

—La única forma para lograr acabar con DEM, es mantener mi puesto como presidente el mayor tiempo posible. Evitar que los Wizard puedan seguir abusando de su poder sería la primera parte del plan, la segunda fase sería cambiar el rumbo de la compañía.

—¿Rumbo? —preguntó con cierta curiosidad, llevándose el dedo a su labio.

—Isaac Westcott fue uno de los principales creadores de los Wizard; el proyecto anti espíritus, pero gracias a él, se creó al primer espíritu, por ende, el creó a las espíritus. Ahora, DEM creó un sistema anti Wizard, considero que, ese es un rumbo que solo traerá un mal para las personas, ya que no estamos atendiendo la raíz del problema.

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⏰ Última actualización: Jul 26 ⏰

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