Capítulo 4: Un Sentimiento De Arrepentimiento

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La vida en muchos casos llega a ser cíclica, las personas siempre repetimos varias de nuestras acciones, ni si quiera los presidentes de mega corporaciones se salvaban de este tipo de cosas. El cielo estaba cambiando el naranja por morado, con la llegada de esos colores, también aparecía por la puerta principal, aquel chico que actualmente era el presidente de DEM. Había una marca de labial en una de sus mejillas, el origen de la misma era una mangaka que lo había besado con anterioridad, y a diferencia de Miku, esta no lo había limpiado.

Tan solo con dar el primer paso en el lugar, una joven hizo acto de presencia, era la ya característica chica con unos lentes de color negro y un bastón. A este punto, creo que ya es hora de hablar de esta chica, su nombre es Aoi Minami, actualmente ella desempeña el papel que anteriormente que tenía Ellen Mathers con la administración de Isaac Westcott. Pese a su apariencia, ella no era invidente del todo, era en palabras simples, uno de esos raros experimentos que venían de la sede en Estados Unidos, fue una chica que había perdido la vista durante un terremoto espacial ocurrido en japón, y de alguna forma, dio a parar hasta un centro de experimentación clandestino de DEM, no era novedad con ellos hacer cosas así, la propia Artemisia; la segunda maga más fuerte del mundo, llegó a probar una parte de la malicia que había dentro de los hombres que manejaban a DEM; incluso si no se trataban de Westcott.

—¿¡En donde crees que estabas!? ¡Llevas todo el maldito día fuera! —La chica se había abalanzado hasta Shido para así sacar un pañuelo de su saco, pasando a limpiar con enojo aquella marca de beso.

—Por favor Minami, deja al chico divertirse, el presidente de una compañía también tiene que hacer ese tipo de cosas —expresó entre risas un ejecutivo que iba pasando por el lugar.

No fue el único que estuvo muriéndose a carcajadas de esa escena, parecía como si fuera una furiosa esposa la cual descubrió a su marido infiel llegando a mitad de la noche con marcas de beso. Hay muchos ciclos que se repiten, pero parece que la fórmula de Westcott y Ellen no era una de esas cosas que se repetía al 100%. A Aoi le molestaba ser centro de risas, era una razón más para estar enojada con Mr. President.

Gritos, agresiones, empujones, Mr. President tuvo de todo durante esa noche, tan solo para su consuelo, tendría aquella foto que guardaba en su gaveta con mucho recelo, una foto especial que servía de recuerdo visual acerca de una persona igual de especial. Pero no podría verla aún, no con Aoi vigilándolo mientras este se ponía a revisar las pilas de papeleo, parecía que ella se había empeñado en dejarle la mayor cantidad de hojas posibles en ese día, como si fuera una especie de matoneo.

Pese a todas las agresiones variadas, Mr. President no hizo nada, solo se quedó en silencio, escuchaba todas las cosas de lo que recriminaba, desde que era un malagradecido con la compañía y ella, como era un holgazán, incluso mencionando que era un tonto por querer gastar su tiempo tratando con mujerzuelas de tan bajo nivel; aunque eso provocó un nuevo sentimiento dentro de él, no sabía que era, pero tampoco tenía ganas de preguntar por aquello, se podría decir que, estaba experimentando por primera vez la ira, pero aún era demasiado sumiso ante los intereses de la compañía como para poder encarar a su agresora.

Cuando ya había caído las ocho en punto, la chica se había ido de aquel lugar, dejando otra vez a solas a Shido, este tras notar la ausencia de la misma, se quedó inmóvil, era como si no quisiera seguir su trabajo, quería un descanso de toda esa problemática que le había llegado tan solo con la presencia de esa chica. Por la misma razón, el joven abrió su gaveta para sacar aquella foto una vez más, ni si quiera él sabía que tanto le miraba, ¿por ser la primera en hablarle sinceramente? ¿Por ser la que le enseñó por primera vez ciertos conceptos? No lo sabía con sinceridad, tal vez, es eso a lo que llaman amor, algo muy extraño, que ni si quiera un humano podría definir con claridad. Había conceptos que nunca había escuchado, como era el dejar ir, así como también lo era buscar el bien para otra persona, qué pese a que el buscaba hacer eso para todos los miembros de su compañía, él sabía en el fondo que se trataban de cosas diferentes. Era como si, quisiera hacerlo por su propia voluntad, hablamos de independencia, algo que él no había probado aún por estar atado a esas cuerdas impuestas por DEM.

Date a Live: Mr. PresidentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora