La mayoría de veces me molestaba despertarme temprano, pero hay un solo día en el que no lo odio tanto. Despertarme al escuchar la canción de cumpleaños inmediatamente me hace sonreír a más no poder mientras mis hermanos vienen a saltar en mi cama. Al poco tiempo puedo ver a mis dos padres sonrientes trayendo un pastel de tres leches, con una vela y unas fresas con miel a parte. Es lindo.
— ¡Pide dinero! — dice el loco de mi hermano, él único que me hace enojar.
Niego con la cabeza y al soplar la vela solamente puedo pensar en que quiero más cumpleaños así. A los pocos minutos todos ya estamos arreglados para irnos algún lugar y disfrutar del día en familia. Yo elegí este año ir a un parque de diversiones algo lejos de aquí.
Me divertí como nunca. Reí, me asuste con la casa de miedo que estaba ahí, me mojé en una de las atracciones que estaban ahí, casi se me va el corazón en una montaña rusa y quería llorar como una niña pequeña al ver que el sol ya se estaba yendo. Adoro estos días, los amo con toda mi alma y quiero tenerlos en mi mente todo lo que pueda. Quiero siempre ser la niña de mami y papi, aunque eso signifique que se burlen de mi.
Antes de irnos, estábamos comiendo algo, no queríamos irnos con el estómago vacío ya que eso significaba que mis hermanos estarían de mal humor de vuelta a casa. Mi padre, quien siempre fue un hombre de no beber esta vez lo hizo al encontrarse con un amigo en el parque, un puesto superior a él en el trabajo y no tuvo más remedio que aceptar.
Al irnos mi madre lo tuvo que casi arrastrar al coche, yo estaba a las risas mientras la ayudaba por los comentarios que decía mi papá.
— ¡OYe! — intentó señalarme pero sus manos estaban inmovilizadas por el agarre de mi mamá y el mío. — ¡Te pareces un montón a mi mujer! — puso mala cara — Acaso...¿mi amorcito fue infiel y te tuvo a ti a escondidas?
Estalló a risas mientras mi madre lo está regañando, que no diga ese tipo de cosas frente a mi. Al llegar al carro mi papá cayó en el asiento mientras se acomodaba para dormir en el asiento del copiloto. Mientras yo apuraba a mis hermanos mi mamá iba arrancando el carro. Ellos también en cuanto pisaron el auto cayeron dormidos.
Estaba a las risas, fue uno de los mejores cumpleaños que tuve en mi vida.
— Marcy.. — mi mamá dijo mi nombre mientras miraba la carretera forzando su vista por la neblina, de le olvidaron sus lentes el día de hoy. El parque de diversiones está en una montaña. Ya estábamos en camino lo que significaba que hay demasiadas curvas. — ¿Podrías revisar debajo de tu asiento?
Le hice caso y había una caja algo grande. La volteo a ver y ella asiente con la cabeza mientras me mira por uno de los espejos. Sonrío al ver que es. Un libro, una rosa y el collar que ella siempre traía puesto.
— Puede que no se vea mucho pero mande a que lo arreglaran para ti, si fuerzas tantito tu vista, puedes ver que tiene tus iniciales...¿qué te parece? — trataba de verme lo más que podía pero siempre tenía su concentración en la carretera.
Guardo la rosa dentro del libro para consérvala lo más que pueda y me pongo el collar con lágrimas en los ojos, mi mamá siempre hablaba de lo importante que era este collar para ella, se lo dio su primer amor y siempre lo tenía puesto. Quiero suponer que mi padre fue su primer amor, porque siempre miraba a mi mamá con nostalgia cada que la veía con ese collar, tal vez, recordando lo que pasaron.
— Me encanta, gracias.. — lo decía de verdad. Saque de nuevo la rosa para poder olerla.
Spring me patea, haciendo que me golpee un poco con el cristal y apreté la rosa para que no se me fuera de la mano. Solté un leve grito, al ver la sangre salir de mi dedo y el golpe en la cabeza me dolía. Me da miedo la sangre.
— ¡¿Estas bien?! — mi madre voltea a verme con gran preocupación al escuchar el grito, pero se tranquilizó al ver que solo era un leve golpe y un poco de sangre —. Pensé que el vidrio se rompió o algo..
Niego con la cabeza y apenas abro los ojos puedo ver que de la nada sale otro carro de la neblina, su luz me nubla un poco la vista, cerré los ojos.
— ¡Mamá, cui— antes de que termine el auto ya estaba boca abajo.
Un zumbido, solo escuchaba eso. Mientras mi hermana, Polly, lloraba y mi hermano trataba de tranquilizarla. Siento como tratan de quitarme el cinturón, quiero abrir los ojos pero estoy demasiado cansada. Me despierta la cachetada de mi hermano.
Lo único que recuerdo es yo llorando mientras trataba de sacar mis padres del coche pero ellos simplemente no reaccionaban. Los del otro coche no les había pasado casi nada, ellos fueron los que llamaron a la cruz roja.
🌷⏰
No recuerdo nada. Solo abría los ojos de vez en cuando, la habitación en blanco, tonos opacos...todo me quería hacer vomitar. De vez en cuando me tocaba el cuello para confirmar que el collar seguía ahí. No tenemos familia, al menos de cerca de Tailandia. La familia materna está en Corea y la paterna en México, nadie encontraba información nuestras, apenas nos habíamos mudado. Yo no tengo celular por regla de mis padres, no me sé el número de mi familia materna. No había nadie quien nos cuidase si es que algo nos pasaba. No me querían informar lo que pasaba.
En una semana salimos con mi papá pero no con mi mamá. Mamá murió.
A las semanas ya estábamos en el aeropuerto, con mi papá de rodillas pidiéndonos perdón mientras lloraba y nos abrazaba con todas sus fuerzas. Guardamos la mayoría de nuestras pertenencias de toda nuestra vida en solos tres maletas. No llevamos mucho pero si lo suficiente para tener lo necesario.
Y en unas horas ya estaba en México, mientras nuestros abuelos paternos tenían un cartel con los apellidos de mi padre y nuestros nombres mal escritos. No los conocemos.
Agarrados de la mano, Spring, Polly y yo caminamos con pasos inseguros a los desconocidos que compartimos sangre pero nunca vimos.

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Mala influencia. ✅
Fiksi PenggemarDespués de la muerte de sus padres, Marcy y sus hermanos terminan al cuidado de sus abuelos paternos. Sasha, quien busca ayuda desesperada para mantener su puesto de porrista en un prestigiado colegio termina vinculándose con Marcy, la mejor de su...