Capitulo 2: ¿Que es un Stiles?

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-¡Mamá!-no dejaba de gritar el niño mientras cojeaba por el frondoso bosque a punto de oscurecer-¡Peter!-seguía llamando a su manada mientras se recargaba en un pino para descansar su pie-por favor...-decía exhausto.

-¿Hola?-dijo en voz alta lo que parecía ser un oficial-¿Un niño...?-se preguntaba a sí mismo el hombre-Dios...-decía mientras lo apuntaba con su linterna-Soy el sheriff Stilinski, no tengas miedo. Te llevaré a la comisaría para poder localizar a tus padres, chico-dijo el sheriff mientras se acercaba con su chaqueta a la mano ya que el joven estaba desnudo. ¿Quién no se preocuparía por un niño desnudo en el bosque, a punto de anochecer y sin sus padres?

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-Bien, toma esto. Tal vez te haga bien, es chocolate caliente, amigo-decía el sheriff mientras se sentaba frente a él con una expresión de preocupación plasmada en su rostro-Dijeron que te encontrabas bien físicamente, excepto por tu herida en el pie. ¿Dices que fue con una trampa para osos?

-Sí-dijo el menor.

-¿Puedes decirme tu nombre? ¿Me puedes decir el nombre de tus padres?,¿Alguien que esté a tu cargo?-decía mientras sacaba un lápiz y lo sostenía sobre su libreta.

-Me llamo Derek, Derek Hale. Mi madre es Talia Hale-decía quedito el pelinegro, sin querer decir más, mientras se encogía en el asiento incómodo.

-¿Cuántos años tienes Derek?-pregunto lento el mayor.

-10 años-contesto quedito.

-¿Te sabes el número de teléfono de tu madre?-preguntó el mayor.

-Mm..., su número es *** *** ***-dijo el pequeño pelinegro mientras observaba a alguien entrar a la habitación. Era el niño, el chico que lo había ayudado en el bosque.

-Stiles, hijo, te dije que esperaras en la oficina-decía el hombre dirigiéndose al ojimiel.

-¿Qué...es un Stiles?-dijo el pelinegro mientras miraba la escena, haciendo cesar la plática.

-¡Yo! Soy Stiles, no "un Stiles"-dijo el ojimiel mientras lo miraba curioso-Papá, ¿por qué está desnudo?-preguntó de forma imprudente el castaño mientras lo señalaba de forma curiosa, haciendo que el pelinegro se tapara más con la chaqueta del sheriff.

-¡Stiles! Por Dios, regresa a la oficina. Ya casi termina mi turno-exclamo el sheriff exasperado mientras señalaba la puerta de su oficina-Y cuántas veces te tengo que decir que no apuntes-regaño el hombre.

-¡Tú acabas de hacerlo!-dijo el menor mientras lo miraba con el ceño fruncido.

-Eso no importa-dijo el hombre y, al ver a su hijo volver a la oficina, volvió al ojiverde-Perdona a mi hijo, es algo imprudente y no piensa mucho lo que dice-dijo mientras miraba al pelinegro, el cual asintió a lo dicho-Okey, llamaremos a tu madre para que venga por ti. No tardará mucho-dijo el mayor mientras dejaba al menor y le pasaba el número a la mujer de recepción para luego entrar a su oficina.

-Ya vámonos, Stiles-alcanzó a escuchar el ojiverde mientras observaba cómo el sheriff se ponía otra chaqueta más casual, saliendo de su oficina-Será mejor que te apures si quieres esas hamburguesas, pequeño revoltoso-decía el hombre mientras su hijo salía con una mochila en un hombro y sonreía al escuchar a su papá yendo detrás de él de forma torpe.

-¡Papá! Eres demasiado malo, tomaste delantera-exclamó el niño mientras su papá abría la puerta de la comisaría con una mano y con la otra lo despeinaba.

-Solo sal, Stiles-decía entre risas el hombre, de forma cansada, cerrando la puerta tras de sí.

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