Capitulo 10: Iman Sobrenatural

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Perspectiva de Stiles:

Han pasado tres meses desde la partida de Paige, y la vida de Derek se convirtió en una especie de desastre apocalíptico, mientras que la mía también se vio afectada, aunque en menor medida. Papá investigó el caso y decidió que todo era un ataque de coyote para cubrir toda esta historia sobrenatural que parece sacada de una serie de televisión. Derek tardó dos semanas en salir del agujero en el que se había metido, y convencerlo de comer algo fue como tratar de negociar con un oso perezoso. Al final, Thalia logró hacerlo y, bueno, ahora Derek muestra alguna mejora.

Deaton y yo seguimos entrenando mi chispa y el control del amuleto. Descubrimos que el amuleto se conecta a mí como lo hace mi chispa. Hace unos días, perdí el control y Deaton me dijo que literalmente me elevé en el aire, con chispas de energía saliendo de mis extremidades. Y sí, parece una exageración, pero mis ojos brillaron como si fuera una linterna en plena noche. No recuerdo nada de eso, pero Deaton me aseguró que fue algo difícil de controlar. Resulta perturbador no recordar algo así, pero al menos nos dejó claro que el amuleto es algo realmente peligroso que no puedo dejar atrás.

Dejando de lado el circo sobrenatural, papá dijo que estaba saturado de trabajo, así que me tomé la libertad de ir a ayudarle, a pesar de que no le encanta la idea de que me entrometa. Claro, pensé que llevarle su comida favorita como recompensa podría ser un buen plan.

Entré en la comisaría y saludé a la recepcionista, pidiéndole que me abriera la puerta para ingresar a la oficina de papá.

-¡Hola! Sé que no te gusta que me meta en tu trabajo, pero traje tu cena favorita. Tómalo como un favor-dije con tono juguetón, mirando a papá de espaldas mientras observaba su tablero-. ¿Te ayudo?

Papá finalmente se volteó, con una ceja arqueada, y yo le pasé su hamburguesa, lo cual lo hizo rendirse con un suspiro.

-¿Y ahora qué?-pregunté, mientras sacaba mi propia hamburguesa y miraba el tablero con atención.

-Mmm, no debería hablar de casos confidenciales con mi hijo adolescente, pero como sé que si no lo hago, lo descubrirás tú-respondió, divertido.

Papá me miró con una sonrisa cansada antes de señalar el tablero lleno de fotos, notas y líneas de conexión. La mayoría de los casos estaban relacionados con ataques de animales o desapariciones extrañas, pero había uno en particular que destacaba.

-Este-dijo, señalando una foto en la esquina superior derecha-. No parece encajar con los demás. Un ataque reciente en las afueras del bosque. Pero no es un coyote, ni un lobo, ni nada que pueda identificar fácilmente. Las marcas son... raras.

Me acerqué más para examinar la foto. Había algo en las marcas que me resultaba familiar, algo que había visto en los libros que Deaton me había dado. Mi mente comenzó a trabajar rápidamente, conectando los puntos.

-¿Papá, estás pensando en algo sobrenatural?-pregunté con tono irónico, aunque sabía que la idea ya había cruzado su mente.

Él me miró de reojo y luego suspiró, rindiéndose ante la posibilidad.

-No lo sé, Stiles. Desde la muerte de Paige, las cosas han estado un poco más... raras. Como si algo se estuviera desmoronando en la ciudad-dijo con preocupación.

El nombre de Paige resonó en la habitación, y el ambiente se volvió un poco más pesado. La pérdida de Paige había dejado una marca no solo en Derek, sino también en mí. Ver a mi amigo destruirse a sí mismo durante esas semanas fue más doloroso de lo que quería admitir. Pero no era momento de pensar en eso. Tenía que concentrarme en lo que estaba frente a mí.

-¿Te molesta si le echo un vistazo?-pregunté mientras señalaba el tablero.

Papá asintió, sabiendo que no me detendría aunque lo intentara.

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