Ella sabia que se estaba metiendo en algo peligroso, que estaba jugando con fuego... Sin embargo, aquello no fue un obstáculo para ella.
El sabía que iba ser un giro en la vida de ella, viniendo a cambiar parte de ella.
Los dos casados para unir l...
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Estaba arriba de un avión privado del marqués. Me encontraba aburrida mirando por la ventana, para después mirarlo. No había hablado desde que subimos, se la pasaba hablando por teléfono mientras caminaba y movía por todo el avión. Suspire rodeando los ojos viendo el cielo por la ventana. Estoy aburrida, sumamente aburrida.
Voltee a ver a marqués fijamente nuevamente, viendo cómo este me devolvía la mirada con el teléfono en su oreja. Se me quedo viendo fijamente, hablando por teléfono en francés. Lo escanee disimuladamente, porque siempre llevaba trajes tan elegantes como si estuviéramos en la película de María Antonieta? O sea, no se veía mal, pero no estará incómodo de usar traje siempre?. Mis ojos pasaron mas abajo y oh... solo dire, tiene buen trasero. Solté una pequeña risa viendo el piso.
—Te causo risa, petite?.— Hablo este sentándose frente mío, viéndome fijamente como si estuviera examinándome con curiosidad.
Me quede callada viéndolo. Hacia ver el avión pequeño de lo alto que era.
—Cuanto falta para llegar a Francia?—Pregunte tratando de cambiar de tema.
—No mucho, aproximadamente 40 minutos.— Respondió sin dejar de mirarme.
Ay, porque no me deja de mirar? Pensé para mi misma.
Asentí apartando mi mirada de la suya para ver el cielo por la pequeña ventana del avión. Si seguía mirándolo me iba a sonrojar...
Nos quedamos en silencio por unos minutos, sin decir nada. Podía sentir sus ojos sobre mi, pero me negaba a mirarlo.
—Ya has visitado Francia?— Pregunto esté mirándome, sabiendo la respuesta a eso. Después de todo, era el marqués de Francia. No hablaba con una persona sin haber investigado de su vida o leído su expediente.
Lo mire negando con mi cabeza.
—No, no he tenido la oportunidad de ir.— Mentí jugando con mis manos, ya que esa no era la razón.
—No? Enserio?—Exclamo este burlón.— O simplemente no querías encontrarte conmigo, petite souris?
Lo vi viéndome burlón y sonriendo con cinismo.
acaba de llamarme pequeño ratón?
—No porque no sea de Francia significa que no entienda el idioma, Vicent.— Respondí seria rodeando los ojos.
Lo vi viéndome serio, chasqueando su lengua con gesto de irritación.
—Grossier...— murmuró esté quitando su sonrisa al ver rodear mis ojos. —Entonces, Porque no has visitado Francia? Inglaterra no queda lejos de Francia.
—Simplemente no me apetece...—
Voltee a ver la ventana para después sonreír graciosa.
—Además, he oído que en Francia no conocen el desodorante, es eso verdad?.— Dije divertida, abriendo un chocolate que había agarrado hace rato cuando una azafata ofreció una charola con estos.
Lo escuché reír negando la cabeza.
—No puedo negar eso, souris. Pero usualmente la gente con ese mal olor se encuentra en trenes o en una zona de bajo rango en Francia.— explicó este mirándome divertido, Como si fuera un juguete de diversión para el. —Pero tú no pisaras esas zonas, Ruby. Tú conocerás Versalles, Luxemburgo, Musée du Louvre y todos los mejores lugares que puedas imaginarte, petite...
Lo mire sorprendida, acaba de decir Versalles? Versalles de María Antonieta? El de la película que vi? Madre mía.
—Versalles? Versalles de María Antonieta?.— Pregunte sorprendida viéndolo fijamente.— El palacio?
Vincent soltó una pequeña risa ronca mirándome fijamente.
—Si, el palacio Versalles de María Antonieta .— Afirmó este divertido. —Al ver tu entusiasmo por Versalles, tendré que hacer una llamada.
—Llamada?— pregunte confundida mirándolo.
—Claro, o es que quieres que esté repleto de turistas cuando vayamos?— Pregunto Vincent levantando una ceja, para después agarrar la copa de vino y darle un pequeño trago viéndome.
Me quede callada observándolo fijamente. Como es que era capaz de dejarme sin palabras? O sea, claro que yo podía ir a Versalles si yo quería, pero no quería encontrarlo a él en Francia. Lo observé, mirando como sujetaba la copa de vino, haciéndola ver pequeña en sus grandes manos.
No dije nada y me quede pensando en toda esta situación. Voltee a ver mi mano y me encontré con el chocolate blanco que había abierto hace rato. Lo lleve a mi boca y le di un pequeño mordisco, saboreando el sabor.
Vincent estaba viéndome fijamente, siguiendo mi mano con su mirada para después ver cómo le daba una mordida al chocolate, quedándose viendo mis labios.
Lo vi pararse de su asiento, yendo con sus guardias para después hablar por celular.
Suspire y recargue mi cabeza en el asiento viendo la ventana. Estaba bien al venir con él a Francia? Estaba bien esto que estaba haciendo? Porque mis padres tuvieron que hacer ese contrato?
Espera... Ay no! Saque rápidamente mi teléfono de mi bolsa longchamp azul, para después prenderlo ya que lo tenía apagado.
30 llamadas perdidas. 300 mensajes. Me aterrorice cuando vi eso. No le avise a Eli!
Rápidamente abrí mensajes y le deje uno.
— Eli🦶
Cuando llegue te explico todo. Enviado.
—
Apague el teléfono nuevamente, guardándolo en mi bolsa.