Sofía, Paulina y Alba estaban sentadas en el bus, mientras la adolescente mayor llevaba en sus brazos a su bebé de un año, Victoria. El vehículo iba camino a El Valle de San Fernando, en Los Ángeles, California. La familia de cuatro femeninas había considerado hace un año que lo mejor para todas era un nuevo comienzo, por lo que decidieron irse de Chile a Estados Unidos.
—Tengo el culo cuadra'o de tanto estar senta'a. Se me va a dormir, no voy a poder pararme y nos vamo' a pasar de la para'a—se quejó Paulina en español
—¿Pauli, qué te he dicho de hablar a garabatos?—recriminó Alba de vuelta a su nieta menor
—Pero si "culo" no e' un garabato
—Quizá' si, quizá' no, pero aún así, wawa. Ha'le caso a la Mami, que erí muy pendeja pa' andar diciendo weaas, po—se unió Sofía a la discusión, refierendose a Alba como "Mami", porque no le gustaba que le dijeran "abuela"
—Exacto, tu hermana tiene ra...—alentó la mujer mayor, dirigiéndose primero a Paulina, pero se interrumpió a sí misma, para volver a hablar, esta vez en dirección a la mayor de las hermanas—¡Oe, y vo' también, eh! Las dos están muy cabritas pa' andar a garabatos por la vi'a
Las hermanas Alarcón asintieron, tratando de camuflar la sonrisa (la cuál ocultaba la risa que estaban por dejar salir) mientras bajaban la mirada ante la mirada de su Mami. Continuaron el camino durante unos cuantos minutos más hasta llegar a la señal. Se bajaron en la parada al frente de un complejo de departamentos, y sacaron las maletas.
Tanto Alba como Paulina llevaban dos grandes maletas de ruedas en las manos y una mochila en la espalda. Por otro lado, Sofía tenía una mochila en su espalda, a su pequeña, Victoria, en un arnés de portabebés delantero amarrado a su pecho, una pañalera colgada al hombro izquierdo y dos grandes maletas de ruedas, pero a excepción de su abuela y su hermana, solo una de las maletas tenía cosas suyas mientras que la otra la había dejado con cosas de su bebé.
Cruzaron el paso de cebra, siendo recibidas por el casero de los apartamentos, quien les dió la llave. Entraron y pusieron sus cosas en las habitaciones. Solo habían dos dormitorios, por lo que decidieron que Alba y Paulina se quedarían con una de las piezas que tenía dos camas de una plaza, para que Sofía pudiera dormir en la otra habitación, la cuál tenía solo una cama, pero el espacio suficiente para la cuna de la bebé, objeto el cuál tendrían que comprar de nuevo, pues no lo pudieron llevar en el vuelo desde Oklahoma a Los Ángeles y lo vendieron (guardando el dinero de este mismo para la compra de otro igual o más barato).
Pasaron los minutos, Victoria estaba jugando con su desgastado peluche de Stephanie de la antigua serie "Lazytown" (que en algún momento perteneció a Sofi) en el sillón del living, mientras que Alba y su nieta mayor hacían un queque con ralladura de zanahoria para la once. Cuando pusieron el queque al horno, la mujer de edad se fue a leer un libro y Sofía le comenzó a golpear la puerta del baño a Paulina en broma, antes de ir a la mesa que estaba al lado de la pequeña cocina y tomar un sorbo de café. Habían llegado a la ciudad ya entrada la noche y, a pesar de los intentos de su abuela, a la adolescente ya no le gustaba el sabor de la leche con chocolate, no como antes, por lo que, por lo general, tomaba café.
—Te juro, Mami, creo que vamo' a tener que ponerle la pastilla que compramo' la otra vez... Esa laxante que se mete en la raja... La niña a esta'o estitica como desde hace tres días—Dijo la mayor de las hermanas a su abuela
—Si... Si no hace hoy, se la voy a poner mañana en la mañana y me voy a quedar con ella aquí mientras tú buscai trabajo y el jardín pa la Vicky, ¿Yap?—respondió la mujer
ESTÁS LEYENDO
CAN'T CATCH ME NOW [COBRA KAI]
FanfictionToda su vida, Sofía tuvo que luchar con sangre, sudor y lágrimas para poder sobrevivir al mundo y su crueldad. Su padre nunca estuvo y su madre la golpeaba por el odio que le tenía debido a que se parecía demasiado a él, pero, cuando con cinco años...