Una frase muy común, es verdad, todos tomamos malas decisiones y erramos, pero las personas generalmente usan esa frase como justificación, pero, ¿Porqué no pude hacer lo contrario? ¿Porqué no pensé mejor lo que haría? ¿Porque me dejé influenciar? ¿Porque dejo que mis emociones me controlen?
Muchas preguntas, pocas respuestas, y ninguna posibilidad de volver el tiempo y evitar cagarla. Esa era yo, sobrepensando las cosas, incapaz de tranquilizarme y aceptar que no hay vuelta atrás, incapaz de aceptar que yo misma jodí mi vida y que yo misma debía ser responsable de eso. Por eso fui cobarde, e intento escapar de mis cocecuencias, por eso comencé a cosumir drogas, senti que eran una escapatoria a mi realidad desastrosa, que solo asi podria ser mas feliz. Pero me equivoqué, esa felicidad aolo duraba un par de horas. Pero una vez que te tienen es difícil dejarlas ir.
Luego de que mi mamá dejara este mundo, no solo yo cambié, mi familia entera lo hizo, Jungwon mi hemano, se la pasaba fuera de casa, en fiestas, o en partidos para divagar su mente, seguiamos siendo los mismos entre nosotros pero al mismo tiempo dejamos de hablar de como nos sentiamos y NUNCA tocabamos el tema de mamá. Y de papá ni hablar. Se volvio un extraño adicto al trabajo que se queja de sus hijos, y los culpa de todos los problemas que tiene en su vida. Éramos su mayor decepción, ya ni siquiera duerme en casa.
Desde que mamá murió, todo cambió. La extraño. Si ella estuviese aquí, talvez, mi familia volvería a ser la misma.
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Escuché el sonido del timbre indicando que era la hora de salida, y posteriormente a las personas guardando sus cosas y conversando. Me reintegré en mi asiento sintiendo como mi cabeza daba vueltas. Mala idea ingerir marihuna tan temprano. Me estire tratando de espantar el sueño. Tome mi mochila, no había retirado nada de ella ya que en toda la clase me la pase dormida. Me puse de pie, aliñe un poco mi cabello y me dispuse a salir.
-Deberías prestar más atención en clase- levanté mi cabeza y me encontré con Giselle mirándome desde la salida del salón- Si sigues así reprobarás el semestre.- ¿Que le importaba a ella?, Tss ese es mi problema, pensé.
-No te preocupes, yo se como arreglarmelas- me miró confundida.- Sin importar que ya no me quieras cerca sabes que me importas, deberías cuidar más de tí y de tu salud.- Gracias por preocuparte, pero no es necesario.- Dije en tono pesado y pasando por su lado para salir.
¿Porqué me hablaba? Si ella siempre me ignora. Y lo comprendo, luego de la muerte de Ryu mi grupo de amigas se desintegró. Todas seguimos por nuestro lado. Simplemente nos evitamos. Y yo por supuesto, trato de no tener relación con ellas. En especial con Yuna. Ella me detesta. Creo que esa palabra se queda corta. Ella realmente me odia. El caso es que ella me culpa por la muerte de Ryujin. Tiene un gran resentimiento hacía mí. Así que trato de mantener distancia para evitar discusiones que no llegan a nada.
Salí de instituto, estaba en mi último año, mi hermano esta en un salón distinto, además se queda por practicas del equipo de fútbol, así que tendría que regresar sola a casa. Iba de camino a las estación de tren, y vi a Ni-ki a lo lejos. Parecía estar discutiendo con un hombre mayor de no muy buen aspecto, se veía peligroso, los dos brazos tatuados hasta el cuello, vestía ropa holgada y algunas cadenas. Se veía realmente molesto. Me quedé como estúpida viendo, hasta que me di cuenta que ellos me miraban a mi, salí de mi transe y asustada aparte mi mirada de ellos, y sentí que alguien se aproximaba a mi.
