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Poco a poco comenzó a abrir los ojos, le dolía todo el cuerpo y gracias a ello comenzó a recordar lo que pasó en la noche, deseaba que aquello haya sido una pesadilla pero no, su dolor le hacía saber que no era así, que eso en realidad sí había pasado.

Su novio trajo a hombres a su departamento para que hicieran lo que quisieran con su cuerpo.

Se sentía horrible, sucio, devastado, él nunca tuvo relaciones con Gonzalo, quizás sí unos besos pero eso fue hace una década, cuando ambos eran adolescentes. Todo lo que le pasó fue culpa de Gonzalo, si él no mentía con eso, Nicolás no iba a reaccionar así y nunca le haría aquello.

Como pudo se levantó, caminó a duras penas al baño y ahí se miró al espejo, las heridas no habían sido curadas y la sangre no había sido limpiada, tenía la cara hinchada y por lo poco que podía ver por la sangre seca en su rostro, podía notar unos moretones que le iban a durar un buen tiempo.

Se metió a la ducha, cuando el agua pasó por su trasero casi llora del dolor, llevó sus manos allí se tocó y cuando miró su mano notó que había un poco de sangre.

La realidad lo golpeó, Nicolás había llamado a esos hombres, lo hizo él, era culpa de él, no importa qué le haya dicho Gonzalo, lo que hizo fue horrible. No sé contuvo más y lloró, lloró mientras el agua se llevaba con sigo sus lágrimas y rastros de la noche anterior.

Quería hacerse chiquito y desaparecer, Nicolás había hecho tantas cosas pero esto sobrepasaba todos los límites. La voz de su conciencia dijo "déjalo" pero si aunque sea lo intentaba, Nicolás lo buscaría.

No lo podía denunciar, eran un futbolistas famosos. El hecho de que haya pasado la noche siendo penetrado por dos hombres que no conocía, en contra de su voluntad y con Nicolás mirando era suficiente humillación.

Pero sabía muy bien, que jamás tendría el coraje para dejarlo, jamás podría si está solo.

amor ❤️
me voy por ahí, no voy a volver hasta dentro de unos días, una semana, no sé, hasta q tenga ganas.

ya sabes, cuidado con lo q haces o va a ser peor.

Leyó eso y suspiró ¿Ahora qué iba a hacer? están de vacaciones, no tiene a nadie más aparte de Nicolás... y Gonzalo, con Gonzalo no se podía ver, solo pensar en que su novio se enterase le aterraba ¿Qué otras cosas horribles podía hacer? ¿Matarlo?

Tampoco podía salir a la calle, se veía horrible, si los niños lo veían se iban a asustar.

El timbre sonó y confundido se levantó del sillón, abrió un poco la puerta y vió la espalda de un chico, de un chico que podría reconocer hasta ciego. Este se giró y Lucas al fin dijo:

—Cache. —mierda, si Nico se enteraba...

—¡¿Qué mierda te pasó?! —Gonzalo pasó sin invitación— ¿Fue él no? ¡Pero es obvio que fue él! ¡Hijo de mil puta! ¡Lo voy a matar!

—No deberías estar acá Gonzalo, él está enojado con vos. —Lucas intentaba disimular su alegría por tenerlo ahí, pero no le salía.

Y Gonzalo obviamente no iba a decir nada.

Gonzalo se frotaba la frente, estaba muy alterado, su chico estaba lastimado y todo era culpa de un imbécil que fácilmente podía matar a golpes.

—¿Por qué no te defendiste? —preguntó al fin, respirando pesado para calmarse— Yo te enseñé todo para que nunca te pase esto ¿Por qué dejaste que te pegara?

Gonzalo había empezado a llorar y a Lucas se le había estrujado el corazón, ese bobo lo amaba tanto, ¡Dios Lucas! ¿Por qué tuviste que elegir a Nicolás teniendo a Gonzalo?

—Shh, no llores. —susurró el mayor abrazando al más pequeño.

Lucas se hacía el difícil, pero Gonzalo lo debilitaba.

Gonzalo correspondió el abrazo y lo atrajo aún más, era la primera vez que Lucas lo abrazaba después de tanto tiempo, quería más. Escuchó un leve quejido del mayor y automáticamente soltó su agarre.

—¿Qué pasó Chino, te lastimé? —preguntó preocupado.

—N-no no, es que yo, ayer, no dormí muy bien.

Obviamente el menor no le creyó y con todo el descaro del mundo le levantó la remera, abrió la boca y se le escapó un sonido de asombro mientras se tapaba la boca con sus manos y sus ojos se le volvían a poner cristalinos.

—¿Fue mí culpa? —inquirió el menor con el corazón destrozado.

Lucas negó con la cabeza, también había empezado a llorar ya que recordó todo lo que pasó la noche anterior. Su garganta se le había cerrado y unas enormes ganas de vomitar lo golpearon.

¿Cómo Nicolás fue capaz de hacer eso?

Soy su novio. Yo lo amo, él se supone que me ama a mí.

—Nada es tu culpa Gonza.

Después de llorar como bebés mientras se abrazaban Gonzalo decidió que iba a hacer que el día de Lucas mejore, fue hacia la cocina y preparó todo, quería hacerle algo rico de almuerzo.

—¿Me vas a venir a cocinar todos los días? —preguntó el mayor, ya sonriendo.

—Por ver tu cara de placer cada que probas un bocado de mí comida vengo hasta con un tsunami.

Eso hizo reír a Lucas, porque sabía que era verdad, Gonzalo vendría a pesar de eso.

—Me hace acordar a cuando éramos chicos y vivíamos juntos, vos en mí casa, yo en la tuya. —suspiró— me trae buenos recuerdos, por eso la cara de placer.

—¿Estás diciendo que te generaba placer que yo viva con vos? —Esta era su oportunidad.

—No es lo que quise decir.

Gonzalo sabía que nunca lo admitiría así que prefirió no insistir.

La tarde llegó, Lucas descansaba sobre el sofá mientras miraban una película, pero Gonzalo lo miraba a él, aunque la película le parecía super interesante y aunque intentaba concentrarse en ella, no podía quitar su vista de Lucas.

Hasta con la cara toda hinchada le parecía tan hermoso. Le daba tanta importancia que Lucas no le dejara hacer nada y que tampoco él hiciera algo.

—Lucas. —lo llamó, el mayor lo miró— Tengo prueba de biología el viernes.

Lucas recordó su trato y se quiso pegar la cabeza contra la pared, no tenía ganas de usar su mente, pero para el viernes faltaban... tres días.

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⏰ Última actualización: Aug 17 ⏰

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