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Tres días antes de acabar en detención.

— Es una mierda, Chan hyung. Le juro que es tan insoportable como un grano en el culo y lo peor de todo es que no puedes sacártelo. — se quejaba Han con sus amigos mientras iban camino a la escuela.

El tipo que llevaba molestándolo dos días seguidos era el centro de la conversación, JiSung no había parado de hablar sobre él desde que se embarcaron en el auto del mayor, era un poco irritante.

— ¿Estás seguro que no te gusta, Hannie? — dijo Chan. — Hablas mucho de ese tipo.

— ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no! — dramatizó Han moviendo exageradamente las manos, cosa que hizo reír a los más grandes y bufar a JiSung. — Imagínate si me llega a gustar ese gnomo, seguro salió de Gravity Falls.

— Seguro Hannie, no ví como lo mirabas en la heladería. — habló ChangBin desde el asiento del copiloto. — Y tampoco vi como se marcó tu Mini Han en cuanto le viste el culo.

— ¿Qué mierda? — puta madre, me cacharon. Pensó Han. — Yo no digo nada de cómo aquel rubio pecoso te agarró la salchicha.

— ¡CALLATE! — gritó ChangBin y le dió un zape. — Mocoso insolente, eso era privado.

— Auch.

— Entonces, casi le comen el mandado al emo. — rió el mayor.

Y Chan mentiría si dijera que el zape que le dió ChangBin no le dolió.

JiSung y ChangBin caminaban a su clase mientras las chicas intentaban acercarse a ellos, lo que ellas no sabían era que esos con porte de machos alfas amaban el plátano

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JiSung y ChangBin caminaban a su clase mientras las chicas intentaban acercarse a ellos, lo que ellas no sabían era que esos con porte de machos alfas amaban el plátano... y no precisamente la fruta.

Avanzaban tranquilamente hasta que Han pudo ver a una pequeña pesadilla ingresar al plantel entre saltitos de la mano de otra pesadilla.

No podía ser posible.

Agarró la mochila de ChangBin y lo arrastró hasta los baños más cercanos para esconderse.

Tenía tanta suerte, nótese el sarcasmo. De todas las escuelas en su ciudad, esa cosa tenía que estudiar en la misma que él.

— ¿Que pasa, Han? ¿De quien nos escondemos? — el menor de los dos estaba asomado por la ranura de la puerta esperando que los más bajitos pasaran y luego ChangBin también se asomó. En cuanto los vió pasar por allí charlando animadamente entendió porqué JiSung los encerró en ese baño. — Oh...

— Si, oh. Así vas a hacer cuando el pecoso te la chupe... — un zape llegó a su cabeza. — Auch, oye. Me vas a dejar sin neuronas.

— No creo que tengas alguna, simio. Vamos a clase, se hace tarde.

Salieron con sumo cuidado del baño y corrieron como si su vida dependiera de ello hasta su salón de clases. Gracias al cielo esos demonios no iban en su aula, ¿Se lo imaginan? Sería un completo caos.

El resto del día JiSung y ChangBin se ocultaron de los menores con éxito, de no ser porque olvidaron su presencia en la escuela hubieran logrado salir invictos de eso

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El resto del día JiSung y ChangBin se ocultaron de los menores con éxito, de no ser porque olvidaron su presencia en la escuela hubieran logrado salir invictos de eso.

— Hyung, ¿Que caca tienes en la cara? — preguntó Felix, MinHo tenía un antifaz de Ladybug y unas líneas en sus mejillas.

— No tiene importancia. — Se quitó el antifaz y las líneas. — Estoy marcando a mi hombre, mira quienes están ahí. — MinHo señaló.

— Son los de la heladería, ¿Vendrán a esta escuela? — MinHo rodó los ojos, su amigo era muy cabezota.

— ¿No los ves, tonto? — jaló de su cabello un poco. — Ni modo que fueran profesores, no son muy mayores.

— Debemos hacer algo, esas zorras plásticas se les están acercando mucho a nuestros machos. — puchereó Lix.

— A la cuenta de tres salimos corriendo y nos colgamos de sus cuellos. — Dijo MinHo. — ¡Tres!

Corrieron los pocos metros que los separaban e hicieron lo planeado.

— ¡Papi! — gritaron los dos menores al unísono mientras empujaban a las chicas que estaban con los mayores y se colgaban de sus cuellos respectivamente.

Mierda, los olvidaron por completo.

Una ventaja de eso es que las chicas que les coqueteaban se fueron sin decir nada, pero peor que eso ahora tenían dos garrapatas pegadas en sus cuellos.

— Te extrañé mucho, papi. — dijo MinHo con un puchero en sus labios. Joder, Han quería besar ese puchero y hacer muchas cosas más pero no se lo permitiría. — No sabía que ibas a esta escuela.

— Y yo tampoco que tú ibas en esta, si supiera me hubiera cambiado.

— Tan gracioso.

Han y ChangBin apartaron a los menores de sus cuellos y salieron corriendo en dirección al auto de Chan. Los menores miraban la escena de manera atenta, parecía que los perseguía alguien que quería romperles el culo, lo cuál no tenía sentido porque ellos querían que les rompieran el culo.

— Son muy extraños ¿No?

— Sí, lo son. — respondió MinHo. —¡Vayamos a la heladería!

 —¡Vayamos a la heladería!

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Ice Cream Boys | 𝐒𝐤𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora