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La fría madrugada había llegado , solo el viento frio recorría las solitarias calles nocturnas 

Y ahí estaba Max , temblando como papel de frio y miedo , a pesar de tener su chaqueta puesta y pantalones largos el viento traspasaba la tela y calaba su piel como si fueran ajugas , daba pasos rápidos con tal de no durar mucho tiempo mas caminando por aquellas solitarias calles.

Cada tanto se cruzaba con un gato callejero o vagabundo que le causaban pequeños paros cardiacos y le hacían cuestionarse una y otra vez porque hacia esa estupidez.

No era un chico especialmente valiente , no se consideraba un cobarde pero definitivamente no se lanzaría de un paracaídas desde un avión ni aunque le pagaran . Todos lo sabían y aunque a la mayoría le daba igual  a otros es causaba gracia su personalidad de gato asustadizo.

Normalmente no tenia problemas con algunas cuantas bromas , había aprendido a soportarlas y mas cuando se trataba de compañeros del trabajo con mas experiencia que el , un paso en falso y podría convertirse en el que nadie quiere en la oficina. 

Aun así , tenia un limite y había sido traspasado luego de que lo llamaran cobarde solo por decir que los tatuajes le parecían dolorosos.

Por sus palabras , todos se rieron de el como si hubiera dicho lo mas gracioso del mundo , optaron por una reacción absurda que lo incomodó hasta el punto de causarle un sonrojo por la vergüenza.  

En un subidón de valentía declaro que se haría un tatuaje solo para demostrar que no era un cobarde.

Aquella situación se salió de control y al segundo todos estaban haciendo apuestas a favor o en contra de el. Eso solo lo enojo aun mas , por lo que salió del restaurante y emprendió camino hacia alguna tienda de tatuajes , aunque no conocía ninguna , su mente estaba demasiado nublada para darse cuenta de su error.

De esa forma acabo vagando como un tonto por las calles con las que no estaba familiarizado.

Como si estuviera en un desierto en busca de una coca , vio a lo lejos un cartel de "TATTO SHOP" sintió alegría instantánea.

 Prácticamente corrió hacia el local completamente feliz olvidando que estaba en un lugar donde le iban a perforar la piel.

Abrió la puerta del local y el aire acondicionado le golpeo el rostro, a pesar de estar encendido el pequeño local se sentía mas cálido que el exterior .

Lo primero que hizo fue recorrer el lugar con la mirada notando lo oscuro que era , con una decoración no muy amistosa si no que rozaba lo tenebroso según su percepción , la luz del lugar se concentraba en la vitrina donde varias joyas se lucían junto a piezas de maquinas de tatuar desmontadas. 

-Hola?- llamo tímidamente esperando que alguien apareciera.

A lo lejos escucho algo parecido a algún gruñido , seguido del rechinar  de una silla , eso no ayudo a lo asustado que ya se sentía.

Del pasillo que había al costado  del lugar , salió un chico con un aspecto intimidante , aunque no era mucho mas alto que Max aun así su porte lo intimidaba.

Su piel era un poco morena , pero eso no era algo que le importara , tenia una buena postura y un cabello totalmente castaño , con unos risos chinos que le parecían lindos. 

Su ropa era totalmente negra , consistía en unos pantalones ajustados y una camisa igual de ajustada , ambas prendas dejaban ver su figura bien moldeada.

Su rostro era atractivo , con rasgos latinos y unos ojos que le parecían de un felino preparado para atacar.

 -En que puedo ayudarte?- pregunto con una voz profunda y ronca que hizo a Max estremecerse.

𝓣𝓪𝓽𝓽𝓸 𝓢𝓱𝓸𝓹 (𝓒𝓱𝓮𝓼𝓽𝓪𝓹𝓹𝓮𝓷)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora