Cap 20: La Sangre del Arácnido

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El cielo estaba cubierto de nubes pesadas mientras Max y Ema patrullaban la ciudad en busca de nuevos desafíos. La noche parecía tranquila hasta que un retumbar en la distancia anunció la llegada de un gran problema. Un robot gigante, con una apariencia amenazadora y armamento pesado, avanzaba por las calles, causando caos a su paso.

Max y Ema se miraron con determinación y saltaron al ataque. Ema, con sus habilidades agiles, esquivaba los ataques del robot, mientras Max usaba su fuerza y agilidad arácnida para enfrentarse a la máquina. El combate era feroz; el robot parecía casi invencible, pero con trabajo en equipo y una serie de maniobras impresionantes, lograron derribarlo.

Cuando el robot finalmente colapsó, un pequeño robot emergió de su interior. Sin previo aviso, el diminuto robot se lanzó hacia Max, clavándole una aguja y extrayendo una muestra de su sangre antes de escapar rápidamente. Max frunció el ceño, sin darle mucha importancia al incidente.

"¿Todo bien?" preguntó Ema, aún observando el lugar donde el pequeño robot había desaparecido.

"Sí, solo un pequeño pinchazo," respondió Max, encogiéndose de hombros.

Lo que Max no sabía era que su muestra de sangre había atraído la atención de un científico en las sombras. El Dr. Victor Hale, un genio loco con una obsesión por la biotecnología, había estado siguiendo a Max desde que descubrió sus habilidades. Al enterarse de la sangre arácnida, vio una oportunidad única para avanzar en sus experimentos.

En su laboratorio, el Dr. Hale miró con interés el vial de sangre que el pequeño robot le había traído. "¡Increíble! La sangre de Spiderwolf contiene propiedades genéticas que podrían revolucionar mi trabajo. Con esto, puedo perfeccionar el diseño de mi ejército de soldados arácnidos invencibles."

El Dr. Hale se acercó a una mesa donde había una serie de tubos de ensayo y dispositivos futuristas. Con cuidado, transfirió la muestra de sangre a un contenedor especial y comenzó a trabajar en su experimento más ambicioso: un organismo vivo que integrara las habilidades arácnidas de Max.

Mientras tanto, Max y Ema regresaron a casa después de su batalla. Aunque el pequeño incidente del robot no pareció significativo en el momento, Max no podía sacudirse la sensación de incomodidad. Se despidió de Ema con un beso y se dirigió a su apartamento, pensando en el extraño suceso.

Al llegar a casa, Max se encontró con un mensaje en su teléfono. Era de Sara, preocupada por la extraña herida en el brazo de Max que había visto antes. Decidió llamarla para tranquilizarla y prometerle que todo estaba bien. Sin embargo, el pensamiento de que algo más podría estar en juego le dio vueltas en la mente.

En el laboratorio del Dr. Hale, las luces parpadeaban mientras el científico observaba con expectación el avance de su experimento. La sangre de Max estaba produciendo resultados sorprendentes. Hale se inclinó sobre su mesa de trabajo, murmurando para sí mismo: "Pronto, la sangre de Spiderwolf nos dará un nuevo tipo de poder. Un poder que cambiará el mundo."

Con una sonrisa siniestra, el Dr. Hale se preparó para dar el siguiente paso en su plan. No sabía que el pequeño incidente con el robot era solo el comienzo de una amenaza mucho mayor que estaba a punto de desatarse sobre Max y el mundo.

Max, ajeno a la creciente amenaza, se acomodó en su cama esa noche, intentando relajarse después de un día agotador. Sin embargo, el destino ya había marcado su camino, y las repercusiones de ese pequeño pinchazo serían más profundas de lo que imaginaba.

Spider Wolf: El Renacer del Héroe RadiactivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora