Nokumura El Demonio De Los Mil Años PARTE 2

Mueren Nokumura y Lilia

Sophia fue la primera en presentar a su familia. "Padres, les presento a mi esposo, Ethan, y a nuestros hijos  Tharros y Zarek". Nokumura y Lilia sonrieron y abrazaron a cada uno de ellos, dándoles su bendición.

Luego, Aria presentó a su familia. "Padres, les presento a mi esposo, Liam, y a nuestra hija Astrid. Nokumura y Lilia también los abrazaron y les dieron su bendición.

Finalmente, Luna presentó a su familia. "Padres, les presento a mi esposo, Lucas, y a nuestra hijas, Lyrien y Celeste y kaida". Nokumura y Lilia también los abrazaron y les dieron su bendición.

Después de las presentaciones, las tres hermanas se acercaron a Nokumura y Lilia, junto con sus familias, y tomaron sus manos. "Padres, les dejamos al cuidado del reino y una gran herencia", dijo Sophia. "También les dejamos una gran multitud de gente que los van a apoyar y cuidar. Son nuestra gente, y siempre estarán aquí para protegerlos".

Nokumura y Lilia se sintieron conmovidos por las palabras de sus hijas y miraron a su alrededor, viendo a todas las personas que las amaban y respetaban. Sabían que habían dejado un legado duradero y que su familia estaría bien cuidada.

"Gracias, hijas", dijo Nokumura con voz débil. "Sabemos que hemos hecho lo correcto. El reino está en buenas manos".

Lilia agregó: "Y siempre estarán en nuestros corazones. Los amamos".

Las tres hermanas se abrazaron a sus padres y lloraron, sabiendo que pronto los perderían. Pero también sabían que habían hecho todo lo posible para asegurarse de que su legado viviera en sus familias y en el reino.

En la madrugada, Nokumura y Lilia fallecieron rodeados de sus seres queridos, dejando a todos con lágrimas en los ojos. Las tres hermanas, Aria, Luna y Sophia, lloraron desconsoladas, junto con sus familias y la gente del reino.

Después de un duelo respetuoso, se organizó un banquete en memoria de Nokumura y Lilia, donde todos compartieron historias y recuerdos de sus vidas. Fue un momento emotivo, pero también de celebración de la vida y legado de los dos amados gobernantes.

Mientras tanto, en el cielo, Nokumura y Lilia llegaron a un lugar de gran belleza y paz. Fueron recibidos por ángeles y seres de luz, que los guiaron a un jardín celestial donde podrían descansar y ser felices por toda la eternidad.

En el palacio, la vida continuó, aunque con tristeza. Las tres hermanas se convirtieron en las nuevas gobernantes del reino, cada una con sus propias responsabilidades y desafíos. Pero siempre recordaron a sus padres y su legado, y trabajaron para mantener vivo su espíritu y su visión para el reino.

A medida que pasaba el tiempo, el reino prosperó y creció, y la gente nunca olvidó a Nokumura y Lilia, los amados gobernantes que habían dejado un legado de amor, sabiduría y justicia. Y en el cielo, Nokumura y Lilia sonreían, sabiendo que su familia y su reino estaban en buenas manos.